Damian Anderson
- ¿Entonces que hago aquí?, Damian -dijo Susan mientras tomaba aseinto.-
- Solo dame un momento y ahí esta -tocaron la puerta,- Pasa Leslie.
Susan se levanto al instante.
- Hola Dami, pensé que... -miró a Susan,- ¿Qué hace ella aquí?, si quieres termina tus asuntos y luego arreglamos nuestros asuntos.
- No, ella tiene que ver en el tema, los mensajes que has mandado, no los contestaré -ella me miró sin entender,- Ya estoy con Susan y si la traje es porque quiero que vea que no le miento y no tendrás que devolverme nada de lo que te compré, pero lo único que tendrás que pagar es el auto nuevo que registraste y no me dijiste.
- ¿Qué?
- Aquí estan los papeles, mañana cancelaré la tarjeta con la que pagaste y tu seguirás pagando con tu propio dinero, esto evitará que me llames o me envíes mensajes.
- Te esta usando Damian, ella te esta usando y sabe que es fácil mientras te mantengan teniendo sexo.
- Es todo, gracias por venir -sonreí,- Ahora tengo que hablar con Susan.
Lesli salió de ahí sin antentes azotar la puerta.
- ¿Qué fue eso? -preguntó Susan.-
- Estoy arreglando mis problemas del pasado -dije y la miré,- Dijiste que el amor se demuestra con acciones, esta es la primera.
- No es necesario que tenga que ver como llamas a las personas que se acostaron contigo, estoy confiando en ti y se que en algún momento te contaré lo que paso con mi madre y tu me contarás lo que paso con tus padres, pero no es fácil.
- Lo que estoy haciendo ahora no es porque quiera obligarte a decirme tu pasado, lo hago porque es necesario, tal vez me cueste cambiar, pero lo haré porque después de tanto tiempo quiero ser feliz.
- Damian.
- Tu me estas enseñando a ser feliz y no quiero que en algún momento pienses que no te valoró, estpy haciendo esto porque quiero dejar de destruir a la gente.
- No has destruido a nadie, son errores que tenemos y es por eso que debemos aprender de ellos, ahora tengo que irme, pero mañana podremos salir a comer.
- En realidad si terminas temprano podemos ir a tu departamento, no pienses que quiero hacerlo, porque no es en lo único que pienso -ella sonrió,- Pero nunca me ha gustado dormir solo, si te soy sincero cada que sabía que no habría nadie en el departamento decidía pasar la noche trabajando en el hospital.
- Entonces será en mi departamento, papá normalmente duerme a partir de las diez de la noche y se levanta a las ocho, así que si llegas antes tu entra directo a mi habitación.
- Mejor te espero a que salgas.
- Esta bien.
- ¿Crees que si seguimos como ahora tu padre nos dejará vivir juntos?
- ¿Quieres vivir con mi papá?
- No, claro que no, me refería a vivir en mi departamento -ella sonrió.-
- Supongo que si, pero tendría que conseguir un departamento más pequelo para mi padre y que admitan a mascotas, ¿Pero por qué?
- Bueno, te necesito más de lo que piensas, aunque no se si ya has vivido con alguien, por ejemplo, con tu antigua relación, ¿Vivieron juntos? -ella se alejo un poco.-
- Si.
Me quede en silencio, tal vez eso era un poco de lo que me merecía por haber ilusionado a varias mujeres, Susan ya había vivido su primer amor y ella ni siquiera sabía que era mi primer amor.
- Mejor hay que esperar -Susan me miró sin entender.-
- Como quieras, ahora debo irme -dijo y tomo su bata, pero antes de salir se volteó,- El no se parece en nada a ti -la miré,- Eres mejor.
Cuando Susan salió no pude evitar pensar en la plática de los residentes, no sabía cual era la verdadera historia, pero según Margaret, ella mintió a Susan y le dijo que ese tal Christian se acostó con ella, si eso era verdad, entonces se separaron por las mentiras de los residentes y no porque se dejaran de amar.
La curiosidad me seguía matando, ahora me daba cuenta de que el dinero no podía resolver esto, no podia llevarme a Susan muy lejos de aquí, ella se negaría y yo ni siquiera recordaba mi vida sin Susan.
No me quería quedar solo.
No quería quedarme solo de nuevo.
Espere en los casilleros a Susan, me senté en la parte trasera.
- Es que les dije que se había acostado con un titular.
- Y Margaret decía que Susan no era buena en la cama, ¿Creen que se quiera acostar conmigo?
- Ella es estúpida -escuche decir a Margaret,- Hablando de la estúpida, ¿Cómo estas Susan?, supongo que te debe ir mucho mejor ahora que te acuestas con los titulares.
- Una palabra más y haré que la suspendan del programa -todos voltearon al oír mi voz,- Salgan de aquí -ellos se quedarón sin moverse,- ¡Ahora! -alce la voz.-
Susan fue la única que se quedó, pero no quería hablar de eso, solo quería abrazarla y eso hice, me acerqué a ella y la abracé.