Instagirl♡

03~ Houston High

Tania

Theo se había marchado recién, aún trataba de asimilar el hecho de volverlo a ver, que extraño...

Trate de ocultar lo más que pude mi nerviosismo en la sesión de fotos, nadie antes había logrado tener ese efecto en mí, era una chica segura de sí misma; pero simplemente, la manera en la que él me miraba me hacía perder la cabeza.

Pero, debía apartar ese asunto de mi mente, al menos por ahora. A las cuatro de la tarde sería la premiación anual a los estudiantes destacados de la Houston High, un evento que se realizaba siempre, sin falta, a mitad de año, normalmente un sábado.

No era cualquier día en la Houston High, este evento causaba siempre algo de expectativa por parte de su comunidad estudiantil. Porristas, jugadores de basket, pertenecientes al club de ciencias, todos trabajaban duro desde el principio de año, para poder llegar a ser uno de los privilegiados.

Los beneficios eran: el otorgamiento de una beca escolar que cubría el total de la matrícula, que en este caso era algo costosa, teniendo en cuenta la alta posición de nuestra academia. El poder pertenecer dentro del consejo superior estudiantil, y como no, la dicha y orgullo de tus padres al enterarse de esta distinción.

Me coloco mi uniforme ya planchado, y me hago un maquillaje simple pero formal, también me plancho el cabello y me pongo una diadema blanca en la cabeza.

Espero que mi mamá se termine de arreglar, mientras tanto reviso mi instagram, es buen momento para publicar algo en mi feed, no sería la chica instagram si no.

Me tomo una foto con el uniforme y la publico usando la etiqueta: #Premiación #HoustonHigh a los diez minutos ya tiene 300 likes, y los que faltan.

Alguien toca el timbre de la casa, Mary sale a abrir.

—¿Cómo se encuentra hoy la señorita Wilson? — dice.

—¡Liam! — corro a abrazarlo.

—Tarado, no tenías porqué venir — digo cariñosamente.

—¿Y perderme hacer la gran entrada a la premiación, junto a la reina de Houston High? No gracias, paso — dice dramáticamente.

—Te extrañe tanto — digo con una lagrimita en el ojo.

—¡Pero si nos vimos ayer en clase! —

—Jajaja, sí —

—Tu me amas Tani, lo sé —

—¡Claro que sí baby! — le digo con emoción.

Ya sé, ya sé, no tienen ni idea de con quién estoy hablando. Pues él es Liam Davis, mi mejor amigo desde tiempos inmemorables.

Nos conocemos desde chiquitos y el siempre ha sido mi apoyo incondicional, en todas las ocurrencias que me pasaban por la cabeza; fuera lo que fuera, él se ponía de mi lado, por eso mismo el tiene un lugar irreemplazable en mi corazón.

—Liam, cariño — saluda mi madre.

—Hola señora Adams — 

—Hijo, ¡cuánto has crecido! ¿cuantos años tienes ya? —

—Le llaman pubertad jaja, 17 años cumplí el mes pasado —

—Chicos lamento cortarles la platica, pero ya es hora de irnos — digo.

—Okay, ¡vámonos! — dice mi madre finalmente.

Salimos en la camioneta de mi mamá, ella es quién conduce.

—¿Tu padre ya volvió de su viaje de negocios? — pregunta mamá.

—Sí, lleva tres semanas en el país — responde Liam secamente.

—¡Que bueno! Debiste extrañarlo mucho — dice mi madre.

—Eh, no realmente — contesta mi amigo.

Se produce una tensión en el ambiente que es palpable, no sé por qué mamá había preguntado por el papá de Liam, estaba totalmente fuera de lugar.

Javier Davis, el papá de mi mejor amigo, no tenía una relación tan cercana con su hijo. Siempre se la pasaba en viajes de trabajo, de hecho Liam me contó que tiene la sospecha, de que engaña a su mamá.

Por esta razón Liam no se lleva bien con su padre, y la situación parece que sólo empeora cada día más y más.

Llegamos a mi escuela y nos bajamos del auto, a pesar de que no llegamos tarde, ya hay una gran cantidad de asientos ocupados en la sala principal del evento y gente hablando por los pasillos.

Mi mamá y Liam buscan nuestros puestos, mientras tanto yo voy a saludar al grupo de porristas que está reunido en una esquina, al fin y al cabo yo soy su líder.

—¡Hola chicas! —

—¡Tania! Te ves fabulosa —

—¿Lista para ganar líder? —

—Puede que Tania gane alguna distinción, pero el trofeo de este día me lo llevo yo—

Mis amigas y yo volteamos a ver de dónde proviene semejante comentario ridículo y arrogante.

—Vaya, vaya ¿qué no es luisito el bobito? — digo despectivamente.

—Eres tan infantil Tania, ¿por qué no vuelves a la guardería donde perteneces? Así dejas el lugar que tienes a alguien que de verdad lo merezca —

—¿Quién? —le pregunto.

—¿Eh, qué? — dice confundido.

—¿Quién te preguntó tu opinión idiota? — le gritó.

Pongo los ojos en blanco mostrando fastidio y le doy la espalda al estúpido de Luis Scott, ignorándolo. El ha sido mi dolor de cabeza desde el kinder, mi archi-enemigo y mi competencia en prácticamente todo.

La razón de su desprecio hacia mi, y  empeño en hacerme la vida imposible la desconozco, pero deben tener claro que el odio es mutuo.

Luis se marcha al notar la indiferencia por parte nuestra, habíamos empezado a hablar ignorando su estorbo de presencia.

—Luis es un pesado amiga, no le hagas caso — dice Nancy.

—Lo sé, no se preocupen por mí, estoy bien, puedo soportarlo — digo.

—Yo creo que secretamente le gustas y no puede manejarlo — menciona Lily.

—¿Qué? ¡claro que no! — digo sin poder hacerme a la idea.

—Pues no sería tan raro, estas mas que buena Tania —

—Okay chicas cálmense, Luis Scott tiene cero oportunidades conmigo — sentencio.

—Eso sí — dicen riendo.

Nancy y Lily son las chicas más ocurrentes de la escuela, son coquetas, bromistas, pero también un gran apoyo.  Son mi mano derecha e izquierda, ambas llevan el apellido Woods, puesto que son gemelas. Con el tiempo he aprendido a distinguirlas una de la otra, nuestro lazo va más allá que una simple amistad; se basa en la lealtad, confianza y sinceridad. Es un lazo inquebrantable.




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