Jabalí.
Ewan Maccannon era un estúpido. No hay otra palabra. Este pibe estaba mal de la cabeza. No es para menos, con una madre que en la ciudad se concideraba una bruja. Solo un pibe estúpido va a quedarse en la zona prohibida después del aviso. No se sabe las razones por las cuales se quedó allí. Capaz que no escuchó el aviso ya que los perros ladraban fuerte o tal vez por el ruido del viento en el bosque. El teniente Richard Crown nunca lo sabrá.
Pero no es su culpa que el chico no se apartó en el momento de la culminación de la casería y el disparo del teniente lo llenó de perdigones . Por lo menos el jabaji que cazaron esta vez era enorme.
El teniente estaba en su casa tomando un trago fuerte para calmar los nervios y hacer "dormir" la conciencia.
El pudo evitar el juicio pagando una pensión a la madre del chico y un pasote de billetes al juez. Ser el teniente de policía le ayudó lograr el veredicto que consideró el hecho como un accidente.
Afuera estaba lloviendo mucho. El ruido del viento retumbaba por la chimenea.
Crown se levantó del sillon para servir otro trago.
Ya con la botella en la mano escuchó que alquien golpeo la puerta. Los golpes eran muy insistentes.
Crown se bajó para abrir.
En la puerta estaba la madre del chico fallecido. La mujer se veia empapada de agua. El viento le tiraba la capa negra tratando de desvestir a la mujer.
La mirada de ella estaba clavada en el teniente.
- Los errores fatales no se pagan con dinero, - dijo la bruja y le tiró los billetes en la cara, - se pagan con la vida.
Se dio vuelta y se fue.
Crown no supo que decir. Se quedó con la boca abierta mirando como se iba la mujer.
Lo último que vio, antes de cerrar la puerta, era que el viento estaba jugando con los billetes desparramandolos por el aire.
Dos semanas parason tranqulas. El teniente se sentia mas calmado, el tiempo lo estaba sanando. Por eso aceptó inmediatamente la invitación a cazar. Decían que en el bosque vieron un jabalí muy grande.
Por la ley del mal les tocó otro dia de lluvia.
Horas después Crown se encontró solo en el bosque con su rifle en la mano y sin escuchar las sirenas del grupo. No tenia miedo a perderse. Por eso iba caminando seguro. Solo el agua del cielo y el viento lo molestaban. Pero solo un poco, para un cazador esto no es un impedimento.
De repente Crown se resbaló sobre una rama y voló adelante perdiendo el rifle y "comiendo" un fuerte golpe de cara sobre un tronco.
Por unos minutos se quedó inconciente.
Lo despertó la catarata de agua que caia de las ramas. Unos chorros se resbalaban por la cara.
Crown levantó la mano para sacar el agua y la sangre de los ojos pero se quedó en shock. Adelante de sus ojos vio una pata peluda con una enorme pezuña.
"El jabalí !" - le quemó la mente una idea desgarradora.
El teniente saltó para levantarse, y lo único que pudo hacer es quedarse en cuatro patas. Miró alreedor asustado.
Alrededor no había nadie. Solo el bosque con las ramas saludando el viento.
Crown notó una fuerza sobrenatural en su cuerpo, los músculos parecían ser de acero. La vista afinada al máximo, y lo mas sorprendente, el olfato que le permitió detectar la presencia humana y canina a una docena de metros.
En el espacio abierto aparecieron unos hombres con rifles.
- Alli esta jabalí ! Disparen! - gritó uno de ellos.
Un susto le estremeció el cuerpo al teniente y lo obligó a reaccionar.
Crown salió corriendo abriendo el camino con el osico estirado y enormes colmillos.
Su oído le avisaba que los cazadores lo siguen. Se escuchaban sus gritos cada vez mas cerca.
El miedo es un exelente motivo para activar las fuerzas sobrenaturales del cuerpo y Crown tenia todas las chances de escapar de la persecución... si no seria por los perros.
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Editado: 16.10.2019