Levantando su mano la mujer del espejo que me había engañado hizo aparecer cadenas de un color amarillo brillante, y, moviéndose como serpientes estas cadenas comenzaron a rodear a Astur interrumpiendo el conjuro de su hechizo. Este último intentaba librarse y moverse inútilmente y solo provocaba que las cadenas se ajustaran más y más a su cuerpo.
<Yo no pude haberle hecho eso, yo no pude, no pude, no pude>
Un grito de ayuda de Astur rompió el trance de mis pensamientos –Tú serás una excelente moneda de cambio contra OCCI y la Orden, sumado a que te necesitan para el ritual, por lo que harán desesperadamente lo que sea para recuperarte –comenzaba a regocijarse la mujer del espejo haciendo flotar al chico en medio del aire con sus cadenas.
Las pocas personas que se encontraban allí también se asustaron tanto que abandonaron todo y salieron corriendo del lugar –Perdóname, no era mi culpa –fue lo único que pude sacar de mi boca.
Cerrando sus ojos y haciendo una mueca con su boca, el joven con las puntas de su cabello teñidas de verde aguantaba en silencio el dolor –No te culpes Damien, te engañaron. Tú…tu solo querías ayudar.
Lo normal y lo que me esperaba era que él se enojara mucho conmigo, que me insultara y se fastidiara. Pero me dolió todavía mucho más el hecho de que él se pusiera en mi lugar y me comprendiera, mis piernas y manos temblaban como gelatina lo que provocaron que cayera al suelo de rodillas lleno de impotencia.
En ese momento gire mi cabeza y observe a la chica encerrada dentro de una barrera de energía –Tu eres de OCCI Maricruz ¡Haz algo! Detenla –observe ansioso a la chica, pero ella no respondió, permaneció con todo su cuerpo inmóvil apreciando la situación.
La barrera de energía que la rodeaba se rompió como un cristal y la mujer adulta giro su cabeza para mirar a la chica -¿Maricruz? –Ella parecía interesada en la chica –Oh, eres tú. Pensé que habrías muerto cuando intentaran leer tu mente. Que sorpresa.
-No madre, se equivocaron. Yo no les dije nada y estoy sana, jamás las traicionaría.
-Eso veo, aunque discrepo con lo último ya que veo que ahora te uniste a OCCI. No te tomo mucho tiempo reemplazarnos, que lastima –diciendo esas palabras la mujer del espejo observo el antebrazo de la chica, donde antes se encontraba el símbolo de su aquelarre ahora estaba el logo del D.A.P de OCCI.
-Jamás haría eso madre, por favor permítame regresar. Esta vez no las defraudare, lo juro.
Levantando una de sus cejas ella contesto –No pudiste conseguir ni vincularte con un grimorio, era una tarea tan simple y fallaste. Es mejor no tener basura en nuestro grupo.
Los ojos de la chica se volvieron vacíos de repente, como si le hubieran arrancado el alma y procesando o negando toda esta situación en su cabeza ella se quedó petrificada.
-Que patético, aunque ya obtuve lo que quería, así que mejor me marcho.
Con impotencia golpee mis puños en el suelo <No puedo dejarlo, no puedo dejar que pase esto. Astur no se merece nada de esto> lleno de rabia levanté mi vista hasta el chico que estaba sufriendo encadenado y volando en medio del cielo –Déjalo…libre –le exigí a esa bruja del espejo.
La mujer ni siquiera me estaba prestando atención hasta que dije eso, ella me observo confundida como si una mosca la molestara. Pero lo que no se esperaba al dar vuelta su cabeza es que yo tomara una silla con la intención de golpearle la cabeza.
No obstante, al momento de que el mueble fuera a impactar, la figura de la mujer alta del espejo desapareció y la silla cayó al suelo rompiéndose, a mi lado volvió a aparecer la bruja que sostenía la cadena que retenía a mi amigo –Que intento más inútil – mostrándome su otra mano una mándala apareció y genero una explosión que me mando a volar lejos del patio de comidas, hasta que mi cuerpo se estrelló contra un local de comida.
Las personas del lugar al percatarse de todo el caos que pasaba y de caer en cuenta de que no era una actuación solo salieron corriendo despavoridos del lugar mientras alguien lo grababa todo con su celular. El impacto de mi espalda contra la pared me hizo vomitar mucha sangre y caer al suelo con la vista borrosa <Maldición, Maricruz está sufriendo una crisis dentro de su cabeza y no puede hacer nada…y yo, yo soy completamente inútil en todo esto> me daba lastima a mí mismo.
Antes de que la líder del aquelarre desapareciera con su prisionero se sorprendió por algo. El grimorio con tapa dura hecha de escamas de dragón comenzó a temblar hasta salir de mi mochila y en el suelo se abrió -¿El Albanum Maleficarum? –se preguntó para sí misma la bruja muy confundida –¿Qué hace aquí el grimorio que esa inútil no pudo conseguir? No importa, será un dos por uno –agachándose y estirando su brazo ella intento tomar el libro con la intención de abrirlo, pero una gran humareda comenzó a salir acompañada de un olor a carne quemada que la obligo a volver a tirar el libro al suelo.
Una nube tanto blanca como negra salieron del interior y se dirigieron hasta mí –Esta bien, esto ya me dio demasiada pena – comento Samael con su apariencia humana.
-¿En serio? Yo estaba disfrutando mucho de esto, verlo romperse de la desesperación e impotencia me causo tanto placer que estaba por eyacular.
La líder de las brujas observaba confundida el libro tirado en el suelo en un intento de entender que ocurrió, aunque antes de que tuviera una idea Samael chasqueo sus dedos y el grimorio vino volando hacia nosotros –No seas tonto Damien, tú eres el vinculado a este grimorio y posees dos fuentes de energía inmensas. Solo tienes que usar el libro.
Pero yo no me encontraba en las condiciones para hacer eso, sentía como si algún órgano interno se me hubiera roto y todo el interior de mi cuerpo comenzara a llenarse de sangre, eso podía notarse en como tosía sangre exageradamente.
-No entiendo que está pasando –se preguntaba el ángel confundido.
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Editado: 12.02.2022