"Cuando te vi me enamoré y tu sonreíste por que lo sabías."
-William Shakespeare
Cuando me sentía mal mirar el cielo me tranquilizaba y esta no era la excepción, el cielo nocturno con las más bellas estrellas y una luna llena, que nos iluminaba a Tae y a mí, todo era muy hermoso, parecía sacado de una historia de amor, me sentía tan calmada y feliz, era una felicidad única que nunca había sentido o que simplemente estaba solo en mis recuerdos.
En esa mi fría y calculadora mente en la cual nadie había podido adentrarse tanto, ni siquiera yo misma, pero él...con tan solo verme supo como me sentía y todo lo que sufría, me resultaba un completo enigma si él también había pasado por momentos tan difíciles en su vida, pero de alguna forma quería averiguarlo, quería...conocerlo más, por alguna razón, un motivo que desconocía quería estar a su lado, pero debía entrar en razón, por que sin darme cuenta pase de mirar el bello cielo a mirarlo a él, a apreciar no solo su belleza si no su ser.
Inmediatamente lo notó así él dirigió su mirada hacia mí, y así nuestras miradas se conectaron, no tenia miedo de mirarlo a los ojos por sentirme inferior o algo parecido, si no que tenia miedo de que se diera cuenta que yo estaba completamente enamorada de él, por que sí, lo estaba y no iba a negarlo, no ahora, no frente a él.
Pero ante tal acto de miradas, de la nada en su rostro se embozo una de esas bellas sonrisas que le caracterizaban y eso no me ayudó a volver a la realidad si no a tan solo perderme más en él con la bella luna de testigo.
El tan solo dio unos pasos más a mí, por lo que yo me estremecí por tal acto ya que lo tenía cerca, él solo se dispuso a tomar mi rostro con sus manos y yo literalmente no me movía ni siquiera sentía que estuviera parpadeando, pero mi corazón no paraba de latir acelerado por tenerlo cerca, acercó su rostro al mío y yo ni por mas nerviosa que estuviera iba a cerrar los ojos ante lo que fuera a hacer, mi mente estaba en blanco, hasta que...él solo me dio un beso en la frente y me abrazó muy fuerte.
–¿Por que haces esto?. –cuestioné aún en sus brazos.
–Por la misma razón que tú no me quitas el ojo de encima. –susurró en mi oído, para seguir abrazandome.
–¿No crees que es mucha confianza para unas cuantas horas?, Además yo ni siquiera te estaba viendo por que me agradarás, solo que aún sigo insegura por el comentario del secuestro. –resople algo desconcertada.
Me separó de él para mirarme a los ojos y inspeccionar cada parte de mi rostro con su mirada.
–Tu dijiste que un rostro tan bello no se ve todos los días, ¿no?. –Asentí– pues yo no he visto a una mujer tan hermosa en toda mi vida, así que dejame por favor seguir admirandote. –yo solo me volteé para otro lado con la cara toda roja y el brillo de la luna no me ayudaba a disimularlo.
Él con una de sus manos volteó mi cabeza he hizo que lo mirará.
–¿Es algo malo decir la verdad?–yo solo negué– Dime algo Yoss, ¿Qué fue lo que pasó con Jimin?–Sinceramente yo no quería contarme por lo que solo baje la cabeza.
–Creo que debería entrar a mí casa, adiós. –empecé a caminar hacia mi casa, pero él me tomó de la mano, yo lo volteé a ver y él me dio una carta y una tarjeta.
–Nos vemos luego Yoss, ten una linda noche y duerme bien. –me dijo y sonrió, para después marcharse en su auto.
Yo entré a mi casa y empecé a caminar a mi habitación, como vivía sola no tenia problema con llegar tarde. Lo que hice al llegar fue subir a mi habitación y dejar en la mesita de noche que estaba a un lado de la cama la carta y la tarjeta que me había dado Tae, no tenia cabeza para leerlos aún, así que fui a darme una ducha ya que había sudado mucho a causa de los nervios, me puse mi pijama de panda y me acosté pero no podía conciliar el sueño a causa de todo lo que paso con Tae, tan solo con pensar en él sentía que se me revolvía el estómago, si esas eran las supuestas "mariposas en el estómago" para mi sólo era como si me fuera a enfermar.
Sin darme cuenta logré conciliar el sueño tan bien que eran las 12:00 del medio día y seguía durmiendo, si por mi fuera seguiría durmiendo mucho más, pero mi estúpido teléfono comenzó a sonar dándome a entender que ni siquiera en domingo podían dejarme descansar.
Y resulta que era una llamada, ni siquiera me interesó ver quien era yo sólo contesté.
–Bueno, ¿quién hablá?–dije aun algo adormilada.
–Hola Unnie, soy yo. –contestaron en la otra línea.
–Hola winny, ¿pasa algo?. –Respondí aún somnolienta.
–Unnie, ¿recuerdas que te dije que Jungkook iba a ser mi pareja el día de la graduación?.–dijo con preocupación en su voz.
–Si winny, ¿por qué? ¿Pasa algo con eso?– dije algo confusa, pero si Jeon Jungkook se atrevía a cancelarle a mi soulmate era capaz de meterle buenos golpes en su bello rostro.
–Lo que pasa es que......