Ivor

Capítulo 8-Ivor

— ¿Irás a buscar a Shawna al trabajo? —me pregunta Parry en cuanto tomo las llaves.

—Es la idea —respondo, buscando mi chaqueta y lo veo rascarse la nuca — ¿Qué ocurre? —indago, sabiendo que algo se trae entre manos.

—Nada. Solo… No importa —balbucea, evitando mi mirada.

—Habla, Parry. ¿Qué quieres? —interrogo cruzando los brazos sobre mi torso sin quitarle la vista de encima.

— ¿Por qué debe de ocurrir algo? —evade yendo en dirección a la cocina—. Solo estaba preguntando —masculla. Lo sigo, obviamente.

—Porque cuando balbuceas y tartamudeas significa que algo te traes entre manos —contesto, siguiéndolo por la cocina provocando que se ponga nervioso, mientras quita la jarra de zumo del refrigerador —Estaba pensando en invitar a Shawna aquí —le hago saber— ¿Te molesta? —curioseo cuando clava sus ojos en mí.

—Sabes que no —entona rodando sus ojos al cielo.

—Quizás, Iris pueda venir también —sugiero con intención y es ahí cuando se queda estático en el lugar. Tengo su atención—. Claro si el idiota de su novio no va a buscarla —concluyo.

—Voy contigo —suelta de repente y corre a su habitación.

Sonrío por dentro, mi amigo está loquito por la amiga de Shawna. Voy hasta la sala y espero a que esté listo para salir. Sonrío ampliamente cuando siento el aroma de su colonia importada.

—No digas nada —me advierte pasando por mi lado para alcanzar la puerta de salida.

—No iba a hacerlo —suelto sin dejar de sonreír.

A pocas calles del bar en donde trabaja Shawna, comienza a llover, en segundos se convierte en un buen aguacero. Parry mira al cielo y bufa.

—Genial —masculla — ¿Quieres correr o hacer que nos dejemos de mojar? —cuestiona, pero antes de que pudiera contestar sus ojos cambiaron a ámbar y la lluvia dejó de mojarnos.

—Sabes que sería raro que lleguemos secos bajo la lluvia, ¿verdad? —le señalo, pero él solo se eleva de hombros.

—Diremos que hemos llegado en un taxi —responde sin preocupación alguna. Solo niego con la cabeza, mi amigo no tiene caso.

Al entrar al bar, Iris nos recibe con una enrome sonrisa amable. Sus ojos brillan al ver a Parry, dejándome entender que, a ella también le gusta, quizás no tanto como para dejar a su novio mentiroso, pero le gusta.

—Están bastante secos para la tormenta que hay afuera —observa ella y mi mirada viaja rápidamente a Parry — ¿Vinieron en taxi? —indaga. Parry me dedica con sonrisa orgullosa y se anima a guiñarme un ojo.

—Así es —le responde.

—Ok. Acomódense que les traigo unas Bitter —dice—. Shawna está por allí —nos indica antes de girarse e ir por las cervezas.

—Te lo dije —se burla Parry en voz baja golpeando mi hombro.

—Imbécil —le insulto, pero sin calor en mis palabras.

Nos acomodamos en la mesa que nos indicó Iris y observo detenidamente como Parry no pierde rastro de la joven. Cada movimiento que da Iris, Parry lo sigue minuciosamente con la mirada. Abro la boca para molestarlo, pero la voz de Shawna me interrumpe.

—Hola —saluda ella sonriendo. Y sí, me veo como un idiota al quedarme con la boca abierta mirándola como un baboso.

—Parece que a mi amigo se le inundaron las cuerdas vocales con la tormenta de afuera —escucho como se burla Parry a mi costa.

—No es cierto —protesto arrugando mi frente, pero la risa de Shawna borra todo rastro de arruga.

— ¿Qué es lo gracioso? —pregunta Iris dejando nuestras cervezas en la mesa.

—Ivor perdió el don del habla por un momento —se guasa Parry —Auch —se queja cuando le doy una patada por debajo de la mesa.

—Dicen que la cerveza aligera la lengua —articula Iris sonriendo.

—De hecho es el alcohol —acota Parry.

—Cuando terminen de burlarse a mi costa, me gustaría invitarlas a ver una película cuando salgan de trabajar —digo ligeramente. Esto hace que las chicas se miren entre sí.

—Para cuando hayamos salido ya estará cerrado el cine —entona Iris y yo me elevo de hombros.

—Podemos ir a mi casa —sugiero y las chicas vuelven a mirarse. Seguramente sopesando mi propuesta ya que el novio de Iris es un idiota y dudo mucho que le gustase que su chica vaya a mi casa después del trabajo.

—Podemos ir a mi casa —interviene Shawna—. Tengo una buena colección de películas —comenta al ver la indecisión de su amiga.

—No lo sé —entona Iris indecisa.

—Por mi está bien —digo rápidamente.

—Vamos —le alienta Shawna—, Sean no vendrá hoy y vamos a estar en mi casa —propone para luego regalarle una sonrisa cómplice a Parry, haciéndome recordar como éramos antes de todo esto.

—Ok —asiente ella—, pero no pondrás una de esas películas históricas de las que te gustan —Parry suelta una enorme carcajada y yo tengo que apretar mi boca con la mano para no reír.




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