Brenda era la mejor amiga de Lisa, su verdadero nombre era Elizabeth, pero sus conocidos lo redujeron a esas 4 letras, ellas desde la infancia habian compartido todo, desde las meriendas escolares hasta la ropa, siempre andaban juntas o comunicadas por mensajes de texto, wathsapp, instagram o mensegger, era tanta su conexión que podían hablar de temas diferentes, por aplicaciones diferentes a la misma vez, eran muy unidas y se contaban todo, absolutamente todo, agendas de trabajo, citas, sueños, y todo lo que les pasaba en el dia lo sabian una de la otra.
Desde pequeñas ambas imaginaban en encontrar trabajo juntas, ir a la universidad, poner su propio negocio y hasta enamorarse juntas, como un cuento de hadas, salir en citas dobles, dar su primer beso y finalizar esta historia en una gran boda doble, con el tiempo fueron aterrizando esos sueños a la realidad, entendieron que eso solo eran sueños de peliculas, ambas habian cambiado de opinión de lo que eran sus metas y tenian que tomar rumbos diferentes en lo académico y en lo laboral, Brenda habia decidido estudiar comunicación y conseguir trabajo en esa área, en cambio, Lisa era más reservada y se decidio por el mercadeo, aunque no era tan arriesgada para cumplir la carrera al 100%, era creativa y muy aplicada.
Ambas habian coincidido en que su lugar favorito era Gina's, un lugar donde preparaban los mejores deditos de pollo y el capuchino que ambas amaban, habian quedado que irian al menos dos veces a la semana ya que por motivo de trabajo y el dia a dia se habian distanciado un poco, Brenda trabajaba como co-directora en una revista de farándula y esto le ocupaba mucho tiempo porque tenia que asistir a diversas actividades del medio del espectaculo para poder mantenerse a la vanguardia de lo que pasaba, la vida de Lisa era muy diferente, esta trabajaba como asistente del presidente de Raiwood Enterteinment, un hombre totalmente dinámico y con el cual llevaba además de una relación formal y de trabajo, una muy bonita amistad, pues él era un hombre que normalmente no confiaba sus cosas a muchas personas, pero ya que Lisa sabia desde su primer ligue hasta su contraseña de Email, él era abierto con ella y se permitia esa amiga que nunca habia tenido.
Su amistad con Raiwood comenzó en la universidad, él era de los chicos más populares en la facultad debido a su desenvolvimiento y facilidad innata para el mercadeo, al contrario de ella, que sí era conocida pero no muy sociable, era reservada, pero tenia un talento insólito en realización de proyectos de ventas y teorias principales de la publicidad y sus ramas, se habia destacado en dar charlas a los jóvenes de termino con tips importantes para la realización de sus protectos finales.
Raiwood y ella se volvieron amigos que se contaban todo, pero no coincidian con tanta frecuencia
- Lisa, si alguna vez tengo éxito en mi empresa, no dudaría ni un segundo en contratarte como gerente de mercadeo.
- Aprecio tu oferta Rai, pero con lo vergonzosa que soy no creo que pueda charlar un minuto sin salir corriendo con uno de esos artistas famosos a los que le harías promoción.
- Algo tendrás que hacer, pero de que estarás conmigo, eso lo se.
Esta conversación la habían tenido varias veces, aunque luego que paso el tiempo, quedaron de acuerdo en que nadie mejor que ella para ser su mano derecha, quien conocia sus secretos, sus gustos y sus más sinceras ambiciones en este mundo. Lisa terminó siendo su asistente ejecutiva, tenia otra de escritorio, pero ella tenia este cargo para tomar decisiones en conjunto con él, y sola, cuando él no estaba. Él confiaba en su ojo para los negocios y habia dicho en varias ocasiones que parte de su éxito, se lo agradecía a ella, por ser tan minuciosa a la hora de tomar uma decisión de riesgo.
Este cargo tenia sus pro y sus contras, y es que tenia que pasar horas y horas analizando proyectos, realizando viajes, cotizando precios y revisando clausuras de contrato para sus clientes, pero por el lado bueno, ya que era como una dueña, tenia vacaciones relajantes, un buen salario, no tenia que estar siempre en la oficina, ya que podia hacer una parte de su trabajo en otro lugar, esto era una ventaja ya que asi podia dedicar tiempo a su querida amiga Brenda.
Brenda y Lisa habian quedado para chalar, estaban en su adorada cafetería, Brenda era de cabello largo castaño y rizado, ojos pequeños con un negro azabache y una figura esbelta, le encantaba lucirla y sentirse sexy, por lo cual casi siempre usaba ropa ceñida al cuerpo, esta vez andaba con un hermoso vestido rojo a las rodillas, unas sandalias doradas y como siempre un maquillaje suave pero atrevido. Lisa era todo lo contrario, tenia el cabello rojo, largo y completamente lacio, unos enormes ojos color cafe, tenia una esbelta figura pero no la mostraba a menudo porque siempre usaba trajes de oficina poco reveladores, aunque aún con esos trajes era capaz de llamar la atención de cualquier hombre, cosa que con frecuencia le disgustaba, ya que no le gustaba ser el centro de atencion.
- Pienso que deberias aceptarle una cita a Carl- Le decia Brenda, mientras Lisa la miraba con cara de ya sabes lo que opino - Si, si, ya se lo que opinas, que son compañeros y podria complicar las cosas en el trabajo, pero yo solo he dicho una cita, no que te vayas a casar con él, mira que el pobre se la ha jugado mucho por salir contigo y tu ni lo pelas.
-Sabes que no me gusta, no es mi tipo.
- Y se puede saber cuál es tu tipo? Porque desde las salidas sociales de la universidad no has salido con nadie ni a tomar un café (obvio sacandome a mi, tus clientes y Rai) Lisa necesitas salir con alguien, despejarte un poco, dejarte mimar… Y porque no llevar a alguien a la cama.
- Cuantas veces te he dicho que no quiero estar con alguien solo po estar, y hasta ahora no conozco nadie que me llame la atención en este aspecto, mejor pidamos lo de siempre y me comentas sobre tu cita del sábado.