𝑨𝒍𝒆𝒙
Mi apariencia tiene que verse de una persona a la cual no le está molestando en lo más mínimo lo sucedido, aunque a decir verdad estoy que echo chispas. No, estoy en el siguiente nivel. Mi sangre está hirviendo por la cólera.
Me siento realmente incómoda y en verdad no quiero estar aquí, lo dije desde un jodido principio, pero a pesar de ello, no dejaré que una persona cualquiera me deje en ridículo.
Eso jamás pasara.
Despacio me pongo de pie y con dificultad trago saliva. Elijo cuidadosamente mis palabras y tomo una bocanada grande de aire.
—Les agradezco por la invitación a la cena de equipo y por darme una calurosa bienvenida a Big Hit. Les aseguro que NADA ni NADIE evitará que haga mi trabajo de forma correcta —Mis labios pronuncian la amenaza, porque sí es una amenaza, directamente al chico que me ha orillado a dar este terrible discurso. Él, por su parte, mantiene la mirada fija en la mesa.
Hago una leve inclinación y bebo el contenido del vaso sin meditarlo, pero me arrepiento al segundo
<<¡Quema!
¡Este alcohol es excesivamente amargo!>>
No soy una bebedora experimentada aunque debo admitir que soy bastante tolerante a todo tipo de bebida alcohólica.
<<¡Pero esto parece alcohol etílico!>>
Puedo sentir perfectamente como un calor baja por mi cuello hasta dirigirse a la boca del estómago. Una mueca se figura en mi rostro pero nadie se percata de eso a excepción de Seokjin que ríe un poco por lo bajo. Sin saber a ciencia cierta lo que hago, de mi boca emana un sonido que me parece extraño... yo también me estoy riendo. No es una risa forzada y tampoco muy fuerte, solo es una risa natural.
Hacía demasiado tiempo que no me reía.
Mi postura regresa a su sitio y sin pensarlo vuelvo a tomar asiento. Gracias al cielo el mesero se aproxima a nosotros con nuestra comida y todos centran su atención en comer. Una vez más mi corazón tiene un ritmo normal. El nerviosismo ha quedado atrás.
La comida se ve bien y no tardo en probar bocado. En mi boca, las papilas gustativas inician una fiesta loca de sabores.
<<¡No había probado algo más delicioso antes!>>
Estoy tan sumida en mi felicidad momentánea, que la voz de uno de los chicos me molesta en gran medida al escucharlo hablar.
—Y dinos Noona, ¿Alex es tu único nombre o tienes otro? —Taehyung pregunta mientras se lleva un pedazo gigante de carne a la boca.
<<¿En serio no dejarán que cene a gusto?>>
Mi vida privada es un tema que por nada del mundo deseo tocar. Es una regla implícita que me he forjado a lo largo de los años y que siete chicos desconocidos sepan de ella no me agrada en lo más mínimo.
<<Bien, hay que evadir con sutileza y diplomacia el interrogatorio>>
—No tengo ningún otro nombre, solo Alexandra, pero llámenme Alex —Continúo comiendo restándole importancia.
—¿Es cierto que hablas muchos idiomas y que has recorrido todo el mundo? ¿Cómo aprendiste a hablar coreano? —Las preguntas vienen directamente de Hoseok que, sentado a un lado de Jimin. Ambos me mira emocionados.
<<Entonces hicieron su trabajo indagando mi vida...>>
Si así fue, tienen la información errónea.
<<¿O no?>>
—No sé hablar muchos idiomas y tampoco he recorrido todo el mundo. Su idioma lo estudié en un curso intensivo, pero como ven aún tengo que perfeccionarlo —Deseo reírme fuertemente pero solo lo hago en mi cabeza.
<<Ilusos, si supieran que en solo cuatro meses aprendí Coreano...>>
Su interrogatorio comienza a parecerme fuera de lugar pero me mantengo al margen.
—Nuestro manager nos dijo que eres muy buena en lo que haces, tanto así que has podido trabajar con muchos artistas famosos, ¿Eso es cierto Noona? Los artistas han de ser personas muy buenas e interesantes —A Jungkook se le ilumina su pequeño rostro.
Una risa fingida no puede soportar quedarse en mi boca y sale sin más. Todos me ven de manera incomprensible. A pesar de que estos chicos también son muy famosos y conocidos en muchos lugares, se nota que no han tenido la oportunidad de convivir con los llamados "artistas".
Ellos, por ser figuras reconocidas del medio, no te dan el mínimo agradecimiento, toda la disque "fama" se les sube a la cabeza. Pero claro, no todos son groseros, muchos suelen ser muy amables y accesibles. En fin. En el medio artístico siempre habrá de todo.
—Solo he tenido la oportunidad de trabajar para unos cuantos artistas, pero nada fuera de lo normal. Es simple trabajo y ya. Créeme, no es nada espectacular —Casi me atraganto con el estofado al decir semejante mentira. El llamado Maknae de Oro desvía su mirada y lo noto un poco afligido.
Sé que estoy siendo grosera pero no puedo hablar de más. Ellos, más que nadie, saben cómo se maneja la vida de un artista y lo que ello implica.
Cuando te hacen firmar un contrato la clausula más importantes es, literal, "No hablar nada acerca de la persona para la que tienes que prestar tus servicios" y déjenme decirles que Big Hit no es la excepción. Nunca he tenido problemas con eso y hoy no será el día para empezar aquello.
Después de ese incómodo momento todos comienzan a tener conversaciones triviales: practicas, videojuegos, música, libros... una típica charla entre amigos. Por mi parte me mantengo en silencio.
Así pasan al menos treinta minutos cuando, Seokjin, que se encuentra comiendo animadamente a mi lado, se detiene de repente. Me parece un poco fuera de lugar esa acción, ya que él y la palabra comida parecen ser uno mismo.
Me percato que comienza a frotarse las manos y me mira de soslayo. No quiero aventurarme a sacar conclusiones apresuradas, pero él se ha mantenido callado desde que llegamos y, que me mire tan nerviosamente, solo puede significar una cosa.