Brístol, Inglaterra.
Año 2136
Proceso de adaptación no tan exitoso
GREGOR
El bar estaba bastante tranquilo, unos pocos jóvenes adolescentes se encontraban bailando en la pequeña pista. Las luces rojas me molestaban un poco pero Estrella parecía fascinarle el hecho de que las luces nos persiguieran.
Paso mi mano por su cintura cuando por el rabillo del ojo observo a un cuarentón de barba incipiente intentar acercarse a ella, como si fuera su maldita presa.
-Lindo culo - ronronea palmeando su trasero.
Sin pensarlo dos veces, mi puño derecho impacta con su mandíbula. El cuarentón cae al suelo y uno de los tipos que se encontraba con el barbudo viene a su rescate.
-¡Maldito niño de mierda! - escupe el sujeto aún en el suelo.
Tomo la mano de Estrella que se encontraba analizando la situación y la llevo hacia la salida. Mi mente aún trata de procesar lo que acabo de hacer.
-Nos están siguiendo - dice Estrella tranquilamente, sin siquiera mirar atrás. Volteo y maldigo por lo bajo cuando confirmo sus palabras.
Ambos sujetos se acercan a paso rápido, están gritando pero la adrenalina no me deja ni siquiera oír la música del bar.
Llegamos al auto pero antes de entrar alguien se abalanza sobre mi.
-Niñato imbécil - gruñe el tipo barbudo, su puño impacta contra mi mejilla, cuando está por dar el segundo golpe me cubro el rostro y le doy un rodillazo en su asquerosa zona baja.
Sonrío cuando oigo un pequeño gemido de dolor. Me levanto y rápidamente busco con la mirada a Estrella, quiero decirle que no se asuste pero sinceramente, a ella hasta parece divertirle la situación. Se encuentra media sentada sobre el auto, una mueca similar a una sonrisa se forma en su delicado rostro.
Su jean negro y la chaqueta de cuero le dan aire de chica mala.
Mmm, chica mala y sexy...
-Mierda - me quejo cuando otro puñetazo me recibe. Esta vez en mi estómago.
Intento levantarme pero dos fuertes patadas en el estómago me dejan sin aire. Siento mi ojo izquierdo cerrarse de la hinchazón, ni siquiera recuerdo que me hayan golpeado en el rostro.
Con mi ojo sano busco a Estrella que esta vez me devuelve la mirada...fría.
-Tú irás con nosotros cielito - sonríe el amigo del cuarentón, colocando sus horribles manos en su cintura.
-Mi nombre no es Cielito - aclara - soy Estrella.
¡Carajo!
-Estrella, estrellita - ronronea el tipo, apretando su trasero. - la pasarás genial conmigo, te lo aseguro.
La ira me invade, hago un gran esfuerzo por levantarme y gritar que dejen a mi chica en paz. Pero de mis labios apenas sale un quejido inaudible.
-Estrella - logro susurrar - vete
-Estas herido - observa con mirada fría - ellos te lastimaron
Ambos tipos se ríen. Estrella los observa y toma las manos del tipo que tocaba su trasero.
-Hermosa, dime dónde quieres que mis manos te toquen...¡AAAHH! - el horrible ruido de huesos quebrándose me obligan a levantarme.
El tipo está en el suelo, con ambas manos y dedos rotos, casi me dan arcadas cuando veo los pequeños huesos sobresalir de sus manos.
-¿Pero qué mierda? - el tipo barbudo se acerca a Estrella completamente enojado. Cuando alza la mano para golpearla ella rápidamente toma su brazo y lo quiebra.
Ahora ambos gritan de dolor. La sangre comienza a regar el suelo.
-Estrella - toco su hombro y ella voltea a verme, dispuesta a atacarme, ¡sus ojos son increíblemente violetas! - tranquila - susurro levantando mis manos. - soy Gregor.
-Gregor - repite ella. Sus ojos vuelven a su color natural. Azul claro.
-¿Estás bien? - pregunto acunando su rostro con mis manos.
El gesto parece calmarla porque toma mis manos y cierra sus ojos. Sonrío porque esa acción es propia de los humanos...
Propia de las parejas.
Un escalofríos me recorre el cuerpo, me doy cuenta del motivo en cuanto Estrella me suelta.
-Ahora me siento mejor - dice con voz monótona.
La muy hija de puta otra vez estaba drenando mi energía.
-Ya vamonos - siseo molesto. Subimos al auto y cuando observo mi reflejo en el espejo suelto un jadeo.
¡Mi rostro se encuentra impecable! No hay ningún signo de pelea, levanto mi suéter y observo mi abdomen plano, sin ningún tipo de marca. La observo con gratitud.
-Estrella - susurro bajando la mirada a sus labios.
NÍCOLAS
- ¡Pero escucha lo que estás diciendo, Nícolas! - exclama mi padre, prácticamente corriendo, intentando seguir mi paso. - Has estado postergando por mucho tiempo este proyecto y ahora que hemos encontrado la solución dices que...¡Dices que te retiras! - grita desbordado.
Simplemente lo ignoro, por supuesto que no abandonaría mi proyecto, solo lo postergaría por unas semanas hasta dar con el paradero de mi esposa.
Pero eso es algo que nunca compartiría con Víctor.
- Nícolas, tenemos que hablar...
- La conversación ha terminado. - declaro. Llego a mi oficina y recojo mis archivos mas confidenciales. Aún siento la presencia de Víctor, me sorprende que no este hablando idioteces.
- ¿Es así como planeas seguir tratando a tu padre? - Sonrío. No debí cantar victoria antes de tiempo. - yo te he dado todo - suspira con resignación - te he dado miles de dólares, millones de libra esterlina...he invertido mucho en ti, he pagado las mejores escuelas, las mejores universidades del mundo...
-¡Ya basta! - golpeo el escritorio con fuerza. - dime una cosa- me acerco furioso hacia aquel rostro arrugado - ¿Acaso yo te he pedido eso?, ¿te he pedido estudiar en las mas prestigiosas escuelas y universidades del mundo?¿te he pedido miles de dolares, millones de libra esterlina? - mi puño impacta nuevamente contra el escritorio de vidrio, aunque esta vez los cristales caen por todo el suelo.
- Hijo, detente...
- ¡Lo único que yo anhelaba era tu tiempo! - la rabia no me permite sentir dolor, mi otro puño impacta contra la pared.