Después de un descanso reconfortante, nos dirigimos hacia la playa para ver el hermoso atardecer. Al estar ahí Taehyung rodeo sus brazos por mi cintura, colocando su cabeza en mi hombro. La brisa del mar era fresca, las gaviotas merodeaban el ambiente y las olas, acompañaban con un bello sonido. Luego de estar un momento así, entrelazo nuestras manos para poder caminar en la orilla.
—T/N ¿Cuántos hijos tendremos?— Pregunto de la nada.
Aquello me dejó sorprendida, si bien en algún momento de mi vida imaginé formar una familia, últimamente lo había olvidado. —¿Cuántos deseas tu?— pregunté juguetona. Tae me sonrió con picardía y me miró fijamente. —Deseo tener cinco hijos.
Me detuve en seco... —¡¿Cinco hijos?! Tae ¿no crees que es mucho?— murmuré. Taehyung formó en sus labios un pequeño puchero. —a mí me encantaría tener cinco hijos contigo— dijo acercándose a mí rostro. Suspiré pesadamente pensando en las palabras que diría. —Tae recuerda que ya tenemos a un hijo llamado Yeontan y se cuanto te gustan los niños cariño pero es una gran responsabilidad aparte tu no vas a llevarlos en el vientre durante nueve meses.— espeté.
—¿Y si solo tenemos a tres hijos? Cuatro si incluimos a Yeontan— sonreí.
Este miro hacia el horizonte y solto un suspiro dramatico colocando su mano en la cabeza para despues regresar su vista hacia mi. —No tengo objeciones, tu seras la madre de mis hijos.
Luego de hablar Taehyung me abrazó tiernamente. —Te amo T/N no me cansaré de recordartelo— susurro en mis oídos.
—¿Perdón dijiste algo señor Kim? lamento decirle que ultimamente no logro escuchar bien
Taehyung esbozó una gran sonrisa y gritó a los cuatro vientos.
—¡Te amo señora Kim Virus!— vociferó hacia el horizonte, se acercó más a la orilla y con su dedo dibujo un pequeño corazón con nuestras iniciales. Aquello me enterneció, y me acerque y lo abracé mientras el lo dibujaba. No perdíamos la oportunidad de mostrar el afecto que sentíamos el uno a otro.
—Te amo mi señor Kim Don Rostro Hermoso— dije y este sonrió entrecerrando sus ojos pero duro unos segundos ya que en un movimiento Taehyung me cargó sorpresivamente entre sus brazos. Solo rodeé mis brazos por su cuello, cruzamos miradas en un silencio en donde solo podíamos escuchar las olas y los sonidos emitidos por las gaviotas. En su mirada se mostraba amor sincero y puro.
—¿Qué planeas hacer?— susurré.
Tae sonrió travieso. —Me gustaría jugar con mi adorada esposa antes de ir a cenar— al finalizar de hablar me bajo delicadamente, no entendía lo que el quería jugar. Pero cuando quería preguntar el me despeinó el cabello. —No podrás atraparme Kim Virus— dijo para salir corriendo. Reí ante su comentario y comencé a seguirlo. —¡Esto no se quedará Don Rostro Hermoso!— grite.
Pasó un buen rato de estar persiguiendolo entonces lo atrapé. Y como estabamos cansados nos recostamos sobre la arena riendonos sin parar.
—Tengo apetito— murmuré con un pequeño puchero.
—Vamos— sonrió. —Ya lo he preparado— agregó.
¿Desde cuando? que no me di cuenta. Sonreí ya que Taehyung era muy impredecible.
El me llevó hasta la terraza del hotel no había nadie mas que nosotros, tambien tenía la vista hacia el mar y la playa. Tenía un decoración sencilla pero bonita y agradable. Nos sentamos.
—¿Cuando planeaste esto?
Este sonrió. —Uno siempre debe estar preparado y más cuando tengo a una esposa que complacer.
—Suena como si yo te obligará— bufé.
—La comida esta deliciosa— volvió a sonreir.
Comenzamos a convesar sobre nuestros planes a futuro, pero Taehyung salió al sanitario.
-Taehyung-
Me agrado ver como T/N disfrutaba de la cena que preparé, lo organicé rápidamente cuando ella dormía.
—¿Disculpa usted es Kim Taehyung?— una voz femenina pregunto.
—Si, soy yo ¿Me conoce?
Ella se acercó más y sonrió. —Hola señor Kim, soy Lee Su-an la gerente general de las empresas Lee— aclaró.
Escuché mucho sobre la fama de esas empresas, son empresas hoteleras al nivel nacional e internacional. —Buenas noches, mucho gustó.— estrechamos las manos.
—Si me disculpa me dirijo al sanitario, con permiso— dije dando una reverencia.
...
Ya estaba regresando pero en medio del camino una mujer derramó su copa sobre mi acccidentalmente. —Señor Kim, como lo lamento— se disculpaba.
—No se preocupe señorita Lee, estuve un poco distraído.
Ella llamó a un joven quien traía servilletas. —Dejemé limpiar esto— estaba comenzando a limpiarlo. —Ah-ah no se preocupe debo irme, tengo una cita.
Ella estaba muy cerca de mi, no podía permitir de que invadiera mi espacio.
...
—T/N vamos a descansar— dije mantiendo mi voz calmada. Ella asintió y nos fuimos hasta nuestra habitación.
...
Lee Su-an, se me hacía conocido ese nombre no por la fama de sus empresas, creo... creo que la conocí en la universidad cuando Nayeon era mi novia.
—Tae ¿en qué piensas? — T/N interrumpió mis pensamientos.
—No es nada, ven descansemos— dije para abrazarla.