Lissette
Lo primero que sentí al levantarme fue un nudo en el estómago.
Un nudo enorme y terrible debido a que las mariposas que habían vivido tranquilamente en mí desde que me había enamorado de mi mejor amigo ahora se habían convertido en un enjambre furioso en busca de sangre.
Y les daría sangre, metafóricamente hablando.
Hoy era el día en el que finalmente le iba a confesar mis sentimientos a Louis.
Había estado a punto de hacerlo cerca de un millón de veces, pero algo siempre me retenía… algo siempre me hacía dar un paso atrás como había hecho con…
No importaba. Ni siquiera iba a permitirme pensar en eso… Enamorarme de Louis también había sido parte de dejar los sentimientos que sentía por él atrás.
Me levanté de la cama y me miré en el espejo, donde mis ojos relucían con un brillo de esperanza y anhelo…
¿Y si finalmente ya era el día en el que no tendría que conformarme con ser solo su amiga?
¿Y si finalmente era el día en el que Louis correspondía mis sentimientos?