Capítulo 5

PASADO
 

Alai va de camino a casa de Lucas, con unas bolsas de la compra. Le quiere dar una sorpresa y esperarlo con una rica cena. Hacia unos días él le había dado la llave, ya que estaba viviendo solo desde que sus padres se habían mudado a España por trabajo y su hermano había formado familia. Le daba vergüenza usarla ya que solo llevaban saliendo unos pocos meses y todavía no habían oficializado, pero quería darle una sorpresa así que no tenía otra opción.
Cuando entró, vio en la entrada ropa tirada, eran demasiadas prendas y conducían hacia la habitación principal. Tuvo un mini infarto mientras iba caminando y las recogía. Del otro lado de la puerta se escuchaban varias voces, suspiró y tomó el valor necesario para interrumpir aquella fiesta.

—¡ME DAS LA LLAVE DE TU CASA Y ME ESTÁS ENGAÑANDO! —Gritó cuando abrió pero la imagen no era la que esperaba ver.

Quién estaba en esa cama era Benjamín y no Lucas. Estaba esposado y desnudo, mientras dos chicas lo tocaban por todos lados. Ellas se quedaron en silencio pero él se empezó a reír al ver como Alai tenía los ojos abiertos como platos y la cara roja de la vergüenza.

—¡Váyanse de acá! —Exclamó mientras les tiraban la ropa encima y después cerró la puerta de un portazo.

Se encerró un momento en el baño para mojarse la cara y recomponerse de la situación. Aunque sonrió aliviada de que no sea Lucas pero enseguida se sitio asqueada al pensar cuántas veces Benjamín habría usado la misma cama que usaba ella desde hacía unos meses. Salió del baño justo cuando las chicas estaban por salir de la casa.

—Perdón, no sabíamos que tenía novia —. Se disculpó una chica rubia. 
—Una novia embarazada. Ya les pueden ir avisando a sus amigas —. Le contestó con seriedad y aquellas chicas no sabían dónde meterse. 
—¡Que hijo de puta! —Exclamó la morena. 
—Yo que ustedes me iba al médico, no es la primera vez que hace esto y a saber si les contagio algo —. Les soltó mientras las acompañaba a la salida.

Benjamin, apareció detrás de ella en calzoncillos.

—Que feo lo que dijiste pero menos mal que no me gusta repetir —. Sonrió. —Me ahorraste mentir a mi, así que gracias La —Le apretó las mejillas y ella se soltó.
—¿Siempre traes acá a tus chicas? 
—Yo conozco a esta familia desde antes de que vos nacieras, tuve hasta mi primera vez en esta casa —. Se agarró una cerveza y fue a tirarse al sofá —. Todavía no está acabado mi departamento así que vengo acá. 
—Bueno, te vas a un hotel la próxima porque no pienso dejar que vengas a pervertir la cama en la que duermo varias noches a la semana. 
—Lucas es mi hermano, me deja. 
—Pero ahora está conmigo y esto no es un motel de tránsito. Andá a vestirte y cambiá esas sábanas. 
—No pienso moverme de acá. —Subió los pies a la mesita de luz, puso la tele y dio un trago a la cerveza.

Alai se estaba poniendo furiosa. Suspiró y se fue directa al baño, se puso unos guantes descartables y hasta una mascarilla. Se metió en la habitación y empezó a sacar hasta las fundas de las almohadas. Benjamín estaba apoyado en el marco de la puerta riéndose a carcajadas.

—Cuidado porque en esa almohada tenía apoyado mi culo desnudo.

Agarró la almohada y se la tiró por la cabeza. Lucas llegó antes de lo previsto y ni bien cruzó por la puerta, Alai y Benjamín corrieron hacia él para decirle que había pasado, hablando uno encima del otro.

—A ver, a ver. Vamos a calmarnos un poco —. Miró a Benja —Te dije que no uses mi habitación, pelotudo. Tenés otras tres en la casa. 
—Bueno perdón, es la que está más cerca. 
—Alai, no va a volver a pasar, te doy mi palabra. Pero Benja tiene llave de esta casa y es alguien más de la familia. Sólo que tiene que aprender a respetar espacios y a avisar —Lo fulminó con la mirada —Vas a tener que avisarle a ella cuando vengas a casa. 
—Está… bien —Contestó entre dientes.

Alai sonrió, le sacó la lengua y abrazó a Lucas.

—Y que vaya a cambiar las sábanas —. Le pidió mientras le sonreía.

Lucas le hizo una seña a su amigo y este se fue a hacerle caso, mientras la parejita se besaba a sus espaldas.