Incógnita o Deseo

18- Sombras ocultas

 

Dos días después.

-Desconocido-

—They send me away to find them a fortune

A chest filled with diamonds and gold

The house was awake

Mi voz era lo único que llenaba todo el lugar, lo único relajante para mí. Aparte de los molestosos pasos de la rubia que estaba conmigo, algo icónico era que estaba sangrando de las muñecas. No, no la lastime, todo lo contrario... Lo hizo ella misma, acatando mis ordenes pero lo hizo ella misma.

—Enserio, no volveré a arriesgarme así por la mocosa. —Soltó, tratando de limpiarse la herida en sus muñecas

—With shadows and monsters—Respondo continuando la canción e ignorándola completamente.

The hallways, they echoed and growned

Destapo la botella de vino, no sin que mi cerebro retrate perfectamente a mi chica. Siendo honestos, aun no es mía, sin embargo, lo será. Cuando lleno completamente la copa, la cierro y nuevamente la pongo en el estante. Me doy la vuelta hacia la chica que se queda mirándome con cara de: Estoy hablando contigo.

—¿Me estas escuchando? ¡Estuve cerca de caer...!

Esto es un trato. ¿Lo recuerdas, cierto?

Cierra su boca y se queda mirándome unos segundos hasta que se rindió y volvió la vista a sus brazos.

And I sat alone in bed till the morning

I'm crying: They're coming for me

And I tried to hold these secrets inside me

My mind's like a deadly disease

—Un acuerdo no quiere decir que arriesgue mi vida. —Se pone de pie, deja el pañuelo en la cubeta de al lado y cuando llega hasta mí, sin avisar me arrebata la copa y le da un trago. No digo nada ni protesto, ya me acostumbré a sus acciones—Enserio estoy ansiosa por terminar esto y...—Sus ojos obtuvieron en brillo de satisfacción y sonrió mirando a cualquier lado de la sala—Tenerlo a él.

And all the kids cried out

Please stop, you're scaring me

I can't help this awful energy

Goddamn right, you should be scared of me

Who is in control?

—¿Y dices que yo tengo obsesión? —Le arranco la bebida.

—Lo tuyo, es totalmente diferente. Yo lo quiero, lo anhelo. Pero tú, —Me señala con el dedo índice. —estas matando al que se te interponga en el camino. Estas llegando lejos por... ¿Quién? —Pareció pensar. Aproveché y le di un sorbo al vino en mis manos—¿La huérfana? ¿La protegida? ¿La...?

—Estás celosa.

La afirmación en mi voz la dejo atontada un momento, luego empezó a carcajear. No cambie mi expresión, pues sabia que en parte tenia razón. Aunque lo negara me iba a extrañar, lástima que no será mutuo.

—¡Claro que no! —Pronuncio mi nombre—No son celos. Es falta de comprensión. A ver, —Se separo y dio una vuelta. Su vestido coral apegado a su perfeto cuerpo fue algo que no pude ignorar, pero tampoco puedo ignorar el de aquella chica. Sonrió perversamente hasta que quedo delante de mí— ¿Qué le viste a ella que no tenga yo?

Aunque me estuviera mirando, baje la mirada hacia el vino. La música aun resonando el en lugar y podía sentir su sonrisa y expresión de triunfo.

—Y dices que no son celos.

Levante la mirada hacia ella y su risa estaba congelada, después cambio su expresión por una mueca de fastidio y bufo.

—Como quieras. Piensa lo que quieras. Además, ¿Me negaras que estas bien con el hecho de que lo elegí a él y no a ti?

Estúpida.

Me acerca hasta que lo único que tuvo fue mi figura. Se salva por el hecho de que sea de su tamaño, aunque aun así no puede evitar sentirse amenazada cuando me tiene mas cerca de lo necesario. Estire mi mano y roce sus mejillas. El tacto la estremeció y pude ver algo en sus ojos, algo que me fascinaba: Miedo.

Coloque un mechón de su cabello detrás de su oreja y llegue a sus ojos. En verdad esta nerviosa. Aunque se sepa defender sigue siendo vulnerable a mi alrededor. Termine de recorrer su cara y aterrice en su barbilla.

—¿Aun me estas retando? Eres una ficha en mi tablero. Puedo quitarte cuando quiera. —Intento desconectar nuestros ojos, pero fue inevitable. Estaba más cerca y finalmente, cerré los ojos en un modo de relajación y tranquilidad—¿Sabes porque no te he quitado, ficha? —Abrí los ojos, hundiéndome en el verde de los suyos— Porque en el fondo, aun te molesta que dejara de mirarte con los ojos que la veo a ella. Y eso me alaga. Mucho. —Acaricié la tela fina de su vestido con detenimiento y no pude evitar sonreír con ironía.

No se movió en ningún sentido cuando me acerque a su mejilla y deje un falso beso dulce en la comisura de sus labios.

Eso era lo inexplicable de esta chica. Delante de todos te podía congelar, hacerte sentir dolor de una manera inexplicable y delante de mí... Era puros nervios. ¿Por qué? En realidad, la comprendo. Sabe que haría lo que sea por lo que quiero y aun así decidió negociar con el peligro en persona.



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En el texto hay: misterio, fbi, amistad amor

Editado: 23.08.2020

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