(XIII)

Después de que me dijera toda la verdad sobre su estado físico y en que consistía ese virus que estaba dentro de él tres confirmar el papel que le entregó, todo era cierto que tiene justo una cosa queble pues matar desde dentro si se descontrola por un momento, lo peor que es el virus se activa con solo un poco y causa estragos tras haberse activado y seguir con un proceso muy agonizante, pensaron que se podía eliminar tras unas operaciones que fue sometido pero no hubo de ellos fue tan efectiva al hacerle, de seguro no tiene dura para algo que permanece justo en el centro del cerebro que estaba bien seguro. En el papel de los diagnósticos que estaba escritos más abajo, decían que el virus permanece en estado latente, pero al ver que las hormonas de elevan de forma que el sistema nervioso siente un ritmo convencinal aun estado colerico, el virus Iracun se transmite de forma que más defensas no pueden repeler, incluso se puede decir que anulan un segundo antes de que empiece un progreso en que sufre de formas incomparables que seria como una apuñalada profunda en varios sitios en que los nervios de concentran más. Vernun le dijo que había luchado por mucho tiempo de esta enfermedad que era casi inmune ha lo que le hacían, pero algo así nadie pudiera sobrevivir ni siquiera por una defensa más desarrollado del cuerpo, esto se debe de suerte o más de milagro que el virus se mantenga en posición de atacar, sin dudar en que pueda acabar con los puntos vitales y hacerlos que no funcionen más.

Cuando se dio cuenta la gravedad brutal que estuviera en él. Salió de la habitación para que pudiera dejarlo descansar un poco, tal vez su mirada le decía que le dejarán solo mientras reflexionaba de varias cosas en que ahora a veían casi inútiles con todo lo que tuvo que soportar en estos momentos que fue por poco los últimos, además que aún siguió pensando después de que el tratamiento salió de maravilla y no hubo síntomas para nada en su estado, le había dejado sanado por unos meses, al fin de deshacía de un peso enorme que por tanto que intentaba dejarlo atras, el dolor le habia saber que aún seguia en su interior y también los recuerdos que por poco le hizo pasar una mejor vida.

Mientras Alma se iba de su habitación.  También estaba un poco mal en que por el tiempo que estuvo con él, se notaba un poco molesto al principio, pero por fin no le hizo pensar en nada más que la oportunidad de suicidarse, sin dudar en que al mirarse en el espejo en que estaba puesta al fondo del pasillo de habitación. Al dirigirse lentamente mientras se reflejaba de a poco su rostro, fue la última vez que no se vio con una mirada vacía y pálida en ella, pero al verse de nuevo era diferente, y gran cambio se vio, aunque no fuera tan grande para que le cambiará por lo menos en que se había convertido hace mucho tiempo. Antes estaba en blanco su interior, no tenia sentimientos y empatía al cualquiera que le hacían para su propio beneficio, sólo una persona le tuvo algo pero no fue tanto el tiempo que paso con él, y justo hace un rato lo sintió de nuevo por Vernun aunque sólo algunos días lo había conocido. Pensado pausadamente, al tener un carácter ingenio y determinado en que las cosas le resulte un poco mejor, le hacia pensar que la primera vez que lo conoció, pudo ver más a su alrededor que permanecer en un caja encerrada hasta ver de nuevo la luz, y sentir algo más que sólo frío.

Mientras dejaba de lado el espejo para otro momento para que pudiera ir hacia Astrid por lo deprimida que eestaba ella desde que después de que se dieran cuenta que el tratamiento para Vernun no funcionará. La encontró justo en el sillón con la manos tapando su cara, estaba mal que incluso se le notaba abiertamente, pero también otra cosa que vio justo en su teléfono, uno mensaje del doctor que había tendido a los dos hace un par de días, decía sobre el virus que no estaba muy claro de ver, pero más le importaba en que estado emocinla estaba ella que pasa en las horas. Justo cuando se fue hace 3 horas de la habitación y ella estado con Vernun hasta que despertará, se le escuchaba molesta en el teléfono que sus gritos llegaba hasta el segundo piso, y hiendo la ahora se le notaba que hay algo que debía saber antes aunque no era el mejor momento para decírselo.

Cuando Astrid se fijó que Alma estaba al lado suyo confunsa al verla y también tratando de ver su teléfono sobre los mensajes que le habían llegado, tuvo que decírselo mientras que él seguía arriba intento no quebrarse por esta mala noticia, con suerte no era tan mala como los resultados anteriores que ellos si daban bastante miedo, pero también su peso de elevó de ver que había una repetición diaria. Sin más que dudar y por lo menos un poco mejor que antes, le contó lo que debía saber por su mirada de preocupación sobre el estado de Vernun, aunque no eran exactamente buenas noticias para cualquiera, sino casi lo eran.

Astrid: supongo que lo quieres saber. Pero primero, ¿Cómo se encuentra?

Alma: (más o menos)

Astrid: bien, por lo menos no se repitió, aunque es una cosa quevhayvque estar atentos ahora.

Alma: (¿?)

Astrid: el tratamiento tuvo éxito en sólo una cosa con esa enfermedad. Según parece se puede controlar por su cuenta, no se provocará cuando se moleste, pero si le causara un malestar si no se controla, lo bueno que es leve. Sin embargo...

Alma: (...)

Astrid: ... los efectos ahora son irregulares. Ahora debe aceptar que será parte de él.

Nunca pensó que la operación habia funcionado, pero es no prueba de que le diera ese ataque tan repetinamente si se ello tuvo que haberse curado completamente. Pero ahora sabe de que fue sólo algo repentino, sino una advertencia de los ataques que aún sigue el virus dentro, ahora será complicado saber cuando será el próximo, tendrá que vivirlo hasta que el virus acabará con él finalmente, dándole una vida corta y segura, dependiendo que cada ataque se le sumará más su letalidad a partir de ahora. Esa son las noticias que le llegaron al doctor después de que había recibido los diagnoticos de sus condiciones, a partir de ahora ya no habrá más de esa cosas, sino que tedra acostumbrarse a este tipo de estilo que le tenía preparado esta enfermedad, por lo menos se diría que no va sufrir constantemente.