Introducción

INTRODUCCIÓN

1234, ZELINI.

La señora Vendi se encontraba cocinando cuando Melissa Murdor irrumpió en su cocina. Delia Vendi se giró a ver de dónde había salido ese estrepitoso sonido, Melissa, directora del Internado Murdor se encontraba en medio de su cocina rodeada de un remolino de polvo que se iba disipando poco a poco.

Melissa miró a su antigua alumna. Su rubio cabello se encontraba recogido en un moño que dejaba algunos mechones sueltos. Llevaba unos vaqueros desgastados y una camisa blanca con manchas de lo que parecía ser chocolate.

-¿Melissa?-pregunto la señora Vendi-¡¿Se puede saber qué haces en mi cocina?!

Melissa resopló, parecía ser que desde que Delia decidió vivir como un habitante más, sus modales habían cambiado mucho, dejando bastante que desear.

-Si, me encuentro bien-murmuró Melissa-Yo también me alegro de verte, da gusto ver a una exalumna.

-Déjate de rodeos Melissa-respondió Delia-¿A qué has venido?

Siempre igual, nunca cambiará. Pensó Melissa. En tozudez, no había nadie que la ganara.

-¿Quieres una invitación para empezar a hablar?-Exclamó furiosa Delia por el silencio de Melissa.

-He sentido el despertar de la magia en tu hija.-Respondió Melissa ignorando su tono-He venido para avisarte de que vamos a llevárnosla al internado.

-¡De ninguna manera!- Gritó Delia-¡No te lo permitiré!

-¡No te lo estoy preguntando, Vendi!-Exclamó Melissa.

-¡Es mi hija!-Respondió Delia-¡No tienes derecho!

-Me da igual lo que digas, me la llevaré de todas formas-Respondió más calmada-No me hagas matarte para llevármela, si no quiere ir, con eso mucho menos-

Un remolino de magia se empezó a formar alrededor de Melissa.

-Vendré dentro de poco a por ella.