Capitulo especial

Capitulo especial

    Estaban Gabriela y Oliver desayunando en el comedor de la cocina charlando de forma amena, la plática consistía en cualquier tema que surgiera en el momento y de forma animada.

En algún momento de la conversación llegó el pequeño hijo de la pareja, adormilado, casi dormido y aún en pijama, su padre se levantó de la silla para tomarlo en brazos.

- Buenos días pequeñín - lo saludo con un tono tierno llevandolo hasta donde estaba su madre quien lo recibió con los brazos abiertos.

- Buenos días papi - respondió abrazando a su mamá mientras depositaba un beso en la mejilla de la mísma - buenos días mami.

- Buenos días cielo - sonrió cuando lo vio restregandose los ojos verdes con las manitos empuñadas y estos aún cerrados - como amaneciste? - pregunto con un tono mimoso observando con una sonrisa a su esposo.

- Bien mami, gracias - susurro - tienes hambre? - el niño asíntio recostado en su hombro.

- Bueno quédate aqui - lo sentó en la silla mientras se ponía de pie - voy a prepararte tu desayuno - dijo y rapidamente comenzó a buscar lo necesario para atender a su hijo. Oliver la miraba encantado, amaba ver la manera en la que se preocupaba en el cuidado de su hogar, con completa devoción para  en su trato para con ellos.

En algún momento estando frente a ellos ya con todo listo para alimentar a su niño cuando sintió un repentino mareo y fuertes náuseas, así que sin ma salió corriendo a el baño dejando a su marido muy preocupado y ordenando a su hijo que no se moviera del lugar donde estaba y este asintiera fue en su busca.

- Gaby! - la siguió escaleras arriba, en dirección a su habitación - cariño, dónde estás? - pregunto, al entrar en la habitación la vio salir de el baño, pálida y débil, se acercó y tomándola en brazos la llevo hasta la cama sentandola en la orilla, colocándose en cunclilla ante ella - linda que te pasa? por qué está así? - estaba muy preocupado.

- No es nada amor, yo estoy bien, es normal que me sienta así de vez en cuando - acaricio su mejilla cuando le pasó un vaso con agua agradeciéndole.

- Que es normal? cómo va ser normal, acabas de vomitar y perdiste el color - dijo sin comprender - eso no puede ser muy normal tu eres una mujer muy joven y sana y... - ella lo callo con un beso en los labios que para desconcierto de este él mismo correspondió, al separarse vio a su esposa con una sonrisa.

- Oliver escúchame un momento si? - él asíntio y la miro atento, Gabriela hablo - en mi estado es normal que algunas veces me sienta mal y tenga ciertos síntomas poco favorables o ya no recuerdas como fue mi embarazo anterior? - Oliver se quedó estupefacto, su esposa le estaba diciendo que estaba embarazada, esperando otro hijo suyo.

- Tu y yo... vamos a ser padres? de nuevo? estás embarazada? - parpadeo sin creerlo todavía a lo que ella asíntio disfrutando de la reacción de su esposo.

- Si mi amor, vas a ser padre - informo nerviosa y emocionada - tengo cuatro meses - comento y abriendo el cajón del buró saco una ecografía que le entrego - me enteré hace una semana y fui al doctor enseguida, me dijo que era una niña - Oliver miraba la foto anonadado, una montaña de emociones ebullia e su interior - estamos esperando una niña, una bebita.

Oliver en el momento en el que proceso la información sonrió y empezó a llenar la cara de su esposa con besos haciendo que soltará una sonora carcajada.

- Gracia, gracias, gracias - la miro a los esos ojos cafés que tanto le gustaba, mientras ella quitaba un mechon de cabello de su cara con el dedo - sabes cuánto te amo? - rozó sus narices con ternura.

- Tanto como yo a ti - beso sus labios - vamos a tener  una niña - le recordó.

- Eso es maravilloso cariño - aseguro - no tengo palabras para decirte lo feliz que me hace esa noticia.

- Yo si, dame un beso - él asíntio y lo hizo gustoso.

- Papi besa mucho a mami - se escuchó una vocecita tras ellos y se separón para sonreírle a su hijo - papi te agradecería dejes que mami me prepare mi desayuno, tengo hambre - les recordó

- Por supuesto hijo, en un momento vamos - dijo él

- De acuerdo - asíntio y salió corriendo feliz, Oliver volvió la vista a su esposa - me acompañas mi amor? - pregunto tendiendole la mano para ayudarla a levantar.

- Para siempre ! - acepto y juntos bajaron con su hijo. Unos meses después nació la hija tan esperada de la familia Montenegro una bebé sana y fuerte que brindo alegría tanto a sus padres como a la familia entera y todo por un amor inimaginable.

                                FIN