Inimaginable Amor

Pequeños detalles.

Capitulo 8

  Cuando Oliver se fue Gabriela entro a su casa y suspiro recostandose a la puerta, no sabía por qué estaba tan nerviosa, últimamente cada vez que veía a Oliver o hablaba con él estaba inquieta y sentía un cosquilleo en el estómago algo que nunca le había pasado, nego con la cabeza en silencio, de seguro estaba imaginando cosas y estaba tan nerviosa por la emoción de tener un amigo y presentárselo a su padre.

  2 días después.

Cuando Gabriela salía del trabajo se encontró a Oliver de pie frente a la tienda recostado a su auto de brazos cruzados y a simple vista tenía el semblante serio.  

- Hola - saludo acercándose hacia donde él estaba - por qué esa cara ? pareces enojado.

- Me haces quedar como el peor amigo del mundo Gabriela - se quitó sus lentes de sol - y si estoy enojado contigo,hoy es tu cumpleaños y no me lo dijiste - parecía un niño pequeño reclamándole.

- Que? y como te enteraste? - pregunto sorprendida.

- Tu padre me llamo para invitarme a la reunión que va a prepararte para esta noche, el pobre ni siquiera sabía que yo no estaba enterado de tu fecha de cumpleaños - explico - por qué no me lo dijiste ? y no me digas que es por qué no hay confianza por qué más confianza que nosotros dos no se tiene nadie en el mundo además no te creeria por qué hemos hablado de todo y que se te olvidó tenemos 4 meses de amigos así que tampoco te creo ya que tu sabes mi edad y fecha de nacimiento - recordaba todo - explícate por favor.

- De acuerdo, tienes razón no es por falta de confianza ni olvidó u otra cosa es que sencillamente no me gusta celebrar mi cumpleaños eso es todo - suspiro - papá organiza esa fiesta cada año con la intención de ver a mamá y discutir con ella por qué aún no supera que lo haya dejado y por otro lado mamá viene con su actual esposo y la bestia de su pequeño Harry quien no para de hacer malos comentarios y decirme lo mucho que me odia mientras su padre hace sentir mal a el mío constantemente - conto con el dolor reflejado en sus ojos - odi que me utilicen de esa manera, uno por venganza y los otros por su odio y resentimiento - Oliver suavizó su expresión y la entendió no debía ser fácil soportar algo así - estoy harta y ya no quiero seguir así disimulando mi dolor y celebrando un día que en realidad no me gusta celebrar.

- Bien, te entiendo - suspiro y tomó sus manos entre las de él - siento haberme enojado - se disculpo - ahora sinceramente me siento como un idiota - Gabriela sonrió.

- No te preocupes, es normal que te enojes, pero no es por mala amiga - aseguro - y no te sientas mal por no saberlo yo no te lo dije.

- De acuerdo - asintió - pero ahora para no sentirme tan mal y tan idiota vas a dejar que te lleve a celebrar tu cumpleaños.

- Que? no no no yo no necesito eso en serio - nego rápidamente.

- Ay por favor ! claro que sí, todos necesitamos que alguien nos festeje y no haga sentir bien - la miro con ternura - déjame demostrarte lo bien que la puedes pasar en tu día si ? permíteme darte el día que te mereces. - pidió - y te lo suplico, no me haga suplicar - ella volvió a sonreír.

- Está bien Oliver, está bien - acepto - dame un día especial como solo Oliver Montenegro lo puede hacer - ahora el sonrió - pero y la reunión de mi papá? - pregunto sin mucho interés en asistir.

- No te preocupes por eso, le dije que iría y yo siempre cumplo mi palabra, así que te prometo que llegaremos a tiempo - la observo detenidamente con gracia - a menos de que tú me digas que no quieres ir y por primera vez en mi vida yo falte a mi palabra, pero solo por ti, es un deseo que te cumpliría sin ningún esfuerzo.

- No, no podemos hacerle eso a mi papá - rio - sería muy descortés.

- Sería tentador robarme a la festejada - pensó - imagínate lo emocionante que sería, tu padre me odiaria de por vida eso es seguro, pero valdría la pena además uno no cumple 21 todos los días, vamos ? - la miro con picardía

- No Oliver - rio de nuevo dándole una palmadita en el brazo - mi papá me mataría, vamos a festejar junto bien, pero luego asistimos a la fiesta en mi casa.

- De acuerdo - suspiro con fingido fastidio - tendré que dejar mi fantasía de raptar a la festejada para otra ocasión - sonrió - nos vamos preciosa ? - ofreció su brazo.

- Vamos - la tomo encantada. Ese día todo fu especial Gabriela por fin se sintió especial y Oliver se encargaba de cuidar cada pequeño detalle festejando así lo poco que quedaba de su cumpleaños en grande por primera vez en su vida animando la a hacer cosas que ella sola no haría y apreciando cada momento para hacerlo algo único y maravilloso alejándola de su temperamental e inestable familia y de todos sus problemas.

Al llegar a su casa respiró hondo cerrando los ojos un momento, él viendo sus nervios e incomodidad tomo su mano y haciendo que lo mirara sonrió.

- Todo va a estar bien - susurro - yo estoy aquí y cuando me digas si quieres nos vamos - ella asintió.

- Ya se que si - dijo - seguro estando tú aquí será más llevadero todo y quizá hasta llegué a ser divertido - sonrió - gracias por tu apoyo Oliver, estoy segura que no me equivoco al poner toda mi confianza en ti.

- No hay de que - dijo él - pero si veo que no te diviertes te prometo que te rapto - la hizo reír de nuevo.

- Esperemos que eso no haga falta - beso su mejilla - pero estoy segura de que mientras tú estés allí no me voy a aburrir o a enfadar por nada, entramos ? - está asistió atónito por el beso en su mejilla.

- Si, entremos no me gusta llegar tarde y estoy segura que a ti tampoco - presumió lo que sabía de ella.

- Bien, Oliver, bien - lo felicito - tienes buena memoria.

- Gracias.  

- Pero vamos - lo tomo de la mano para entrar a la casa. 



#22763 en Novela romántica
#14524 en Otros
#2169 en Humor

En el texto hay: amor amistad humor

Editado: 30.09.2021

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.