Ya conseguimos un colegio, es grande y hermoso. Me gusta porque tiene como un bosque en la parte trasera, pero este colegio es tan enorme que cualquiera se perdería, la mitad es de secundaria y la otra mitad es de primaria, los separa unas rejas. Pero aun así se ve el lado de primaria.
Ahora mismo estamos en la dirección del colegio, hoy es lunes, asi que empezamos desde hoy, mientras los demás están diciendo sus datos yo miro por la ventana todo lo que hay afuera. Ahí veo a un chico, mirando a todos lados, parece que no quiere que nadie lo vea.
- Chloe- me llama una voz.
Sigo mirando por la ventana, el chico y yo cruzamos miradas, pero de la nada se va corriendo. Al voltear veo a Alam. Me asusté pero no lo refleje en mi cara.
- Chloe, te estaba llamando para que te den tu horario.- me dice él.
- bien- me acerco a la directora. Me fulmina con la mirada, siento que trata de decir algo, pero no lo hace.
- Tome, señorita Chloe- me dice la directora.
- gracias, directora.
Nos vamos de la dirección y vemos diferentes salones, sus puertas son corredizas, el color es azul, las carpetas son individuales y están en fila. Vuelvo a ver al chico de hace un rato, esta pasando a su salón. ¿Quien será?. No se porque pregunto si ya se la respuesta. Odio este mundo.
- Chloe aquí es nuestro salón- me dice Alam, es el mismo salón en donde entro ese chico.
- vamos- lo empujo y toco la puerta. La profesora sale a nuestro encuentro.
- Si ¿que desean?- nos pregunta la profe.
- somos los alumnos nuevos, este es el salón que nos asignaron.- le dice Alam, todo respetuoso.
- Aya, pasen- nos lo dice con una sonrisa, deja un espacio en la puerta para que entremos.
Ella escribe nuestros nombres en la pizarra, los dos nos presentamos, primero él y luego yo. La profesora nos asignó nuestros asientos. Mi lugar es junto a una chica pelirroja, tiene pecas en su mejilla, su test de piel es claro, me mira mientras paso a sentarme a la carpeta de al lado. Alam se sienta junto a ese chico que vi, es trigueño, sus ojos son grises, rara combinación.
Cuando lo miro a los ojos y el también me mira, siento un dolor punzante en mi cabeza, hay un recuerdo que está en mi mente, pero no es mío, dejo de mirarlo y me cojo la cabeza, en son de dolor.
- ¿estás bien?- me preguntan a la vez, la pelirroja y Ami.
- si, no te preocupes- le digo a la chica.- he recordado algo pero ese recuerdo no es mío, sino es de aquel chico que está aya- le hablo en mi mente a Ami, le señalo con la mirada al chico. Ella se percata de algo. Pero no quiere decírmelo, para que si ya lo sé.
- Ami quiero que me borres todos los recuerdos desde lo que va a pasar ahora y más adelante-se lo pido, estando aún confundida.
- no puedo hacerlo, lo siento-me dice ella- pero hay otra solución, puedo guardar tus recuerdos en un pote mágico, que está en este mundo, lo encontrarás en la casa de ese otro chico- hace presente la imagen en mi mente. Lo veo, pienso que es un chico normal, como para que tenga guardado ese pote mágico, tan importante, pero después de todo las apariencias engañan.
La profesora sigue con lo suyo, explica y explica. Oigo mi nombre en los labios de la profesora. Mi mirada se concentra en ella, los demás me miran como si fuera un payaso de circo que les está dando un espectáculo.
- Si maestra- le digo.
- responde la pregunta que hice- me dice.
- yo estoy en contra, porque la naturaleza no es del hombre sino del mismo Dios que nos creo a todos. Debemos convivir en armonía con todo el mundo, sino el equilibrio, que se tenía, se puede quebrar.
- muy bien alumna - se sorprende por lo que acabo de decir, estaba distraída lo sé, pero aún así puedo escuchar. Después de todo soy...
Sin pensarlo o ordenarlo miro a Alam, él me está mirando, ¿que se traerá en manos? Volteo mi cara hacia la ventana y vuelvo a mirar la hermosa naturaleza del colegio, al fin al cabo esta clase y este tipo de enseñanza no importa, en mi verdadero mundo, nosotros nos regimos por la magia y el poder que posea una persona, después de todo algún día volveremos a nuestro mundo. Al menos eso espero, no debería ser negativa, pero en estos momentos lo único que se me viene a la cabeza es la negatividad. Sin darme cuenta, hasta ahora nadie ha preguntado porque hemos venido aquí, todos esperan una respuesta y esa respuesta o verdad tiene que salir de la boca de Alam, no la mía, es mejor no involucrarme en algo que no me incumbe.
- todos empiezan a salir- escucho la voz de mi compañera de adelante, que no se dirige a mi persona sino a su amiga de al lado. Las observo sin que se den cuenta, quisiera conversar con ellas, tener amigas, pero no es el momento adecuado, me hago recordar que no hemos venido a eso, sino a poder elevar nuestra magia.
Me acuerdo que debo perseguir a aquel chico que menciono Ami, para conseguir el pote mágico. Me levanto y empiezo a caminar a la puerta.
- señorita a donde va- me pregunta la profesora. Me he metido en un lío, acaso no era el receso.
-¿ aún no ha sido el receso de clases?- le pregunto
- por favor señorita, vuelva a preguntar de una manera correcta.- me dice, que chinche es.
- ¿ aún no ha empezado el receso de clases? Profesora - vuelvo a preguntar.
- muy bien - me dice dice con una sonrisa- le informo que aún no ha tocado el timbre, ¿acaso le aburre mi curso?
- Verdaderamente…- me fulmina con la mirada, he leído sus pensamientos, que ruegan que le diga que no. Acepto su suplica y digo que no. Sus pensamientos se alivian, me acerco a la profe y le digo "parece dura como una roca, pero es más fácil romper una piedra sin base que la sostenga". Ella se queda conmocionada con mis palabras, por un momento se queda "paralítica" de todo el cuerpo, pero luego empieza a entender. Me retiro a mi sitio, en vez de que los chicos se rían, se quedan como estatuas, no dicen o murmullan, ni una sola palabra. Me siento y sigo viendo las afueras del salón.