No existen personas que no tengan debilidades en este mundo. Hay gente que ve sus debilidades como algo malo, pero a veces son buenas ya que puedes sacar provecho de ellas.
Sabes, me acuerdo que tenía una amiga que detestaba ser débil, se odiaba, se maltrataba, no le gustaba tener un carácter demasiado “suave”, ya que según ella no le permitía verse como alguien fuerte.
Si uno ve eso como una debilidad, yo más bien lo vería como una virtud, porque si no mal recuerdo ella tenía un excelente don para convencer a la gente con su “suavidad”.
Hubo una ocasión en la que conversamos sobre las debilidades, a lo que yo le dije, “tu peor enemigo siempre será tu mente”. Que buena pregunta amiguito, en si como dijiste la mente nos ayuda a pensar, pero también es nuestro peor enemigo ya que es el único que sabe todas nuestras debilidades y completa todo lo que pensamos. Por eso siempre mi abuela decía que tuviese cuidado con lo que pensaba o decía, porque mi subconsciente me escuchaba.
“Soy débil” “Nunca puedo cambiar esto” “Mi debilidad me lo impide” Son frases que circulaban por mi mente cuando era más pequeña, hasta que desaparecieron. Desaparecieron porque entendí que lo que estaba haciendo era alimentar a mi debilidad de cosas negativas, haciendo que en vez de que esa debilidad sea algo bueno, se transformara en algo malo. Supongo que por un lado habría que cambiar nuestra manera de pensar, y, por otro lado, amarnos aun con todas nuestras debilidades.
Por no amarme a mí misma termine en lo que soy, un desastre. A sí que amaté y valora cada parte de ti, incluso tus debilidades y fortalezas.