"Y me despedí, sabiendo que no quería irme..."
Capítulo 6: Demonios, Williams...
¿Cómo resultó Daven encima de mí? Bueno, al parecer había una pequeña y hermosa planta detrás de mí, que hizo que tropezara y cuando Daven intentó agarrarme, pues... creo que ya saben lo que pasó.
—Demonios, Williams, ¿Qué es lo que te dan de comer? Pesas demasiado, ni siquiera pude sostenerte. —Dijo intentando no apoyarse mucho sobre mí.
—Que gran excusa, Daven. Eres un debilucho. —Hice mala cara.
—Y tú una tonta. —Dijo haciendo mala cara de igual manera.
Lo miré y sonreí al escuchar ese insulto tan estúpido.
Él hizo lo mismo.
—Creo que es hora de buscar a Lawrence. —Dijo levantándose y dándome su mano.
Decido ignorar su mano y justo cuando intenté apoyar mi pie, sentí un dolor en mi tobillo.
—Auch... —Dije volviendo a sentarme en el suelo.
—Que dramática eres. —Dijo avanzando a la salida de ese lugar.
—¿A dónde vas? —Intenté levantarme nuevamente.
Y como si fuera un milagro, lo logré.
—A buscar a Lawrence.
—Bueno, entonces yo buscaré a los gemelos.
Empecé a caminar, bueno a renquear y me dirigí al lado de Daven.
— ¿En serio te duele o es uno de tus dramas? —Levantó una ceja.
—Cállate. —Volví mis ojos.
Me dirigí a las escaleras de esa casa y al pisar el primer escalón, sentí que alguien me tomaba de la cintura.
—Déjame ayudarte, no quiero que luego me culpen por alguna de tus estupideces.
—No me va a pasar nada, así que suéltame.
—No lo haré, así que empieza a bajar.
Fruncí mi ceño y dejé que Daven me ayudara.
(...)
Nos encontrábamos en la casa de estos "bellos" hermanos. Noten el sarcasmo.
Al parecer cierta persona volvió a su estado de ánimo de siempre.
Después de que Daven encontrara a Lawrence, cambio completamente a estar furioso. ¿Por qué? Bueno, tal parece que Lawrence estaba besando un chico según lo que escuché y pues Daven al ver esto, se volvió loco.
—¿Y tú fuiste la de la idea de la fiesta? —Miró a Lawrence.
—¡Ya basta, Daven! —Dijo alterada.
Llevaban como media hora discutiendo y yo solo me encontraba sentada escuchando. Los gemelos estaban roncando desde que llegamos.
—¿Y qué quieres que haga? ¿Piensas que puedes hacer lo que se te pegue la gana? —Dijo Daven señalando a Lawrence.
—¡Sí! ¡Tú no eres mi maldito padre, así que cállate! —Dijo elevando su tono de voz.
Wow! Al parecer alguien más está furiosa.
—¡Y gracias a Dios que no lo soy! ¡Porque si lo fuera no dejaría que mi hija este besando al primer imbécil que vea! —Replicó frunciendo su ceño.
—¡Era solo una fiesta! Eso es completamente normal en una fiesta, ¿O no, Kelsey? —Me miró.
—¿Qué? Eh, sí, sí, claro... —Afirmé.
—Entonces la de la idea fuiste tú, Kelsey. —Sonrió con ironía—. ¿Por qué no me sorprende?
— ¿Qué quieres decir con eso? —Fruncí el ceño levantándome del sillón y acercándome al él.
<<Tranquila, Kelsey. No es momento de enojarse.>>
Ja.
—Que después de todo lo que he visto de ti, no me sorprende que te beses en las fiestas como una cualquie...
—No te atrevas a llamarme así. —Dije mirándolo amenazante.
—¿Te duele que te digan la verdad? —Se burló.
—¿Cuál es tu puto problema?
—Tú, tú eres mi puto problema. Quiero que te alejes de mi hermana, de mí.
—¿De ti? —Me reí sarcásticamente— Bueno, será un gusto "alejarme" de un imbécil como tú. —Dije haciendo comillas con mis dedos.
—Y será un gusto no estar cerca de alguien que piensa que las fiestas son para besarse con el primer idiota que vea como si fuera una cualquiera.
—¡Cierra tu maldita boca! —Dije empujándolo.
<<Tranquila, respira.>>
A la mierda lo tranquila.
—¡Cállate tú de una vez por todas! —Se acercó aún más a mí.
—Tranquilízate Daven... —Dijo Lawrence tomando el hombro de Daven.
—¡Eres un niñato, un imbécil, un maldito idiota! —Lo empujé aún más fuerte.
Al decir eso, Daven me fulminó con mirada.
Sonreí con ironía ante ese gesto.
—¿Te quedaste sin palabras? ¿Acaso te acabas de dar cuenta que eso es lo que eres? —Lo miré con una mirada triunfante.
—¿Crees que tus palabras me duelen? ¿Crees que puedes pasar encima de mí por unas estúpidas palabras? —Sonrió cínicamente—. Mírate Kelsey, no vales nada. Apuesto a que solo eres una niñata a quien golpean y no puede defenderse por lo débil que eres. Me das lástima.