Ada no tenía apetito para nada, revolvió la comida en su plato. La asfixia no se iba de su pecho. Kerem la vio contrariada. No podía permitir que su plan fallara.
Ada era una buena persona, muy gentil, amable y honesta. Odiaba que fuera así, esas cualidades no le servían de nada. ¿Era más fácilmente manipulable? Sí. Sin embargo, en la situación en la que se encontraba era perjudicial que fuera tan buena, no era una aliada así que solo podía ser una pieza más de su tablero.
—Mis hombres han recibido instrucciones para tus hermanos, mañana a primera hora de la mañana van a llamar a tu hermana para ofrecerle un puesto en una de las empresas Özdemir. En cuanto a tu hermano, hemos arreglado que en su colegio se ofrezcan becas para los estudiantes de esta promoción. Aydin no va a ser el único beneficiado, pero bueno todo está como tú lo pediste, ellos no lo van a saber.
Kerem sabía exactamente que fibra tocar, que decir para tenerla en la palma de su mano. Complacido consigo mismo, tomo una copa de champán, especialmente abierto para la ocasión.
—Está bien, no se preocupe que yo voy a cumplir con el acuerdo.
—Eso espero, necesito de tu más absoluta colaboración en todo. A partir de mañana querida prima, vas a recibir toda la instrucción que necesitas para adentrarte en tu nueva vida. Tienes que meterte por completo en esta nueva piel.
—Mientras mi familia este bien yo voy a hacer todo lo posible—musito mirando su comida con la que solo había jugado, lanzo un suspiro y se levantó. —Yo no tengo apetito, prefiero irme a descansar ya. Con su permiso.
—Propio, Derya.
Dormir aquella noche fue todo un suplicio, estaba acostumbrada a dormir en aquel colchón viejo heredado de su padre. Quizás fue eso o la sensación constante de estar cayendo hacia el vacío interminable.
En la mañana se vio irreconocible al espejo su cabeza dolía otra vez y estaba más cansada que ayer. Pensó en sus hermanos toda la noche deben estar muy preocupados, su único consuelo es que los convenció de que iba a tardar en comunicarse con ellos, y talvez solo lo haría por correos la mayoría de las veces.
En la mañana no tuvo que ver a Kerem, según uno de sus hombres, de los pocos que siempre estaban y se encargaban de atenderlos, había salido muy temprano y que ella recibiría visitas. Así que con algo más de apetito comió la deliciosa avena que le sirvieron y se dispuso a esperar la visita de la que tampoco le informaron quien seria.
Exactamente cuando se disponía a volver a su habitación o bueno la de Derya una mujer apareció por la sala, elegantemente vestido pantalones camisa y abrigo bastante femeninos y formales. Aparentaba estar a mediados de los cuarenta, pero se veía fabulosa, su estilo y su seguridad al caminar hicieron que no le pudiera quitar los ojos de encima, aun cuando esta la veía de arriba abajo.
—Vaya que te pareces a ella—su voz sonaba bastante enérgica, casi maravillada. —Kerem dijo que se parecían, pero la verdad tenía mis dudas, pensé que estaba desvariando. Me llamo Elif Kaya, abogada e íntima amiga de la familia Özdemir, señorita Ada es un gusto conocerla, el señor Kerem me ha solicitado instruirla.
—¿Instruirme? Kerem dijo que su familia no iba a saber nada de esto, como es que usted…
—Digamos que soy la aliada de Kerem, ha estado angustiado por el inminente enfrentamiento que se acerca. Cuando me conto su plan creí que se había vuelto loco y que era descabellado, viéndola ahora entiendo su decisión de reemplazar a Derya. Yo seré la encargada de convertirla en Derya Özdemir, nada puede salir mal, estamos poniendo en riesgo mucho y espero que lo entienda. Mejor nos ponemos más cómodas.
Como toda una anfitriona Elif Kaya la guio hasta la sala donde elegantemente se sentó. Ada estaba a punto de hacer lo mismo cuando la mujer se lo impidió con un gesto de mano.
—Mantén la espalda recta, las piernas cruzadas o ligeramente juntas, manos en el regazo, sin movimientos bruscos ni balanceos, manteniendo una expresión serena—al ver la expresión confundida explicó. —Ya sé que Derya va a perder la memoria, pero tampoco vamos a entregarle en la familia una mujer completamente diferente. Debes tener algo de los hábitos de ella, Derya siempre fue delicada y elegante.
Torpemente Ada hizo caso a sus indicaciones. Elif le devolvió una sonrisa amable al verla, de su bolso saco una carpeta que le entrego, viendo que Ada abría la primera página explico.
—Este documento es un archivo con la información de todas las personas que necesitas conocer, los miembros de la familia Özdemir. No es necesario que se familiarice con todos, eso hará más real lo de la amnesia, sin embargo, debe saber algunas cosas de los principales miembros de la familia. La familia Korkmaz tampoco es relevante todavía, el plan es decir que la encontramos un mes antes de su llegada a Midyat y que todo este tiempo Kerem estuvo verificando su identidad y dándole los cuidados necesarios, que él fue quien le conto acerca de su familia y estuvo usted viviendo en un albergue comunitario siendo una voluntaria. La historia también está allí misma en los documentos que le estoy entregando.
Ya estaba todo planeado. Una a una fue viendo caras de personas que no reconocía. Una característica que compartían era un cabello castaño bastante claro y los ojos en tonalidades claras. En una de las paginas el mismo hombre en el retrato en su habitación.