Impulsos de Amor

Celos

Susan Evans

Desde que le conte a Damian lo que paso con Margaret en el bar no había hablado conmigo, habíamos dejado nuestros encuentros en las habitaciones de descanso y desde la semana anterior me había dejado fuera de su servicio, haciendo que me enfocará más en la cirugía cardiotoracica con la doctora Heigl.

Intentaba hacer la idea de que lo hacia para que nadie sospechara, pero el jefe lo notó de inmediato que algo estaba mal, especialmente porque Damian no me tenía a su servicio y cuando intentaba opinar le daba la palabra a algún otro residente.

- Aquí esta tu lista -dijo Helen mientras se sentaba junto a mi.-

- ¿Otra vez? -pregunté.-

- Desde que llegaste solo has tenido dos veces a tu cargo a los internos, así que es tu hora de brillar -Joshua no pudo evitar reír,- No le hagas caso, lo harás bien.

- Lo dice porque ahora es la jefa de residentes, pero pregunta como le fue con sus internos -dijo Joshua,- Se le perdieron.

- ¿Cómo se te pueden perder? -pregunté y Helen miró a Joshua.-

- Nadie lo sabía, lo que pasa es que es un hospital grande, cuando yo les dije que me siguieran choqué con Raquel y todos se fueron con ella.

- ¿Cómo te confundieron con Raquel? -pregunté haciendo que Joshua riera más.-

- Se que ahora soy pelirroja, pero cuando empezó mi año como residente quise cambiar de peinado, me corte el cabello y lo pinté de rubio, es por eso que me confundieron con Raquel -asentí.-

- Bueno, ya desperdicie mi tiempo, tengo que ir con los otros, nos vemos -Helen se alejo.-

- ¿Cómo vas? -preguntó Joshua acercando su silla a la mía.-

- Mal, no he tenido cirugías, siento que la doctora Heigl esta enojada conmigo y...

- Claro, tal vez piensa que te irás del hospital como Rebeca, porque no la enfrentas y le dices que te quedarás y no eres cobarde -sonreí.-

- Josh ella puede llegar a pensar que soy una loca y seguramente verá que soy tonta.

- Bueno, no es tonto, te enamoraste del perfecto doctor Damian Anderson y ahora que el ya no quiere verte comenzarás a sentirte triste, pero lo podrás superar.

- Lo dices como si fuera tan fácil -dije y sonreí,- ¿Puedes creer que todos me advirtieron de no enamorarme de Damian?

- Susan, no puedes negar tus sentimientos -lo miré,- Cuando nos dejamos de acostar porque te dije que quería intentar algo serio con Amelia fue donde me di cuenta que ya no temía a enamorarme, no negué lo que sentía.

- La diferencia conmigo es que tu ya encontraste a la persona correcta y yo creí haberla encontrado -dije mientras veía a los demás comer.-

- No puedo creer que pienses que Damian es tu persona correcta.

Me quedé en silencio porque no hablaba de Damian sino de Christian, pero algo dentro de mi temía a volver a sentir.

Recibí una llamada.

- Papá, ¿Pasa algo? 

- No, es que ayer no me llamaste, ¿Ya has visto lo del departamento que encontré?

- Si, ayer vi el lugar, pero me dicen que no aceptan mascotas.

- ¡Oh!, eso debía tenerlo en el anunció, no te preocupes, yo llame a otro y dicen que si aceptan mascotas, entonces Ginny podrá venir con nosotros, me dijeron que puedes checarlo.

- Mandame la ubicación y tal vez hoy o mañana pueda ir y ver que tal esta.

- Bueno, me parece bien, Susan, ¿Has ido a ver a tu madre? 

- No tengo tiempo, solo me han llamado para decirme que esta bien, papá tengo que colgar, prometo ir a ver el departamento.

Me encamine con los estudios del paciente de cardio, la doctora Heigl dijo que dejara los estudios en su oficina y después podía seguir con mi trabajo.

Tome la lista de los internos que fueron asignados a mi y los estudios, camine hacia la oficina de los titulares y entré.

- ¡Dios!

- Lo siento, lo siento -dije al ver a una mujer rubia casi desnuda y Damian junto a ella.-

Cerré la puerta y retrocedí.

- Doctora Evans, ¿Vino a dejarme los estudios? -dijo apunto de abrir, pero me pare frente a ella.-

- No creo que sea bueno entrar -dije y me miró sin entender,- Estos son mis estudios.

- Voy a checarlos adentro -dijo, pero seguí sin moverme.-

- El doctor Anderson esta adentro -ella asintió,- Trabajando en cosas muy raras.

Después de esperar que abrieran, la doctora Heigl entro y me ordenó que la siguiera.

- Hola Lauren -hablo la mujer rubia,- Sería bueno que le enseñes a tu residente a tocar la puerta.

Ante las palabras de la mujer, la doctora Heigl dejo de ver los estudios y la miró.

- Leslie, tu deberías enseñarte a no desnudarte cada vez que tienes a Damian enfrente, ahora doctor Anderson, ¿Puede sacar a su visita de aquí?, porque según recuerdo no esta permitido traer a personal no autorizado.



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En el texto hay: amor, dinero o amor, infeliz

Editado: 22.07.2021

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