2 de octubre
Iba tarde, me había tomado mi tiempo para hacer todo, con pulcritud, casi casi le meto hasta brillo al plato mientras almorzaba.
Mamá me había tomado de las mejillas y me había hecho cariño:
—Mi petuz, come todo ¿si?—Asemejo una voz adorable
Luego se fue a trabajar, y me quede, no sola, porque estaba la miseria para acompañarme.
Mi ojo izquierdo tenía una comezón, que de la pura desesperación tuve que rascarlo. Dice mi familia que cuando los ojos te pican es porque vas a llorar, asi que tenía un miedo de mierda invadirme.
Todo chevere hasta ahora, nada me había incomodado.
Primera hora, matemáticas, pero como la profesora me adoraba no me molesto por llegar tarde, y ni que decir que profesor, parecía caerle bien, era jóven y apuesto.
(si, no estas viendo mal, le metí ojo al profesor)
Él tenía 22 años, su nombre era Jefrey. (Un nombre único)
Si soy sincera, me gustan mis mayores, me gusta su madurez, que comprendan mis objetivos.
Pero soy una pendeja, porque es obvio que todos los adolescente de mi edad solo piensan en "Cachar" y "Tomar experiencia".
Puros seres imbéciles.
Bueno, la cosa es que él profesor tenía unos ojos muy claros, eran hipnotizantes, pero no eran los ojos de José, el profesor tenía una melodiosa risa, pero no era la de José.
Y eso era genial, eran diferentes, justo lo que necesitaba.
—Profesor ¿Una foto?—Le sugerí
—No—Se río
—El profesor se chupa—Dijo Mely (Melany)
Aún asi le saque unas fotos, o por las buenas, o por las incógnitas (Aquí siendo la diferencia)
Examen de Comunicación, fui casi de la últimas en entregar, me centre en el objetivo como el *Transportador, pero no puedo negar que la risa de cierta persona se colgó en mi cabeza.
Le negaba a todos que lo extrañaba, pero preguntaba por él, o, en los recreos lo buscaba, para mirarlo un rato y luego irme.
Así que luego de salir del salón, con el humor bien puesto, ingresé al servicio. Al salir, lo busque en el estadio, ya que siempre practicaba fútbol en todos lo recreos. (Secretamente lo consideraba mi jugador favorito)
Y para mi sorpresa no estaba, ni lo veía, el estadio era grande, pero tenía unas gradas para la audiencia, que desde el ángulo donde yo estaba no se veía con claridad. (Estaba debajo del cerco)
—No hay, supongo que no vino—Dije sonriendo decepcionada
—Bueno, algo debe estar haciendo en su casa—Dijo Mely—Anda, votemos esto y luego vallamos a pasear por ahí.
Señalo la bolsa de una "Obsesión".
Ojalá no hubiera subido, ojalá no hubiéramos votado esa envoltura.
Subimos, pero mientras ella desechaba la envoltura, lo vi.
Las lágrimas se acumularon en mis ojos...
Ahí estaba José, al lado de él estaba una chica..., ambos estaban sentados...
¿Dejó de jugar para hablar con ella?
Debía de que quererla entonces...
—...¿Qué sucede?—Dijo Mely
No escuche lo que dijo antes, porque mi corazón retumbaba adolorido, taquicardía, me sentía hundida.
—...no...—Susurre bajito
Ella pareció ver a donde yo veía, así que giro.
Yo solo quería largarme de ahí, si iba a llorar nadie me miraría, nadie podría burlarse de mí.
—Pero que...—Encolerizó Mely—Yo misma voy a sacarle su mierda...
No dije nada y me largue.
Perfecto día para irse al carajo.
#12435 en Novela romántica
#7116 en Otros
#1070 en Humor
desamores tristezas reflexiones, humor romance intriga, abismo
Editado: 20.10.2023