Incógnita o Deseo

8- Axel

<<Dia 11>>

No he salido de aquí.

Me traen la comida, todo lo que pido y no he salido en dos días.

No se si no es maduro de mi parte, pero es solo que no quiero salir, lo juro.

Se supone que debo practicar con las armas y hacer ejercicio, sin embargo, siempre me pregunto:

¿Qué hago aquí?

¿Por qué estoy haciendo esto?

¿Por qué paso una semana y no ha pasado nada?

¿Por qué me trataron de esa forma apenas llegue?

y Nadie ha venido aquí. Me alegra.

Pero en la tarde, Vinieron avisarme que tenia que ir a las "Practicas".

No he hablado con mi madre pero si con mi tía y dice que todo va bien, Angela me ha llamado pero no le he respondido.

 

7:20 PM.

Me pongo de pie apenas escucho el toque de la puerta.

La abro y veo a James...

Cansado, como si estuviera corriendo.

—Tienes que ver esto.

Estaba agitado y muy serio, cosa que no es normal en él en los días que llevo viéndolo.

—¿Ver que?—Pregunto un poco cautelosa.

—Claire, no hagas preguntas. Solo ven, es muy importante.

—Pero...

Suspiro.

—Claire...

—Esta bien.

Entro y busco los dos celulares, cuando salgo le echo una mirada y me fijo que no se ha movido. Y de nuevo, tiene esa mirada extraña que no descifro.

—¿Que?—Digo cuando veo que no se mueve.

—Nada.—Reacciono y empezó a caminar, siguiéndolo note que buscaba moviendo la cabeza hacia todos lados. Iba a decir algo pero nuevamente se apresuro:

—No preguntes Honey.

Caminamos y caminamos. hasta llegar a la puerta que da hacia afuera.

 Apenas salimos me acorde que tenia ya mas de una semana sin salir de este lugar.

Todo estaba normal: Guardias paseando y vigilando por el área, el estacionamiento, el enorme portón al final de un caminillo y también me di cuanta que habían mas hombres. Mucho mas.

James le dio una identificación a uno de los guardia que estaban al lado del portón. Esta se  abrió y había un auto  justo al frente.

También estaban Eva, el señor Rafael y Ethan. Estaban hablando pero cuando nos vieron, reaccionaron.

—Claire. Pensé que nunca saldrías de allí.—Dijo Eva tranquilamente.

Miro a los demás, Rafael entra  al coche y se pone en el asiento conductor. Los demás compartieron una mirada.

Hay tensión por los aires.

—¿Qué pasa?—digo cuando ninguno dice algo.

—Tienes que ver esto.—Responde James.

Busque los  ojos de Ethan que no había dicho nada y cuando levanto la mirada, nuestros ojos chocaron y tenia la misma expresión de James, muy serio, o talvez mas que nunca.

Sin mas entro al coche poniéndose en asiento de copiloto.

James me paso por un lado y se subió al auto.

—Vamos.—Dice Eva al ver que no me muevo.

Entramos sin protestar y quedo al lado de la ventana con Eva a mi izquierda.

El camino fue en total silencio.

Nadie dijo nada.

Todos estaban tan serios que me asuste. Fue ahí donde pensé lo peor.

Otra muerte no, por favor.

—Hey... Eva...¿Qué pasa? Mi madre esta bien  ¿Cierto?—Susurro para nosotras, aun mucho mas nerviosa.

—No. No es eso, Tu madre esta bien.

Un alivio cruzo mi pecho. Volví a mirar a todos, en especial a Rafael que no dijeron nada al igual que su hijo.

Los siguientes minutos fueron eternos hasta que estábamos  en las entradas del edificio: Las casas abandonadas, ese lugar donde solo hay basura en la calle y todo esta solitario.

Pero, al parecer no somos los únicos. Habían mas  policías, chicas y chicos con los uniformes y estaban mirando al frente, una esquina que desde el lugar que estoy, no se puede ver. Tienen cuadernos, cámaras y otros hablan como expertos acerca de algo. Hay hombres mucho mayores que los del edificio.

Rafael fue el primero en bajar, luego james y la siguiente fue Eva. Juntos se dirigieron hacia la esquina en donde casi todos miraban, dejándome sola con Ethan.

Espere a que dijera algo pero solo se quedo mirando hacia afuera.

Iba a hablar, sim embargo, como siempre, se adelanto:

—Deje que te trajeran aquí para que veas y te des cuenta del porque deberías estar aquí y deberías hacer caso a lo que te digo.

¿Ah?

Salió del  auto sin dejarme digerir una sola palabra. Camino hasta quedar al otro lado de la puerta y la abrió para mi.

Sali y escuche todo el murmullo de las personas, pero lo ignore y volví a mirar a Ethan, desorientada.

—Camina.

No me moví y este suspiro con  desespero.

—Claire... No empieces. No estoy de jueguitos...

—Claro.—lo interrumpo y empiezo a caminar.

Oí como empezó a caminar y en unos instantes ya estaba a mi lado.

Pasamos por un montón de chicos caminando de un lado a otro hasta que ya íbamos cruzando la esquina a la que todos miraban. Mi curiosidad aumentó mas desde que me subí al auto y me pregunte: ¿Por que están todas esas personas aquí? ¿Por qué tanta seriedad?

Aquí esta.

Una, por primera vez, de mis preguntas fueron contestadas.

¿Por qué están todas estas personas aquí? ¿Por qué tanta seriedad?

y Aquí esta.

Mire la pared y el corazón empezó a latirme a mil.

Justo en la pared que estaba mirando estaba llena de notas azules, sangre y una enorme firma de pintura roja que decía: Claire Morgan, Claire Morgan, Claire Morgan, Claire Morgan...

Si se lo diría a Vany, no me lo creería. O talvez a Angela o a mi madre y no me creerían para nada.

Lo macabro es que en otra esquina, mi nombre estaba construido por las notitas.

¿Qué rayos..?

Cuanto hubiera querido reaccionar y hacer algo, pero simplemente me lleve la mono a la boca.

—Los cálculos de algunos chicos dicen que fue en un cambio de turno, mientras que otros como yo, aseguran que tuvo que ser uno de todos los que están aquí. Lo mas raro es que la mayor parte de sangre es falsa.—Dijo uno de los chicos que buscaba y leía atreves de una tableta.



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En el texto hay: misterio, fbi, amistad amor

Editado: 23.08.2020

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