Capítulo 16

Al despertar me siento un poco desorientada, al ver a mi hermano dormir como un bello bebé, me recuerda lo que paso ayer con Connor.

Nunca pensé que se comportaría así, jamás se me ocurrió que me gritara de tal forma. Sé que para él es un poco complejo el tema de San Francisco, pero tenía ni idea que se comportara de tal manera.

Tengo que hablar con él, no quiero estar así con él. Así que tomo mis pertenecías y salgo de la habitación, no sin dejarle una nota diciendo que nos veremos en la plata y gran gracias por todo.

Al entrar en el chale no veo a las chicas así que voy a mi habitación, me doy una gran y relajante ducha, busco algo cómodo para usar, y ya lista salgo de mi habitación. El chale esta igual a como cuando entre solo ¿Dónde estarán las chicas?

Al abrir la puerta, me topo con un gran cuerpo vestido solo con un short playero. Connor tiene unas grandes ojeras y sus ojos se le pueden ver una gran tristeza.

-hola-saluda.

-hola-saludo- ¿gustas pasar?-pregunto.

-no. Vamos a la playa a dar un paseo.

-claro.

Salimos a la gran palaya paradisiaca, la verdad es que este lugar es muy bello. Caminamos duran de cinco minutos, minutos es los cual el silencio reino.

-lo siento Nana-habla después de tanto silencio- nena, lo siento. Jamás debí gritarte de esa manera y mucho menos alterarme a tal punto.

Detengo mi caminar y él lo hace igualmente- ¿Qué paso Connor?- pregunto en un toco calmado- dime la verdad por favor.

-es Emma, no quiero que ella vuelva a San Francisco-en sus ojos se refleja la culpabilidad de aquel capítulo de su vida- no quiero que ella reviva esas heridas. Sabes que ella se negó a recibir ayuda profesional, según ella, ella puede con todo lo que se le ponga enfrente, pero no así. Emma llego llorando a mis brazos, suplicándome que no aceptara ir a San Francisco. Al verla así, de aquella manera me hizo sentirá aún más culpable y por supuesto que le dije que jamás iremos a esa lugar. Lo siento de verdad pero no poder ir con ustedes, pero más ciento fue como te trate, tú no mereces que te hablen de aquel modo. ¿Me perdonas?

-oh. Amor no hay nada que perdonar. Voy hablar con los chicos par que cambiemos el lugar.

Connor toma mi cintura acercándome más a él-sabes que no es necesario- me da un beso en la mejilla- pueden ir, mi hermana y yo aremos cualquier cosa.

-claro que no amor, si no vamos todos, no iremos ninguno.

-gracias Nana-me da otro beso en la mejilla.

-vamos con los chicos.

-sí. Pero primero me das un beso y hay si podemos irnos.

-cuantos besos quieras mi amor.

Connor no espero más y me boso como el solo sabe hacerlo.

Creo, no estoy enamorada de Connor, y lo mejor de todo es que esto no me da miedo, por lo contrario me dan más fuerzas para luchar para todo lo que se venga.

++++

-muy bien chicos, estaremos sumergidos durante treinta minutos.

Akili nos explica todos los cuidados que debemos tener y cómo manejar el tanque de oxígeno.

Luego de esos deliciosos besos fuimos donde los chicos que ya estaban en el muelle a la espera de nosotros para irnos.

Akili nos presentó a dos de sus hermanos; los cuales son gemelos, mi impresión fue muy notoria ya que sus hermanos tienen los ojos color dorados y un color de piel muy exótica. Congenie con Akin, es el más divertido de los tres, y pues a Connor no le gustó mucho nuestra nueva amistad a pesar que el joven le dijo muchas veces que tiene novia y que la ama mucho, pero a mi celosin no le importó mucho, solo le dijo que yo era de él y que no se me acercara mucho. Los chicos rieron muchos por la pequeña pelea de Connor.

Durante treinta minutos vi el paisaje más bello que pude ver en todo mi vida, los peses, los corales y la arrecifes son tan... no tengo palabras para describirlo. Me gustó mucho compartir esta experiencia con mis hermanos, ya que nunca habíamos hecho esto juntos.

Después de despedirnos de los chicos fuimos a desayudar a un pequeño restaurante con vista al mar.

-chicos les quería decir algo-habla Ángel.

-habla –lo alienta Marco.

-no voy a ir con ustedes a San Francisco.

-yo tampoco-les digo.

-ni yo- habla Salo.

-pues entonces no se ara el ese viaje, eso quiere decir que irán a otra parte, ¿o que aran?- nos pregunta Marco.

-podemos ir a la cabaña que tiene mi padre en la parte montañosa de la cuidad-dice Sara

-que gran idea-dice Salo, su celular suena en la mesa, lo coge y al atender la llamada una gran sonrisa sale su rostro-¿Dónde?-habla, mientras busca algo o a alguien-ya te vi, dame un minuto- cuelga el celular y nos mira con una gran sonrisa- chicos les voy a presentar a alguien muy importante para mi vida- ella se levanta y se va a la salida del restaurante. A los pocos minutos llega de la mano de un señor que tiene un gran parecido a Akili- chicos él es mi padre Usakin- lo dice con mucho orgullo.

-es un gusto conocerlo- nos dice- por lo que me ha dicho mi hijo, ustedes quieren mucho a mi princesa.

-así es señor- responde Marco.

-padre te los voy a presentar. Ella es Emma y él Connor, ellos son hermanos-los señala-ella es Vivian, Ángel, Damon y Marco-los tres lo saludamos con la mano- y son hermanos. Y por último esta mi hermanita Sara- Sara saluda con mucho respeto.

-vuelvo y digo, es un gusto conocerlos, pero más gusto me da conocer a la hermana de mi niña, pero me da mucha tristeza que tu padre, joven Sara me robo la oportunidad tener a mi princesa legalmente como mi hija, pero a la vez que siento muy feliz, porque los ojitos de mi princesa brilla de una manera inexplicable. Gracias a tu familia por amarlos.

cuando él señor Usakin dice amarlo, da a entender de los dos pequeños que estan en Miami.

-la culpable soy yo, y me siento muy feliz de que mi hermana tenga personas que la aman, como lo hacen sus hijos y usted, y están total-mente invitados a pasar unos días con muestra familia en Miami.