Jasy

Capítulo 2

El viento fresco de la noche mueve las hojas de los árboles, el cielo cubierto por un manto de estrellas acompañando de la luna nueva, una figura curbilínea de una joven que sólo se distingue su figura y su cabello negro como la noche misma, se mueve con agilidad entre los árboles, saltando y esquivando obstáculos naturales que tiene todo bosque, su corre se detiene lentamente hasta quedar al frente de un río. 
La luna ilumina con una luz tenue casi de día, la joven se arrodilló y contempla su reflejo, una piel morena como los indígenas pero más clara, labios carnosos de un rosa pálido, ojos marrones casi negros pero en la luz del sol son más claras, caderas anchas y todos los atributos de toda mujer pero sin exagerar, mide unos 1,59 cm aproximadamente, su vestimenta consiste en unos jeans de licra ajustadas de color negro una blusa de tiraste de color agua marina y una gabardina blanca con capucha. Al terminar de contemplarse mete las manos al río revosante de vida para lavarse las manos, la cara y beber un poco de sus cristalinas aguas. 
Escucha un ruido al otro lado del río, en la orilla  se encuentra un cachorro de lobo jugando despreocupado en la orilla, de pronto el cachorro resbala al río y al ser pequeño y inexperto al nadar el río lo arrastra, el cachorro llora de miedo al verse en esta desafortunada situación, la joven espero que algún integrante de su manada lo ayudase pero al ver que no tendría ayuda se lanza para alcanzar al cachorro antes de que la corriente lo aleje demasiado. La joven con facilidad alcanza al cachorro y lo lleva al lugar de donde se había resbalado. 
El pobre cachorro asustado y con frío tiembla entre las manos de la joven que lo consola con palabras de aliento y lo acaricia para que se tranquilice, después de un rato el cachorro se tranquiliza y mira con curiosidad a la joven. 
__Vuelve a tu forma humana cachorro.__ dijo la joven con dulzura.  
Ella siendo conocedora de su verdadera naturaleza, un cambia formas. Por la forma tan dulce como lo dijo llenó de valor al pequeño cachorro. 
El cachorro cambia se forma convirtiéndose en un niño de cabello castaño de piel clara y ojos verdosos de unos 6 u 7 años. 
__Gracias señorita__. Dijo él con su aniñada vos. 
__De nada__. Dijo la joven __ Y ¿Cómo te llamas? __ Pregunta ella. 
__Me llamo Isaac__. Responde con educación. __ Y ¿Usted? __dijo pregunta Isaac curioso. 
__Me llamo Jasy__. Responde la joven. Él niño la mira con confusión pues nunca ha oído ese tipo de nombre por ese lado del río. La joven al ver la confusión del niño responde. __Significa Luna en español, es un nombre de origen guarani__. 
Él niño tirita de frio por la ráfaga de viento Jasy al ver eso se quita la gabardina que en algún punto se había secado ya. 
__ ¿Mejor? __ Pregunta Jasy. Él niño sólo haciente. __Bien. Te llevaré más cerca de tu manada.__ sentencia Jasy.__ así me aseguró de que no te metas en problemas.__ agrega la joven divertido. 
__ ¡Oye! __ Exclama el niño haciéndose el ofendido. 
La joven sólo se ríe y emprenden camino hacía la aldea del niño. El trayecto fue divertido, contando anécdotas de sus vidas y cosas vergonzosas. 

 

 

~~~

 



__Hasta aquí puedo acompañarte.__ dijo Jasy. 
__Esta bien.__ dijo el niño.__ ¿Puedo hacerte una pregunta Jasy? __. Pregunta Isaac. 
__Claro.__ dijo Jasy. 
__ ¿Qué es el segundo olor que tienes? __ preguntó el niño.__ por que el primer olor es a bosque mojado. 
__El segundo olor es de la flor del árbol de lapacho que crese del otro lado del rio__. Dijo Jasy. __ existen tres colores el rosa, el amarillo y el blanco, pero todos tienen el mismo olor algunos más fuertes pero otra.__ concluyó con la explicación Jasy. 
¡Isaac! 
Llamo alguien, el niño y Jasy miran en donde se escucha la voz. 
__Be, te están llamando__ ánimo Jasy. Él intentó devolverle la gabardina, pero Jasy sólo negó. 
¡Isaac! 
Llamaron otra vez, él niño miro de donde lo llamaban para después mirar donde debería estar Jasy, pero ella ya no estaba, en su lugar estaba una bella y desconocida flor de color blanco con el mismo olor de la bella y extraña joven. Lo único que le acreditaba que ella es real sólo fue la flor blanca y la gabardina que conservaba el olor a bosque mojado y la recién descubierta esencia flor de lapacho. 



 




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