En la orilla del hermoso océano de Miami una encantadora chica miraba la hermosa agua azul, mientras se hundía en pensamientos de aquella noche que su hermano y ella tuvieron que huir de la ciudad y nunca tuvo respuestas del que paso o donde estaban, sus pensamientos fueron interrumpidos por Laura, su mejor amiga.
(Laura) — ¿En que piensas tanto?
Samanta no esperaba que su amiga llegara de la nada a sus espaldas.
(Samanta) — ¡Me asustaste!
(Laura) — Venga chica solo te eh hecho una pregunta.
Samanta miro a su amiga y sonrio.
(Samanta) — Solo pensaba en mis padres, ya sabes, el que paso en este lugar aquella noche.
(Laura) — Estamos aquí para resolver eso, veras que llegaremos hasta el fondo de esto.
Laura abrazo a su amiga para motivarla.
(Samanta) — Vamos a la casita de mis padres.
Las chicas empezaron a caminar en dirección a la casita de la colina, donde Samanta paso toda su infancia y todas sus buenas experiencias y ahora tendria que descubrir que paso con sus padres.
De la playa a la casita quedaba de largo 15 minutos, las chicas caminaron motivadas, hablando y riendo, compartiendo tiempo como en la infancia, no notaron lo cansado del camino y lo rápido que llegaron a la casita.
(Samanta) — Sigue igual de hermosa a como la dejamos...
(Laura) — Entremos.
La casa estaba como la recordaba Samanta, igual de calida, de agradable, la señora de la limpieza hizo un exelente trabajo, todo en su lugar como le gustaba a la madre de Samanta.
Laura se sintio muy bien aquí y Samanta recordaba todos los buenos momentos que pasaron juntos, todo lo que vivio con su padre y su madre, como jugaba con su hermano.
(Laura) — Se que duele, pero agarra fuerzas, esto ayudara a que tengas coraje y poder enfrentar todo y esperar cualquier resultado.
Para cualquiera eso sonaria cruel, pero era la verdad y tenian que ser realistas, todo podia pasar.
(Samanta) — ¡Bien, a elegir habitaciones!
(Laura) — Bueno, tú elige primero.
(Samanta) — Me quedare en la de mis padres.
(Laura) — ¿Estas segura de eso? Digo, no te sentiras mal.
(Samanta) — Estoy segura, solo quiero sentirlos que estan junto a mí.
(Laura) — Bien, yo me quedare dn la habitación de invitados.
Las chicas tomaron sus cosas y las llevaron a sus habitantes.
Samanta entró a la habitación de sus padres y una triste y suave sonrisa se formo en sus rosados labios, cerro los ojos y dejo que los recuerdos la guiaran.
(16 AÑOS ATRÁS, 11 MESES ANTES DE LO OCURRIDO)
(Samanta) — papi, he tenido una pesadilla, papi despierta.
(Padre) — Estoy despierto bebé.
(Samanta) — ¿Me puedo quedar a dormir aquí, papi?
(Padre) — Claro princesa, no tengas miedo, papá siempre te va proteger.
(Samanta) — Te amo papi.
(Madre) — Yo igual los amo a los 3, pero duerman ya mis amores.
(PRESENTE 25 DE ENERO DEL AÑO 2017)
(Samanta) — Juro que descubrire que paso, espero que esten bien...
La noche llego tan rápido como los rayos de sol por la mañana, Las chicas estaban cansadas de un día tan largo y lleno de un viaje agotador, por fin calleron rendidas.
Sin importar que doloroso fue volver, donde todo empezó y estaría por terminar.