Inefable

Capítulo 47

Narra Alai.

Hace ya seis meses que Benja abrió el taller en Mardel, y aunque él está en su casa y yo en la mía, compartimos casi todo nuestro tiempo libre juntos y le hago bastantes visitas al trabajo aunque me suele echar porque le distraigo demasiado. Ahora tenemos una nueva pista donde mirar las estrellas cada noche y se convirtió en nuestro lugar favorito. Al estar a las afueras, es bastante oscuro así que se ve el cielo de una manera increíble.

Pablo y Benja se hicieron buenos amigos, así que salimos a cenar varias veces con su grupo, Rocío y su novio Omar, Camila, Martín y Joaquín. Cuando venían las chicas y los chicos, nos juntábamos todos para hacer asados e ir a la playa a pasar el dia, cuando hacía buen tiempo, y cuando hacía mal tiempo, en casa de alguno a jugar juegos de mesa.

Dejé las bolsas del súper en mi casa y me fui hasta casa de Benja. Tenía mi llame así que abrí la puerta y lo escuché cantar a todo pulmón mientras limpiaba.

—Me encanta verte limpiar —. Le dije después de dejar el bolso encima de la mesa. 
—¡No dejes el bolso ahí! —Se quejó —En esa mesa, comemos —. Se acercó, me dio un beso y luego agarró mi bolso para ponerlo en el perchero de la entrada —. Su lugar es este y los zapatos, abajo —. Me recordó. 
—No sabía que eras taaaaan maniático —. Suspiré y reí —. Mi jefa quiere publicar Inefable.
—¿En serio? —Asentí —¡Ahora que tiene un millón de lecturas! 
—Le dije que no así que me acaba de echar pero no me importa la verdad. Voy a autopiblicar. Lo tengo decidio. 
—Me encanta que vayas a hacerlo —me besó y me dio un abrazo —Sos una escritora maravillosa, te merecés todos los reconocimientos.
—Decís esas cosas porque soy el amor de tu vida —Reí.
—Pero es la verdad, sos una mujer exitosa y lo vas a seguir siendo. Vas a poder vivir de tu pasión.
—Con la cantidad de autores que han fracasado mil veces, no puedo pedir más...
—Tenés que soñar más a lo grande. 
—Mi sueño más grande ya se cumple todos los días —. Me puse en puntas de pie y le di un beso. 
—¿Yo soy tu regalo? —. Sonrió y besó mi nariz. 
—El mejor regalo del mundo —. Contesté y volví a besarlo.

🌙🌙🌙
 


Narra Benjamín.

Alai autipiblicó Inefable amor imposible, se convirtió en un éxito de ventas, está a punto de publicar la segunda parte y ya escribe la tercera. También tiene ofertas de distintas plataformas para hacer películas sobre sus libros. 
Al final me mudé a su casa de manera definitiva. Ya era absurdo estar viviendo en casas separadas cuando la mayoría del tiempo la pasábamos juntos. Así que después de ocho meses, por fin, vivíamos bajo el mismo techo.
Yo seguía con mi taller, trabajaba por las mañanas y por las tardes iba el gimnasio. Libraba siempre los fines de semana para tener citas los sábados con Alai. Habíamos llegado a ese acuerdo, salir de la rutina los sábados y tener citas especiales. Ya habíamos hecho de todo, clases de cocina, de baile, talleres de escritura, de teatro, rutas de senderismo, clases de surf, buceo... Habíamos probado la comida de todos los restaurantes de la zona y recorrido las cercanias.

—Tengo la caravana perfecta —. Me dijo con unos papeles en la mano —¿Listo para nuestra nueva aventura? —Me besó y sonreí.

Habíamos planeado tomarnos algunos meses para recorrer el país de punta a punta. Era algo que queríamos hacer y por suerte nuestros trabajos nos permita tener libertad para viajar.

—¡Decisión tomada! —se tiró en la cama —Películas para la plataforma de Prime Video son los que más me dejan opinar en el proyecto y me hacen más caso. Los demás quieren hacer un poco lo que quieren y cambiar todo básicamente. 
—¿Y tu anonimato?
—Samu dice que siempre que va a las reuniones le dicen que sería mejor si me muestro, pero no pienso hacerlo. Menos mal que Samu se encarga de todas las formalidades ¿Cómo va la carrera? —preguntó mirando hacia la tele.
—Delfina va a ganar, sin duda alguna. Le quedan dos vueltas y termina. 
—¿Si gana tiene que ir a Alemania?
—Si, así que mi familia irá a ahí. Te iba a gustar Alemania, tiene lugares increíbles.
—¿No querés ir?
—¿Te irías a vivir ahí una temporada? Delfina me ofreció volver a su equipo... Pero no te dije nada porque no creí que quisieras irte.
—Si, vamos. Quiero animarme a hacer este tipo de cosas... Además vamos a estar más cerca de España para que puedas ver a tu ahijado.

Acabamos de ver la carrera, abrazados en la cama, Delfina levantó el trofeo y se convirtió en la primera mujer piloto en ganar los internacionales. Mi teléfono empezó a vibrar en la mesita de luz, lo agarré y vi un mensaje de Lucas.

Lucas: Hola padrino, soy Brais. Estoy deseando que vengas a conocerme.

—Nació Brais —le dije a Alai y le enseñé la foto de Blanca, Lucas y su pequeño hijo en la cama del hospital.
—Entonces... ¿Cuando nos vamos a España? —me preguntó y me dio un beso en la mejilla.
—Esta misma semana, si es posible —acaricié su pelo —Gracias por querer ir a España, por querer ir a Alemania... No querría ir a ningún sitio sin vos.
—No vas a tener que ir sin mi a ninguna parte del mundo porque no pienso dejarte —se movió para ponerse encima de mí y yo ya me sentía exitado.
—Tendremos que dejar nuestro viaje en caravana para más adelante —le di un beso y le hice levantar los brazos para quitarle la camiseta.
—No importa, tenemos todo el tiempo del mundo para hacerlo. —Me besó en los labios, después en el cuello y tiró de mi pelo —Y para hacer esto también...
—No solo me calentás como si estuviera tocando el sol sino que además siento que te amo tanto que no me entra en el cuerpo.
—Te amo, Benja —susurró en mis labios —Te amo para siempre.


 

 


Gracias por leerme 🌙🖤




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