7. Huida

𝑴𝒊𝒏 𝒀𝒐𝒐𝒏𝒈𝒊

La cena de ayer fue un completo desastre y por supuesto, todo fue causado por mi culpa, o eso es lo que dicen los idiotas de Jungkook y Hoseok de camino a la agencia, ya que ellos son los únicos que me hablan más o menos bien. El resto de los chicos están realmente enfadados, pero especialmente Jin Hyung. Él ni siquiera me ve a la cara.

Está más que claro que esa chiquilla insolente es la verdadera culpable. El hecho de que haya pagado la cena hizo darme cuenta que ella no es como cualquier otra mujer que yo haya conocido. Su manera de actuar anoche me dejó muy en claro que no es de las personas que pelean con palabras o golpes, ya que con su actuar y su pensar tiene más que suficiente.

<<¡Por Dios! ¡Esta chica está en un nivel diferente a mí!
Mi mente y mi orgullo se sienten completamente humillados>>

Hoy, como primera misión al llegar a la agencia es ir directo a la oficina de esa mocosa. La simple y sencilla razón es porque antes de que saliéramos de casa, Namjoon habló conmigo de la forma más educada que posible y tajantemente dijo que debía disculparme con ella y pagarle por la dichosa cena. Sin querer discutir más solo le respondí un escueto sí.

Sin prestarle atención a nadie, salgo de la camioneta y me dirijo a las escaleras (obviamente no quiero tener más sus miradas acusadoras sobre mí). Mientras subo escalón por escalón, mi mente, como suele hacerlo, se dedica a divagar un poco... hasta cierto punto creo que no están del todo equivocados. Sí, hice algo que estuvo realmente mal, no era la manera correcta en como una persona debía comportarse y mucho menos yo. Pero sinceramente no lo lamento del todo.

<<¿Por qué sigue molestándome la presencia de esa muchachita?>>

Es alguien a quien realmente no conozco, así que por ende no tengo porque molestarme cada vez que la veo, supongo que en términos generales creo que la odio, y eso surgió desde la primera vez que la vi. Ella debe de sentirse halagada de que Suga sienta repulsión hacia su persona. Es un sentimiento no muy común en mí.

Estoy por acercarme al tercer piso y eso no es bueno, aún no me encuentro preparado psicológica y mentalmente para encararla y ver mi dignidad y orgullo irse al infierno. Bien, tal vez exagero un poco, lo único que tengo que hacer es pedirle su número de cuenta para realizar la transferencia del dinero. Sí, solo tengo que hacer eso, pero para mí es uno de los actos más viles y bajos que he hecho en mi vida.

Sin darme cuenta el tercer piso me da la bienvenida.

<<Con un carajo>>

Sin detenerme me enfilo directo a la oficina de la mocosa

<<Yoongi, esto no es nada del otro mundo. Sopórtalo>>

Con ese estúpido pensamiento en mente llego hasta la puerta de su oficina pero me quedo estático en el sitio.

<<¿Acaso llegué muy temprano?>>

Tomo el celular de mi chaqueta y miro la pantalla, son las diez con treinta y cinco de la mañana. Qué extraño, usualmente todas las personas que trabajan en oficina junto con el staff llegan a las nueve.

<<¡JA!
Posiblemente después del teatrito que hizo ayer, le dio tanta vergüenza que ya no quiso venir a trabajar.
O mejor aún, tal vez renunció y nos dejará por fin en paz>>

Una sonrisa de triunfo no tarda en aparecer en mis labios. Sintiéndome pleno giro sobre mis talones para largarme del tercer piso, cuando una voz me habla al final del pasillo.

—¡Yoongi! ¿Qué haces aquí? —Sejin se acerca en mi dirección trayendo consigo un par de papeles en mano. El semblante que se carga figura el de un hombre de muchas ocupaciones.

—Hola Hyung, buenos días —Pretendo parecer normal pero en mi interior estoy brincando de felicidad.

—¿Qué te trae al tercer piso Suga? Tú no deberías estar aquí —Me observa con ojos analíticos y yo desvío la mirada.

—Emmm... nada, solo estoy de paso —Mi actuación seguramente es pésima. Su mirada va de la puerta que tenemos enfrente, a mi rostro. Una cosa en la que nunca le podremos ganar a este hombre es cuando decimos alguna mentira. Nos conoce demasiado bien.

—A mi no me engañas Suga, vienes a ver a Alex por lo de ayer ¿No es así? —Sus ojos se abren un poco pero no hay sorpresa en ellos. Por supuesto, todos se enteraron de que yo fui el malo de la historia. No respondo nada y el continúa —Ella se encuentra en junta con el señor Bang. De hecho yo vengo de allá y dudo mucho que vaya a salir de inmediato. Si fuera tu no interrumpiría —Sejin me regala una sonrisa de suficiencia y se aleja hasta una oficina aledaña.

<<¿Una junta solo ellos dos?>>

 Camino como si nada por el pasillo y echo una ojeada por las oficinas, algunos solo me saludan con una pequeña inclinación, pero mi objetivo lo encuentro hasta la última sala, esa que ocupan para reuniones rápidas.

<<Que bajo has caído para llegar a hacer esto>>

Efectivamente, como lo menciono Sejin, Alex está conversando de manera bastante seria con BangPD. Ambos tienen arrugada la frente y expresan una concentración infinita. Esa expresión que se le ve al CEO siempre que organiza algo importante.

<<¡Suficiente Yoongi!>>

Con pasos que ni una hormiga escucharía regreso de vuelta al final del pasillo, directo al elevador. El que Alex no se haya encontrado en su oficina fue tal vez buena suerte, o quizá no. Está claro que necesito terminar el asunto del dinero por completo y lo más pronto posible, pero por otro lado no tengo las ganas de enfrentarme a ella hoy, aunque eso significa que deba que aplazar el momento. Regreso a mi estudio y olvido el problema por el momento.

[…]

Días como estos en los que no tenemos práctica, las horas se van más rápido, tanto que no me doy cuenta que el reloj marca las nueve de la noche. En el grupo que tenemos en Kakao Talk todos escriben diciendo que ya tienen hambre y que es hora de ir a cenar. No puedo negarlo, mi estómago está sonando insistentemente.