Inocencia Robada

LA ESCUELA

 —¡Corre, Lola!  Ya van a cerrar la puerta y quiero entrar al salón antes que la maestra  Carmen  llegue...

Lolita es una niña morenita de cabello esponjado que siempre lleva dos trenzas al frente.

Angélica ¿Sigues teniéndole miedo después de 2 años de clases con ella? 

—Claro Lola, tú sabes cómo me maltrata frente a todos mis compañeros, me baja calificación al menor error, despreciándome, observando  siempre lo que hago mal para después burlarse de mí frente a todos. 

—Angélica, pasado mañana es la kermés. ¿Como te vas a vestir?

En eso se escucha la voz ronca y fuerte de la maestra.

Angélica  y Lola van a decirme la tabla del 8 y 9  van a marcar en el mapa los estados y sus capitales ahora mismo...

 Mis manos comenzaron a temblar como a sudar de miedo.

— Primero tú, Angélica. 

En mis ojos se reflejaba el miedo a un error, sabía lo que me sucedería. Desafortunadamente me equivoqué en tres ocasiones, sin embargo Lola tuvo más fallos e hizo más hincapié en mí como era su costumbre. 

 Sonó el timbre y nos fuimos a recreo, llegamos con Don Lupe el señor que atiende la tiendita, un hombre mayor de edad muy gruñón excepto conmigo, tengo el privilegio de no hacer fila y tener mis dulces favoritos apartados con mis flautas especiales que son muy sabrosas. Privilegio que me concedió porque nunca he llegado gritando y empujando a los niños y niñas como todos lo hacen. Siempre esperaba a que él me preguntara qué quería cuando me veía que me llevaban como trapo de cocina para todos lados con sus empujones.

Cuando busqué a Lola atrás de mí, ya no estaba.

—¡Oye Flavio! ¿Dónde está Lola? 

—No lo sé, no la he visto. Tal vez está detrás del salón de primer año. 

Yo platicaba todo el tiempo con Lola y la fui a buscar... En realidad tengo pocos amigos, Flavio, Oscar, Ramiro, Alberto y Lolita. La extraño cuando falta a clases que es muy seguido últimamente.

Amigas niñas, no tengo más.

Fui detrás de los salones pero no la encontré, así que me senté a saborear mis flautas especiales, me detuve a observar las catalinas. Dicen que si atrapas a una y pides un deseo se cumplirá si ella levanta el vuelo, me llamaron la atención y empecé a acariciarlas jugando con ellas sin imaginar que así pasaría el resto del año, jugando con mis nuevas amigas... Y descubrí que se parecen a mí,  "Hermosas, Inofensivas, Llamativas"...  con el poder de volar pero... ¡Fácil de atrapar! y ellas me llevaron  con Lola que estaba escondida arriba de un árbol.

—Ven Angélica, sube.

— ¿Qué te pasa Lola? ¿Por qué lloras?  ¿Te duele algo?

—Si Angélica, me duele el alma, siento asco de mi cuerpo. 

—No digas eso Lolita, tú sabes que te quiero mucho y estoy contigo, pero dime: ¿Qué te pasa? ¿Quieres hablar conmigo?   

—Sí. —Me abrazó fuertemente y empezó hablar...  

—Mamá trabaja de noche y sale con distintos hombres, es "Prostituta" hace poco lo descubrí.—Volvió a llorar y bajó su mirada avergonzada. 

—No sé qué decirte Lolita, quizás tu mamá no encuentra trabajo, no se si sabe leer o escribir. Trataba de alentarla pero fueron  inútiles mis comentarios, continuaba llorando.

—Angélica, tú eres mi mejor amiga y quiero confesarte lo que me esta sucediendo, pero prometeme que nada va a cambiar en nuestra amistad. 

— !Lola! ¿Cómo me dices eso? Claro que nada cambiará mi amistad y amor por ti.

—Mamá me obliga a "PROSTITUIRME"  desde que su pareja abusó de mí frente a ella. 

Empezó a llorar... Y esta vez yo con ella abrazada.

—Lo peor es que ya no vendré a la escuela, esta es mi última semana.

—NOOO Lola, vamos hablar con la maestra ella nos puede ayudar i con el director, tenemos que ¡DENUNCIARLO! Pero no te vayas de la escuela, no debemos permitir que tu mamá te haga daño, a nadie debemos permitírselo, mi  mamá siempre me lo dice.  

Continuamos llorando abrazadas... Sin embargo ese día fue el último que la ví, ya no volvió a clases.  

Seguido la recuerdo y me pregunto...  ¿Dónde estará?  ¿Qué le estarán haciendo? ¡Lo que debe estar sufriendo!

Mis días en la escuela continuaron sin que nada interesante pasara, extrañaba a mi Lolita, las catalinas eran mis nuevas amigas, sólo ellas y yo, atrapaba tantas como podía y las llevaba a liberar a un árbol donde por cada una pedía un deseo. "Que vuelva Lolita" "Que mi maestra no me ridiculice" 




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