En el año 2017 cuando Kim Tae-yang apenas se encontraba recuperandose de aquel accidente conoció a aquel niño, de cabellos casi rubios y de muy baja estura.
Estaba en el hospital, arrecostado sobre la camilla, en aquella habitación fría en donde las paredes tenían aquel color celeste espantoso, aburrido, triste. Terminaba de comerse esa gelatina que tenía un sabor extraño, mientras miraba en dirección hacia la gran ventana que había a su derecha.
Tae-yang miró de reojo y notó una pequeña figura parada justo al pie de su cama. Así que volteó su cabeza y se encontró con aquel niño, quien le sonreía de manera algo extraña.
El niño era de piel blanca, algo pálido, con cabellos castaños casi tirando a rubio, podía tener la misma edad que Tae-yang, pero era muy bajito, y eso era algo que le pareció adorable a Tae-yang.
-Hola- habló por fin aquel niño.- Soy Park Dae-Min ,¿Cómo te llamas?
-Kim Tae-yang...-dijo entre dientes
-¿Porqué estás aquí? Yo estoy aqui porque los Doctores dicen que estoy enfermo, pero yo me siento de lo más genial.- dijo con una sonrisa.
En aquel tiempo había una bacteria que al parecer era más propenso de pegarsele a niños menores de 13 años. Los menores empezaban teniendo fiebre, vómitos y mareos. Seguidamente de desmayos constantes y faltas de apetito. Los Doctores descubrieron que esta bacteria había sido ocasionada por un alimento en especifico, ya que al preguntar a los padres sobre la alimentación de sus hijos todos decian algo en común.
Pero la pregunta era el ¿porqué solo afectaba a los niños, si los adultos la ingerian tambien?
Así que esa noche de Febrero se encontraba Park Dae-Min en cama de aquel hospital, siendo atendido por enfermeras. Y cada 3 horas lo ponían a tomarse aquel medicamento con sabor a muerto, decía.
A la mañana siguiente se encontraba aburrido, así que esperó a que la enfermera terminara de anotar sus observaciones en la tabla de expediente que se encontraba al pie de la camilla.
Para cuando esto, se levantó de la cama y salió de la habitación, observó aquel oscuro y frio pasillo y se encaminó a jugar.
Ya aburrido de jugar solo se dirió nuevamente a su habitación, pero antes de llegar a esta siempre le había llamado la atención la habitación de la par.
Siempre podía escuchar a alguien llorar, a un niño...
Así que esa mañana decidió entrar a la habitación, aunque sabía que le tenian prohibido acercarse a personas que no fuesen su Padre o las enfermeras y de vez en cuando el Doctor, quien le decia el como se encontraba de su "enfermedad".
Entonces ahí estaba, parado justo al frente de aquel lindo niño, quien tenia el cabello castaño oscuro, una piel entre blanca y morena, sus ojos eran grandes y hermosos y tenía los labios delgados,pero no tanto, con forma de corazón.
-Y~yo estoy en recuperación...- dijo Tae-yang en seco.
-Entonces Tae está enfermo igual que Dae- dijo el niño.
-Algo así,si...
-¿Quieres jugar conmigo? Mi papá me trajo juguetes, aunque dice que ya estoy grande para jugar, el otro año ya voy para secundaria. ¿Cómo crees que sea la secundaria?
A Tae-yang le había llamado la atención aquel niño que hablaba y hablaba y no se callaba. Le pareció divertido y gracioso.
A las siguientes semanas el pequeño Dae-Min seguia metiendose a escondidas a la habitación de Tae-yang y ambos se pasaban las mejores horas de su vida jugando.
Pero para cuando Dae-Min se recuperó había quedado Tae-yang solo, otra vez.
-Vendré a verte todos los días, te lo prometo.-
Y así fue, Dae-Min iba a visitar a su nuevo mejor amigo, Kim Tae-yang.
Fue desde entonces que ambos se hicieron inseparables.
Cuando por fin Tae-yang ya se había recuperado por completo, iban y venian juntos de la escuela, fue cuando se dieron cuenta que eran vecinos y eso fue aún mejor.
Estando en la secundaria se habían vuelto más apegados, se querían ya como hermanos, todo lo hacían juntos.
Park Dae-Min ya era parte de la familia Kim.
La abuela de Tae-yang estaba feliz por que desde que conoció al pequeño Dae-Min volvió a sonreir.
Para cuando tenía 15 años ya había empezado a trabajar junto a Dae-Min.
Eso era algo bueno, pero ella temía que dejara sus estudios. Pero no fue así, él siguió estudiando y trabajando.
Y al día de hoy siguen siendo los mejores nietos de la abuela, dice ella.
Baek-yang y Hye-yang veian a Park Dae-Min como a otro hermano mayor. Y Hye estaba encantada, porque podía jugar a la princesa en apuros, que necesitaba un principe fuerte y valiente que la salvara, pero ella ahora tenía a dos.
Hubo un tiempo, como a principios del año 2022,en el que Dae-Min y Tae-yang se separaron porque habían tenido una gran discusión, así que Dae-Min no volvió a ir a la casa de Tae-yang. Y ambos no sabian nada del otro.
Fue hasta finales del 2022 en el Tae-yang estaba siendo golpeado por el grupo de matones de último año. Dae-Min iba pasando por el callejón en donde estaban golpeando a Tae, así que harto de ellos se metió en la pelea. Trató de defender a Tae-yang, pero al final terminaron dadonle una paliza támbien.
-L~lo siento Tae-yang...- se disculpó Dae-Min.
-Perdóname a mi...- le dijo Tae-yang.
Ambos se miraron a los ojos y empezaron a reir. Al parecer la situasión les parecia graciosa a pesar de estar lastimados, pero eso no les importaba porque por fin otra vez estaban juntos.
Y tal vez Park Dae-Min no llenaba el vacío que dejaron sus Padres al morir, pero él hacía que Tae-yang olvidara lo que era sentirse triste.