Recién cuando bajé del micro pude sentir esta sensación de que estoy solo en esta. Quemé mi último cartucho con Urrutia, no creo que me siga ayudando después de haber desoído su consejo, pero no puedo echarme atrás. Acá hay algo turbio y, sin comerla ni beberla, quedé metido en medio. O no. Tal vez no sea tan inocente como quiero creer, después de todo alguien me pidió específicamente para este caso. Eso me había dicho el subcomisario (bue, ex subcomisario). No se si debería seguir confiando en él, después de todo es un hombre experimentado, tal vez es parte del engaño. No, no creo. Es un buen tipo. En el fondo.
Interrumpo mi soliloquio cuando por fin llego a la entrada del boliche donde trabajaba Sergio. Es mi punto de partida para encontrar a alguien que lo conozca.
Usualmente estos lugares no tienen personal durante el día, pero hay un auto en la puerta. Es una zona poco residencial, plagada de bares y boliches, no creo que sea el vehículo de un vecino. Junto a la puerta de entrada hay un timbre. Presiono y espero.
-¿Qué necesita? -pregunta un muchacho alto, musculoso y con cara de pocos amigos que se asoma por una ventanilla.
-Necesito hablar con el dueño.
-No está.
-Estoy buscando a alguien que me ayude con la investigación de Sergio Álvarez.
El portero desaparece y unos segundos después escucho la llave de una de las puertas girando. Seguidamente suena como si quitaran una pesada barra de seguridad y la puerta se abre lentamente.
-¿Es policía? -pregunta el hombretón que se asoma a mi encuentro.
-No. Trabajo para la aseguradora.
-Pase. -concluye haciéndose a un lado.
Puedo notar que el lugar es muy amplio a pesar de estar oscuro. La penumbra se hace más espesa cuando se cierra la puerta tras de mí.
Sin mediar palabra, el hombre que me recibió comienza a avanzar hacía un lado y lo sigo. Subimos una escalera apenas iluminada hasta una puerta de metal. El guía da dos golpes y otro corpulento la abre.
Me adentro en la oficina donde un cincuentón vestido como un adolescente habla prepotente por teléfono con una pobre víctima de su arrogancia. Sin dejar de hablar, levanta la mirada y me dedica un vistazo analitico.
Tanta intriga y secretismo me pone un poco nervioso. Comienza a darme un fuerte dolor de cabeza que intento reprimir, pero lo único que logro es que se intensifique.
-Te llamo después, pero más te vale que me mandes lo que te pedí -amenaza a su interlocutor y cuelga. -¿Y éste quién es? -pregunta al portero.
-Es del seguro de Sergio, quiere hacerle unas preguntas.
-¿Y a mi que me importa el seguro de ese forro? ¡Bien muerto está!
-Trabaja para usted, ¿cierto? -acoto intentado bajar el tono de la conversación.
-Trabajaba. O algo así.
-Perdón, ¿puedo pedirle un vaso de agua?
El hombre se sonrie como si la situación fuera de lo más absurda. Sus empleados lo imitan.
-Tito, -dice a uno de los hombres- traele un vaso de agua a este personaje.
-Gracias -digo mientras asiento e intento no frotarme las sienes que me estallan- ¿En que estábamos? Ah, sí. Dice que trabajaba para usted, o algo así. ¿Qué hacía?
-Relaciones públicas. Me conseguía clientes VIP. El pibe tenía labia. Pero también tenía dedos largos.
Tomo el vaso que me trajeron agradecido y me meto una pastilla en la boca. Doy un profundo sorbo y la jaqueca comienza a remitir.
-Perdón, tengo una condición… -al notar que mi explicación no le importaba a nadie continuo el interrogatorio- ¿Cuándo notó que estaba robando?
-Hace un par de meses empezamos a sospechar, pero no lo quería confrontar hasta estar seguro. La semana pasada iba a echarlo pero nunca llegó a laburar. Después me enteré que se había hecho mierda en la ruta.
-¿Sabe algo de sus allegados?¿Era una persona sociable?
-Se que salía con una pendeja de capital, pero ni idea…¿Ustedes?-preguntó a los hombres-¿Alguno hablaba con él?
-No -respondió el portero- Creo que no tenía familia. Solamente hablaba de Aldana.
-¿Aldana?¿Era su novia? -pregunto haciéndome el desentendido
-Sí, una nena que conoció acá hace unos meses. La piba esta bien acomodada. Es hija de un abogado. Seguro la encuentra fácil.
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Editado: 13.01.2020