𝑨𝒍𝒆𝒙
Mi corazón late descontrolado a pesar de que ya estoy dentro del elevador.
"Por cierto, lo que le dije a Jimin fue real, no tengo razón alguna para odiarte...
y espero que sea lo mismo para ti"
En mi cabeza repito una y otra vez lo que le dije a Yoongi en la sala de juntas hace unos instantes.
<<Cálmate Alex, lo haz hecho bien>>
Mi postura vuelve a ser recta y mi respiración comienza a tener un ritmo normal. Ya sabía que Yoongi no era una persona fácil de tratar, pero ese hombre es el verdadero demonio, aunque mis palabras son completamente ciertas, ya no quiero tener ningún conflicto con él... con él y con ninguno de los chicos.
Inmersa en mis pensamientos, llego a mi oficina y dejo todo en su lugar. Tomo asiento en la silla giratoria y coloco la playlist a un volumen moderado, dejando que el piano inunde el pequeño espacio. Mi mente y mi cuerpo se relajan recordando los acontecimientos de los últimos días...
Hace exactamente una semana tuve una junta con el señor Bang y el mánager de los chicos. Fue toda una sorpresa que mi primer trabajo fuera organizar un evento tan importante como lo son los Billboard. Aún más lo fue cuando tuve que viajar a Las Vegas, uno de los lugares que me ha marcado a lo largo de mi vida.
Los premios se llevarán a cabo como cada año en el Grand Garden Arena y como invitados a todos se le otorga habitaciones en el hotel MGM Grand, pero eso también incluye a todas las personas externas al evento que compran su boleto para asistir, así que por ello muchos artistas buscan un hospedaje aparte, más que nada por la privacidad.
No fue difícil decidir el lugar al que los hospedaría. El hotel en el que una vez tuve la fortuna de trabajar por un lapso muy corto de tiempo, es uno de los mejores del gran Las Vegas. Al llegar a este, con solo mirarlo me llevo de nuevo a aquella época de mi vida en la que no sabía que sería de mi.
Mi llegada al hotel fue muy normal, el gerente me esperaba en la recepción (ya que le había enviado un correo comentándole la razón de mi visita) y como si fuésemos grandes amigos me recibió con un fuerte y largo abrazo, olvidándose por un segundo que no soy muy afectuosa.
—Lo siento Alex, olvidé que no te gustan mucho las demostraciones de afecto, pero en verdad me alegra el verte de nuevo —Michael, un hombre de edad avanzada, con cabello completamente blanco, ojos color miel y unos cuantos centímetros más bajo que yo, me regaló una cálida sonrisa —Te has convertido en toda una mujer importante. ¡Mírate! Ya no eres esa niña que yo conocí —Sus palabras me hicieron sonrojar un poco.
—Señor Michael a mí también me da gusto verlo, y créame cuando le digo que no he cambiado en nada, muy en el fondo sigo siendo esa niña malcriada y respondona que conoció hace tanto tiempo —A mi memoria venían esas veces en las que no estuve conforme por el más mínimo detalle y siempre terminábamos en discusiones en las que yo obtenía siempre la razón (él me dejaba ganar).
—Deja las formalidades, solo dime Mike; además, ya no soy tu jefe... bueno, en realidad nunca lo fui —Con una risita tonta solo asentí con mi cabeza —Bueno, bueno, a lo que viniste, ¿Qué puedo hacer por usted Señorita Alexandra? —El formal ahora fue él. Dejando las preguntas personales y los saludos largos comenzamos con el trabajo.
El hotel estuvo más que dispuesto a proporcionar todas y cada una de las necesidades que estaba pidiendo, aunque exigiendo era la palabra correcta. Desde un piso completo con guardias de seguridad, room service las veinticuatro horas y salas de descanso privadas, hasta una sala de conferencias que pedí que adaptaran como cuarto de ensayo. Tardé tres días en recibir un sí de todas las personas que estarían a cargo de los chicos.
Michael se despidió de mi con un simple "Nos veremos pronto" y con ello concluyó mi viaje de negocios en Las Vegas. Mi vuelo de regreso a Corea estaba ya preparado, pero como había terminado todo antes de tiempo, tuve un par de días extras de descanso. En automático en mi mente resonó "Nueva York". Sí, ya era tiempo de hacer una corta visita.
Aunque me doliera un poco el recordar lo sucedido era necesario ir, por ello no lo pensé mucho cuando ya estaba saliendo del Aeropuerto Internacional John F. Kennedy. No me demoré más de cuarenta minutos en llegar a mi destino: El Memorial Sloan Kattering era un lugar que conocía en su totalidad...
Con un pequeño salto en mi silla regreso de golpe a mi realidad. La música que tengo en el celular cambia por un pequeño pitido, significado de que he recibido un mensaje nuevo. Lo tomo y en la pantalla de inicio veo el nombre de una persona que me hace sumamente feliz.
No demoro en abrir el chat.
MENSAJE NUEVO
♡ Bruce ♡
Hey! Cómo te fue en tu presentación? Le diste unos buenos golpes a ese tipo?
1:18 pm
El leer su mensaje me da la sensación de haberlo escuchado blasfemar frente a mis propios ojos, como en aquella época en la que nos conocimos. Bruce es un hombre bastante impulsivo, grosero con las personas que tiene que serlo, alguien que dice las cosas sin tapaduras, pero sobre toda las cosas, es un hombre que cuida de los suyos más de la cuenta. No me importa todo lo malo que digan de él. Es una persona valiosa en mi vida.
Alex
Jajajaja sabes que no es lo mio golpear a la gente (a menos que de verdad me hagan enojar)
Con lo que respecta a ese tipo... Solo lo deje por la paz, no quiero tener problemas con nadie en el trabajo.
Y obvio que en la presentación me fue excelente.
1:22 pm