No lo sé, ¿Cómo es posible que una frase tan pequeña y simple como esta llegue a ser tan irritante y molesta para si mismo? Hay una duda en tu vida que sabes que es importante y aun así no sabes que responder nada mas allá de un simple no lo sé. He llegado al punto de considerarlo como un problema, debido a la frustración que suele traernos a muchos, y es posible que se presente en estas dos mentes tan distintas y tan iguales a la vez.
Después de haber cerrado con éxito aquella firma para su buen amigo miguel no quedaba mas que hacer que ir a casa, en cierto punto agradecía que la madre de Nicole llamara para pedirle que ya regresara, a pesar de que le pidió que apagara su celular y que haya sido muy poco profesional a su parecer, lo agradecía, pues quería salir de ahí cuanto antes, solo quería descansar un poco antes de que su mente regresara a la persona que tanto ha querido superar sin éxito, esperemos que eso cambie pronto.
Mientras que Nicole se sentía apenada por ello, pues sabia que debía apagar el teléfono debido al trabajo, el camino de regreso esta siendo bastante silencioso, ella no sabe si es porque se encuentra molesto, conociéndolo debería estarlo, pero, ella no lo conoce más allá de su trabajo, tal vez es solo que no quiere hablar con ella como cuando recién iban en camino, ambas era posibilidades ambas la llenaban de tensión. Lo último que quería era quela despidieran.
Después de eso que le pareció una eternidad en el infierno, por fin llegaron a la puerta de su casa, cuando el auto se detuvo frente a ella no sabia si bajar sin decir nada o si debería disculparse con su jefe, después de un suspiro interno decidió que hacer, opto por la segunda.
─ lo siento ─ dijo casi en susurro, uno que aquel hombre no logro comprender.
─ Disculpa, ¿Qué dijiste? ─ dijo Andrew confundido mientras dirigía su mirada ella.
Su mirada era profunda, sus ojos oscuros le hacían aun mas atractivo del que ya poseía, unos ojos oscuros y penetrantes, que a la poca luz de esa calle se veían aun mas profundos e intimidantes, tan hermosos a su vez, sería sencillo perderse en ellos, y difícil el no hacerlo.
─ Lo siento ─ volvió a repetir ─ se que debí mantener apagado el teléfono, no quise interrumpir la cena, lo lamento tanto, no volverá a ocurrir.
─ si, debiste mantenerlo apagado, pero realmente quería salir de ahí ─ una pequeña risa casi inaudible se escucho de parte de él, una que Nicole logro escuchar. ─ no te preocupes, solo espero que no vuelva a repetirse, por ejemplo, mañana, tengo una junta y tienes que estar ahí, así que ve presentable, después de la universidad vas a cambiarte y luego directo a la oficina, Rubén debe firmar los contratos, será mejor que entres, tu madre no parecía contenta.
─ De acuerdo, en verdad no volverá a suceder, adiós.
Estaba a punto de bajar del auto cuando la voz de Andrew la detuvo, empezaba a creer que tal vez era mas comprensible y menos arrogante de lo que ella pensaba.
─ Pero hay algo que necesito que entiendas muy bien si quieres seguir trabajando conmigo. ─ dijo con la seriedad y autoridad que lo caracterizaba nuevamente estaba aquel Andrew del que comenzaba a olvidarse ─ esto no puede volver a suceder, no pienso tolerar estos tipos de faltas de profesionalismo, trabajando conmigo no tienes horarios fijos de salida si yo no te lo he asignado para un día en particular, deberías hablarlo con tu madre para que al igual que tu logre comprenderlo, por hoy no habrá problema, pero espero que no vuelva a ocurrir, tu madre no puede interrumpir todas las reuniones de negocios, mañana hay bastante trabajo así que lo mejor será que descanses, buenas noches.
El Andrew Wesker que conocía estaba de vuelta, el que tanto aborrecía y la vez admirara, aunque no quisiera admitirlo, su trabajo le parecía perfecto, sin margen de error, no le quedo mas que respirar profundo y responder con unas buenas noches para bajar de aquel auto y entrar a casa.
Al hacer esto subió directamente a su habitación, por mas que le molestara la actitud que tenia sabia que era mas que cierto, se acostó en su cama posando su mirada en el techo, pensando. Lograba comprender lo que le dijo, sin embargo, no dejaba de ser molesto el tono que solía usar, no era insolente, mucho menos grosero u ofensivo, realmente no había nada malo en el pero entonces ¿Por qué le molesta tanto? No lo sé, no lo sabe, no lo sabemos. ¿te gustaría tener las respuestas a las dudas que se aproximaran? Porque a mí sí.
Aquel hombre resultaba tan extraño para ella, tan misterioso, como si ocultara o tratara de huir de algo, había algo en el que la llenaba de curiosidad, algo que quería descubrir y entender. Lo que mas llenaba su cabeza de dudas era el saber cuál es la razón de esos ojos llenos de furia, llenos de tristeza, llenos de una oscuridad penetrante, así como también quería saber que se escondía detrás de esa actitud tan fría, tan demandante, tan autoritaria, ¿será posible que haya un corazón puro? O ¿lo que nos muestra es lo que realmente es? No lo sé, ¡quiere entenderlo y no sabe cómo! ¡quiere saberlo y no sabe de que manera! ¡por alguna razón quiere acercarse a el pero no sabe que hacer!
Su mirada se encuentra perdida en el techo, con un solo pensamiento en su cabeza, no podía dejar de reproducir una y otra vez la pequeña risa de Andrew que había logrado escuchar hacer unos momentos, fue corta, no fue aguda, no fue ronca, no fue forzada, fue natural, simplemente le había parecido perfecta, como si hubiera escuchado algún dulce sonido celestial, que ahora que lo piensa, bien podría serlo. Una sonrisa se dibujo en su rostro al saber que esa pequeña risa la provoco ella, una sonrisa que se desvaneció al darse cuenta de sus pensamientos, ¡por que rayos esta pensando en Andrew! ¡su jefe! Debe estar cansada, debe ser eso, aunque no lo explica por completo, quizá dormir seria lo mejor, así ya no pensaría locuras.