Narra Leo
Con cortes precisos maté a muchos de los insectos y con ayuda de Lugo al cabo de un rato todas las abejas terminaron por perecer, al ver la increíble precisión que habíamos desarrollado, me sentí orgulloso del logro conseguido por nuestro esfuerzo.
—Me has impresionado Leo —dijo Lugo al darse cuenta de lo bien que lo hice—. No esperaba que tuvieras esa habilidad.
—Gracias —respondí mientras reía—. Siempre he pensado que la habilidad adquirida vale más que el talento.
Ya llevábamos un mes sobreviviendo en aquella isla y de los veintitrés aspirantes que había al principio, cinco terminaron muertos y cuatro fabricaron botes y se fueron (probablemente para morir en las salvajes aguas de la región de Tifanía) quedando así catorce, en todo ese tiempo no había vuelto a ver a Voldor "quizás él era parte de los que se habían ido" me repetía, sin dejar de pensar en la mirada desconsolada y perdida que me decía que Toni era muy importante para él, incluso pudiera ser su razón de vivir, aun si la culpa que sentía era descomunal no perdía de vista lo bueno que me sucedía, mi aprendizaje, el que solo faltara dos meses y sobre todo mi amistad con Lugo, quizás él no me ayudaría a llevar a cabo mi siniestro plan de asesinato, ya que no le gustaban los malos sentimientos como lo era el de venganza, pero aun si no me ayudaba en mi objetivo futuro, en ese momento ya era suficiente el que me brindara su compañía y confianza.
Luego de haber pasado la tercera parte del entrenamiento practicando para afinar mi precisión junto a Lugo decidimos pasar los otros dos meses aprendiendo más técnicas que nos sirvieran para alcanzar la mayor fuerza posible.
—Yo digo que deberíamos mejorar nuestras destrezas con la espada —dije intentando dar ideas que nos pudieran ayudar—. Así junto con la precisión seremos letales con ella.
—No, creo que deberíamos mejorar nuestra rapidez —intervino Lugo mientras movía la cabeza negando—. Así sería más fácil cortar.
Luego de un rato soltando ideas, fuimos a dar una caminata que nos ayudara a conseguirlas, en el transcurso de dicha acción escuchamos un grito de agonía que sacudió nuestros tímpanos hizo que nos saliéramos del camino para investigar de donde venia aquel atormentador sonido.
Al llegar al lugar en donde se escuchaba el alboroto nos encontramos con una escena muy sangrienta, en aquel lugar el verde de los arbustos se encontraba teñido por el rojo de la sangre que provenía del brazo de un chico el cual estaba cercenado hasta el hombro, a un lado de este chico se encontraba Voldor el cual sostenía una espada empañada en sangre
—¿Que fue lo que hiciste Voldor? —dije mientras sacaba mi espada sin hacer ruido—. ¿Acaso no entiendes que esto te volverá en alguien odiado y al que querrán matar?
—Disculpa, pero no te preocupes —noté el sarcasmo en la voz de Voldor, pero hizo una pequeña pausa y prosiguió—. ¡Tú serás el próximo!
En cuanto dijo aquellas palabras frías, alrededor de su espada apareció un manto descolorido y realizó una estocada directo a mi abdomen, bloquee con mi espada con rapidez, pero para mi mala suerte dicha acción no funcionó, aquella espada de doble filo era igual que la mía sin embargo atravesó mi bloqueo y se incrustó en mi estomago. En ese momento vi pasar mi vida ante mis ojos y resonó en mi cabeza una frase que no recordaba haberla escuchado jamás "Si te encuentras contra la pared úsala como impulso", en medio de aquel acontecimiento Lugo no huyó, al contrario, se colocó detrás de Voldor y una vez ahí, golpeo con sus rodillas la parte trasera de las piernas mientras que lo abrazaba para lanzarlo a su espalda, logrando así colisionar de esta forma la cabeza de Voldor contra el suelo.
Una vez Voldor estaba en el suelo y noqueado procedí a amarrarlo con unas lianas mientras yo me curaba la herida y Lugo inspeccionaba aquella espada que acababa de destruir la mía, pasados casi media hora intentabamos copiar hasta el más mínimo de los movimientos que había hecho Voldor poco antes de que se activara ese extraño manto, pero nada funcionó, ni repetir lo que dijo ni realizar sus movimientos, por lo que Lugo decidió despertar a Voldor y preguntarle cómo había realizado esa técnica a la que llamamos "Manto".
—¡Oye tú! psicópata —exclamó Lugo despertando a Voldor—. ¿Como hiciste ese manto en la espada?
—Y ¿por qué debería ayudar a mis enemigos? —preguntó Voldor con desagrado.
—Oye, Leo me dijo lo que paso entre ustedes —dijo Lugo con la idea de cambiar su pensamiento—. Pero sabes que esa no fue su intención.
—Quizás no haya sido su intención —habló Voldor mientras tenia los mismos ojos desconsolados que ese día—. Pero eso no lo hace menos culpable.
Y así siguió la discusión durante unos agobiantes 3 minutos que fue lo que tarde para decidirme en tomar una decisión muy seria.
—Oye Voldor si lo que quieres es honrar a tu hermano matándome —dije seguro de que con eso Voldor se convencería—. Tengo una idea.
—Continua —respondió él a mi propuesta.
—Tu puedes enseñarnos esa técnica y —hice una pausa significativa y proseguí—. Podrás honrar a tu hermano justamente.
—¿Y por qué sería justo con alguien que no lo fue conmigo? —expresó Voldor con duda en su mente.
—Porque, así ambos estaríamos en igualdad de condiciones, haciendo que el hecho de ganar sea más honorable para la memoria de tu hermano —propuse.
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Editado: 12.09.2024