Sin dudarlo un segundo me alzó para comenzar a caminar conmigo pegada a su cuerpo, al sentir que comenzaba a subir las escaleras dejé su boca para poder atacar su cuello dejando un camino de besos húmedos sobre su piel, lo que creo que le gustó porque me apretó los muslos aún más mientras yo me aferraba a su pecho, no sé cómo lo hizo pero segundos después estaba acostada sobre la cama Kaden con él encima de mí, besándome sin descanso.
No se quedó en mi boca, comenzó a besar a mi cuello de tal forma que de seguro iba a dejar marcas sobre mi piel que podría ver mañana en mi reflejo, pero no me importa en lo absoluto, me gusta ver esas marcas si son suyas. Tiré mi cabeza hacia atrás y gemí su nombre mientras el bajaba sus besos hasta detenerse en mis pechos, los cuales chupó generando un vorágine en mi interior, bajé mi mirada hacia él y me encontré con sus ojos, que me miraban brillando de deseo al igual que los míos.
- No tienes idea de lo que llevo esperando poder hacer esto contigo estorbo, y te aseguro que voy a disfrutarlo- dijo
Siguió besándome hasta hacer contacto con mi humedad, usando su lengua, acarició mi punto sensible hasta hacerme gemir más fuerte de lo que debería, torturándome lentamente con sus movimientos, tomé las sabanas entre mis dedos para poder aferrarme a algo y no desvanecerme de placer.
Volvió a atacar mi boca mientras yo me deshacía de su ropa y él de mi uniforme, me aferré a su espalda de tal manera que no me sorprendería ver rayones rojos en ella mañana. Abandonó la cama un momento para ir en busca de un condón y ponérselo bajo mi mirada brillosa que quería sentir todo de él. Se colocó encima de mí nuevamente y me tomó de las piernas para ponerlas alrededor de su cuerpo, sentándome sobre él y rozando su entrepierna con mi humedad, lo que consiguió un gemido por parte de ambos, haciéndome temblar. Comencé a moverme encima de él al tiempo que él se aferraba a mi espalda y yo a su cuello para volver a juntar nuestros labios deseosos por los besos del otro.
- Kaden- gemí en su oído cuando comenzó a embestirme de manera casi bestial, moviéndose en mi interior como el experto que era, llegando a lugares que no sabía que existían, tocando todos los puntos necesarios para hacerme gritar, jadeos desesperados e irregulares salieron de mi boca sin descanso ¿De todo esto me estaba perdiendo antes? He subestimado los dotes de este hombre por completo, de verdad los he subestimado, quería darme una cacheta por estar reprimiéndome todo este tiempo, podría haber disfrutado de esto hace rato. Tomaba mi cuerpo con decisión y seguridad al tiempo se movía de tal manera que casi parecía poder hacerme tocar el cielo.
- Joder Caddie, córrete para mí nena- dijo él entre jadeos aumentando la velocidad de sus embestidas mientras me tocaba de tal forma que era demasiado placer para mi sistema, gemí otra vez contra su boca, su voz había conseguido prenderme aún más si eso era considerado como algo posible, me encontraba al límite y él no dejaba de besarme o acariciarme, lo que lo hacía incluso mejor. Segundos después, me sentí explotar y supe que ambos terminamos exactamente en el mismo instante. Encorvé mi espalda resultándome un acto inevitable y sin siquiera movernos de esa posición, apoyamos nuestras frentes respirando agitadamente antes de volver a besarnos a nuestro antojo.
Salió de mí y tiró el condón usado en el tacho de su habitación antes de volver a acercarse a mí, colocarme nuevamente a horcajadas de él y volver a tomar mis labios y mi cuerpo como suyos. Caímos en su cama y me aferré a su pecho sin dudarlo, aún con la respiración hecha un desastre y con las mejillas rojas a morir.
- Eso fue...- comenzó
- Increíble- terminé por él mientras volvía a mirar a través de sus ojos verdes, me sonrío para tomar mi mentón y volver a besarme como si fuera suya acariciando mi lengua con deseo mientras acariciaba mi espalda desnuda. Al separarnos caminé hacia su camiseta y me la puse, lo que lo hizo sonreír aún más.
- ¿Te he dicho lo sexy que te ves usando mi ropa?- preguntó al mismo tiempo en el que yo le devolvía la sonrisa acostándome a su lado
- Me halaga señor Nicolson- dije antes de volver a juntar nuestros labios
- Me gusta halagarla señorita Duval- contestó siguiéndome el juego.
Otra vez hundí mi cabeza en su cuello para dejar un pequeño beso ahí y apoyarme en su pecho, él rodeó mi cintura con su brazo y apartó la tela de su camiseta para poder dibujar en mi piel sin estorbos. Estaba completamente pérdida en él, sus caricias me relajaban haciéndome cerrar los ojos, su forma de tocarme era completamente única y acertada, es sorprendente que sea capaz de provocar esas sensaciones en mí tan solo poniéndome un dedo encima. Sonreí como una tonta cuando besó mi cabello sin dejar de acariciarme por un segundo y volviendo a acomodarse sobre la almohada otra vez. Comencé a acariciar su parte abdominal suavemente recorriendo cada centímetro de su descubierta piel, detallando cada musculo minuciosamente.
- ¿Te diviertes ahí abajo Caddie?- dijo divertido, lo que fueron segundos después, mi mirada estaba completamente perdida en su cuerpo cuando lo escuché hablar y volví a dirigir mis ojos a su precioso rostro.
Coloqué mis piernas a sus costados quedando sobre él y me acerqué para poder besarlo a mi antojo, con lo cual no tuvo queja alguna, siguió mi ritmo a la perfección haciéndome sonreír cuando sus manos se aferraron a mi cintura mientras me apretaron contra él logrando un leve gemido por mi parte, definitivamente quiero un segundo round, solo de pensarlo volvía a estar deseosa de sentirlo otra vez dentro de mí. De repente unos golpes en la puerta nos explotaron nuestra pequeña burbuja en la cara
- Kaden ¿puedes ayudarme a llevar a los mellizos a la cama? No pueden dormir en el sillón toda la noche- lo que en realidad consiguió aterrarme fue la voz que pronunció esas palabras, no era Jessie lo cual no sería tan grave, era la voz de su madre. Abrí los ojos con sorpresa, esto no puede estar pasándome ¿Qué hará si entra y nos encuentra en esta posición? No puede estar pasándome esto, ¡estoy encima de su hijo joder!