CAPITULO UNO

"No sé de qué estarán hechas nuestras almas; pero, sean de lo que sea, la suya es igual a la mía, y, en cambio, la de Eduardo es tan diferente como el relámpago lo es de la luz o de la luna, o el hielo del fuego"

-¿Que lees? -pregunto una voz masculina estaba tan sumergida en el libro que no me di cuenta que se habían sentado al lado mío.

-¿Quién eres? -reclame sin siquiera mirarlo

-Yo pregunte primero -me respondió y alce la cabeza para mirarlo, nunca lo había visto en la universidad.

-¿Eres nuevo? -le pregunte esta vez con mejor ánimo y me miro con humor.

-Por segunda vez yo pregunte primero, ¿qué lees? ¿Puedo adivinar? -asentí y continuo- ummm, ¿sol de media noche? lo que tiene obsesionadas a todas las chicas ¿si se llama así? -lo mire confundida- ¿El de la escritora de apellido Perrone? mmm, ya me acorde Sol Perrone ¿sí?

-Si ya se cual dices, muy lejos de la realidad, te doy otra oportunidad -me reí y él se quedó pensando.

-¿No es de esa Sol Perrone?

-Nop, ¿te rindes? -asintió- Cumbres borrascosas -me miro sorprendido

- ¿Creí que estabas leyendo romance o algo por el estilo?

- Ah tendría que estar leyendo un típico libro de amor por ser una chica, idiota -le conteste salida de mis cabales, me estaba cayendo bien, lástima que va clasificando gente con estereotipos.

-Okey, no era por eso que supuse que leías romance, sino porque te mordías el labio mientras leías, pero ¿cumbres borrascosas? No entiendo -me dijo mientras se reía de cómo lo ataque, me siento demasiado avergonzada, pero ya está hecho y no voy a pedir perdón.

-Cumbres borrascosas es un libro de romance -afirme

-¿Lo dices enserio? Dos personas que se hacen daño mutuamente y a las personas que los rodean, para mí eso no es amor-dijo muy convencido

- No digo que sea algo sano o bueno pero si es amor, las dos personas se aman aunque se hagan daño, además que a ellos nada los puede separar, ni la muerte ese es el amor tan fuerte que supera todo eso, pero claro ellos dos son personas horribles, Catalina más que Heathcliff, pero se aman eso es romance.

-Me rindo, ganas tú, ¿cómo te llamas?

-Nop yo te pregunte primero -le dije imitándolo

-Muy graciosa, me llamo Erick, y sí, soy nuevo ¿cómo te llamas tú? -me respondió

-Abril, ¿no te parece que entraste un mes tarde a la universidad?

-Sí, estaba de vacaciones pero mi tía es profesora aquí, así que acá estoy.

-Me alegra que estés aquí. Jajá -le sonreí- Pero me tengo que ir a mi casa.

-un gusto en conocerte Abril -dijo con ánimo.

-lo mismo podría decir -murmure para molestarlo.

Me despedí con la mano,  me fui caminado de la biblioteca, esperando que Saval viniera por mí, me senté en una banca fuera de la universidad, abrí mi bolso para sacar mi celular, metí la mano más al fondo para haber si lo encontraba.

-¡MIERDA!¨ -salí corriendo hacia la biblioteca, la última vez que lo vi fue antes de ponerme a leer cumbres borrascosas, avance a toda velocidad que los cordones se me desataron y sentí que me iba de espadas cuando alguien me atrapo y cayo conmigo voltee a mirar quien erróneamente había intentado atraparme y me topé con unos ojos avellanas que me cautivaron, segundos después me di cuenta que era Erick, puse las manos en el piso, y me levante, tomando su mano para que el se levantara, se puso de pie y soltó una carcajada.

-¿De qué te ríes? -pregunté con humor.

-De lo torpe que eres -se volvió a reír y lo mire seria.

-y tú eres demasiado ágil -masculle con sarcasmo.

-yo te atrape y me hiciste caer -dijo solemnemente.

-bueno, tengo que hacer algo urgente -y es verdad necesito encontrar mi celular.

-¿porque tienes tanta prisa? -pregunto con curiosidad.

-es enserio necesito encontrar algo,  le dije con poca paciencia, me di la vuelta para ir a la biblioteca.

-¿Buscas tu celular? -me grito cuando ya estaba bastante lejos, me gire y me doble el tobillo por lo brusco del movimiento, pero me aguante el dolor para no darle la razón sobre mi torpeza, camine hacia el, de lo mas bien y me pare en frente de el.

-¿por qué cojeas? -bueno, no había caminado también como me había parecido.

-Seguro cuando me caí -me excuse.

-Pero antes caminaste de los mas bien -me contradijo.

-Bueno no importa -dije cambiando a un tema mas interesante- ¿tienes mi celular?

-si, antes de irme lo vi al lado de tu silla y vine para ver si todavía estabas para dártelo, luego te vi caer y ya sabes el resto de la historia-saco mi celular del  bolsillo de su maleta y me lo entrego- la próxima ten mas cuidado -se callo y de la nada agrego- ah y esto confirma que si eres demasiado torpe.

-Gracias -dije ignorando su ultimo comentario- ¿me lo podrías dar? -estiro su brazo para dármelo,lo agarre y le di un abrazo- si alguna vez necesitas un favor pídemelo a mi.

-No es para tanto solo encontré tu celular -si era para tanto, trabaje mucho por comprar ese celular- pero si insistes me puedes hacer un favor ahora.

-Si, dime¿cual? -pregunte

-Es que quiero el numero de una chica muy linda que conocí esta tarde -¿estaba hablando de mi? o de otra persona, si es lo segundo yo no conozco a casi nadie en la universidad, me limito a mi grupo de amigos, pero puede que sea una amiga mía, aunque no lo creo.

-Tiene el pelo marrón, ojos cafés, piel blanca, es linda, graciosa y demasiado torpe, ¿la conoces? -jajajaj estoy un ochenta por ciento segura de que soy yo- se llama Abril

-Si querías mi numero solo tenias que pedirlo -le respondí con un tono gracioso, prendí mi celular y se lo di para que pusiera su numero, me lo devolvió lo agregue y dije- perdón,me están esperando me tengo que ir.

-Si también se me hace tarde,hasta luego.

-Chao -dije y me fui corriendo, Saval me debe estar esperando, salí de la universidad y me encontré con que acababa de llegar, abrió la puerta de su automóvil y me senté en el asiento copiloto.