Inocente

|Capítulo 11|

Cuando la vida te da limones… exprímelos en los ojos de una persona, así dijo mi abuela, pensándolo bien en realidad no me lo dijo eso lo invente. La persona que tenía agarrada por el cuello gritaba del dolor mientras que yo esperaba a que terminara, recuerdan lo de los limones, pues es lo que hice. Gritaba que parara, pero no lo hice más bien agarre con fuerza el cuchillo y lo enterré en su estómago. Ahogando un grito, aun adentro lo hago girar lentamente para después sacarlo y empujarlo contra la pared golpeándose la cabeza con la pared. 

Busco mi mochila y saco un filtro con agua tibia tomándomelo de un sorbo, lo guardo sacando una pequeña bolsita de plástico metiendo las uñas de la mujer que se encontraba muerta. Las uñas eran postizas de color rosa pálido con esmalte transparente con brillos, aquello me hace mirar mis uñas pintadas de color rojo oscuro ; no eran largas pero si puntiagudas. Al guardarlas me coloco un guantes para empezar a agarrar el cuerpo y llevarlo al lago ; Vaya los ejercicios que me obligaban de pequeña funcionaron, termino de lanzarlo al lago y me dirijo hacia mi casa para descansar un rato. 
 

Me levanto ya que tengo que ir al instituto, tomo mis cosas y voy en una larga caminata a Greenburg. Pasando en frente de las casas veo una chica pelirroja, pero no es eso que me llama la atención sino que se encuentra de medio lado, mostrando su perfil. Me paro en seco y analizo rápido todo de ella, no podía ser posible, estaba a una distancia al lejana pero podía ver con claridad. Ella se vuelve a girar y desaparece cruzando la calle, mis manos apretaban la mochila.

Sacudo ignorado cualquier pensamiento y trazo mi camino hacia la universidad. 

🔺🔺🔺🔺🔺 

El estruendoso ruido de la banda de la universidad me tiene aturdida, estaba terminando la tarea de matemáticas cuando ellos empezaban a tocar.  Para que les miento, no estoy haciendo matemáticas, estoy planeando mi gran fiesta de cumpleaños. En dos lindos meses seria el momento en donde vi al mundo cubierta de sangre.

No era mucho lo que asía algo pequeño, nada de ajetreo, nada de ruido, solo la tranquilidad del bosque.

Guarde mis cosas para irme, ya no podía soportar tanto ruido pero al bajar me encuentro con la mirada de una pelirroja de cabello largos. No puedo moverme, no se que me pasa, mis piernas quedaron pegadas a la madera.

Al parecer ella también esta en un estado de shock, se parecía a mi… se parece a mi. El mismo rojo sangre en el cabello, la misma cara, ojos, labios.

Recordé el momento en que me encontraron llena de sangre y me dijeron que mi familia había muerto. Sentí el aire pesado, todo se volvía borroso. Las lagrimas empezaron a caer como cascadas. Lo último que vi fue ella corriendo hacia mí para sostenerme, me desmaye del momento.

Pero lo último que pensé es que había sido muy ingenua en pesar que mi… hermana esta muerta.

Ella esta viva y la acabo de ver frente a mis ojos. 

El siguiente sera más largo. 
 

 



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En el texto hay: misterio, familia, suspenso

Editado: 31.10.2020

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