Je Te Hais

4 ?

— De acuerdo, me gusta que sigas viviendo aquí —le escuchó decir mientras entra al departamento—. Lo que no me gusta es que sigas viviendo aquí.

Me giro a verla — ¿Qué significa eso?

— Que esperaba algo más, ¿Cuánto llevas aquí, tres años?

— La renta es buena —trato de justificar.

Deja a un lado de la puerta su bolso y zapatos — Puedes usar mi departamento, lo sabes bien.

— Y ya te dije que no me atrevería a hacer eso.

Coloca los ojos en blanco — No entiendo por qué eres tan necia.

Porque ya me acostumbré a ser independiente y me gusta como logro manejar mi vida, porque no le permito a mis padres meterse en mis decisiones ¿Por qué le dejaría a alguien más entrometerse? La enrolle en mis brazos, lo cual nos hizo ver graciosas por la diferencia de estatura.

— No te preocupes por mí, vivo bien aquí y la casera es muy buena.

— Necia —también me abrazó.

— ¿Sabes lo qué me haría feliz?

— ¿El estúpido de mi hermano?

Me alejo riendo y me dirigí a la cocina para preparar algo de comer, ella se sigue burlando de su hermano mientras me sigue los pasos en la pequeña cocina por lo que me veo obligada a sentarla en una silla del comedor.

— Deja de insultar a tu hermano mayor y mi futuro esposo.

— ¿Por qué quieres a mi hermano de esposo?

Me encogí de hombros sin saber que responder porque la verdad, ella ya había escuchado mis opiniones sobre su hermano antes.  Me parecía un poco inútil decirlas ahora pero de solo pensar en quedarnos sin de que hablar tan temprano en la noche me supo mal.

— ¿Por qué quieres saberlo? —coloque sobre la sarten las carnes —. Si tuviera un hermano no me gustaría que alguien hable de forma romántica de él.

— Quiero ver el famoso brillo de amor de nuevo.

Negué con la cabeza — ¿Estás normal? no me pareces muy normal, justo ahora.

— ¿Qué defines normal? —me gire a verla, sus mejillas se encontraban coloradas

¿Qué sucedía con ella?

— ¿No te importa salir con alguien de tu entorno laboral? —siguió cuestionando —. Mi hermano es tu jefe, ¿no te molesta que la persona que te gusta sea tu jefe? ¿no sería raro si lo de ustedes avanza?

— Para eso primero tu hermano debe verme.

— Supongamos que ya se saltaron ese romance de estar tirando y halando, ¿crees que funcionaría?

Me encogí de hombros porque ya había pensado tanto en eso que sentía la cabeza desgastada.

— Estoy tan desesperada por saber si me va a ver en algún momento que solo quiero que suceda, eso de si funcionar o no ya solo es como el siguiente paso —seguí moviendo el tenedor en la sarten con ciertos vegetales —. Creo que no me estoy haciendo entender, perdón. Lo que quiero decir es que ya no es algo que me preocupe, lo que debe funcionar lo hará sin forzarlo o pensarlo tanto.

Torció los labios como si se encontrará inconforme con la respuesta, como si hubiese esperado más. Sin embargo, no sabía que más decirle, probablemente porque en este momento de mi vida me preocupa a dónde va a ir mi vida que en si Samuel logrará corresponderme.

Me asusta más el hecho de si podre cumplir mis sueños. No es fácil el mundo del espectáculo, mucho menos el de llegar a Broadway; termino de preparar la comida para las dos mientras la veo seguir preguntando sobre cosas al azar, por más preguntas que me hace sobre romance incorrespondido, me deja más curiosa ¿por qué de repente quiere saber sobre esas cosas? La veo comer con tristeza real, no como esas que suele hacer en un berrinche.

— ¿Te gusta alguien? —encaro sin vacilar—. Por lo general tú estás siempre saltando en alegría molesta e irritante.

Me miró mal y me tiró un brocoli a la cara.

—Oye señorita, no te pases de lista conmigo.

— ¿Por qué me preguntas eso? ¿acaso no puedo saber lo que significa que no le gustes a la persona que te gusta?

— ¿Cómo se llama? —seguí cuestionando.

Desvió los ojos para todos lados sin poder mirarme, coloque mis manos en cada una de sus mejillas.

— Solo habla, si no me lo dices a mí ¿a quién se lo dirás?

— Tengo amigas.

Enarque una ceja al mismo tiempo que la dejaba ir.

— De acuerdo, no me cuentes nada sino quieres.

— De acuerdo, tú ganas —suspiro con fuerza—. Lo que sucede es que... si hay una persona en mi ambiente laboral.

— Aja, ¿es de casualidad tu jefe?

Se puso nerviosa cuando las palabras salieron por lo que me llamo mucho la atención su reacción.

— ¿Está casado?

Negó nerviosa — Es que, es algo grave.

— Pero ¿qué es?

— Me gusta una chica —murmuro avergonzada.

Parpadee un poco tratando de volver a mi cuerpo — ¿Dónde esta lo malo?

Me miró sin entender pero yo era lo que no entendía, se supone que eso es normal. Te puede gustar quien sea ¿por qué lo miraba como si era algo de que alarmarse?

— ¿Lo malo no es que me guste una chica?

— Lo malo es que creas que está mal que te guste una chica —volví a comer como si nada pero ella se quedo con la boca abierta—. Pamela vamos, en el mundo del modelaje casi no se ve sobre parejas homosexuales. Creo yo. Pero no está mal.

— Ella es muy linda —confeso soñadora—. No sabes lo atenta e inconformista con su trabajo, siempre está tratando de perfeccionar sus diseños.

Me arrepentí casi de inmediato el no grabarla, si quería saber lo que era el brillo de ojos enamorados. Justo lo estaba haciendo en ese momento. Le seguí escuchando por la forma bonita que se expresaba de su jefa, se notaba un pleno sentimiento por parte de ella, el sentimiento de tristeza me golpeó pensando en sí podría ser correspondida.

No es fácil estar en esa posición, en ese horrible lugar de saber si podrán darte lo que mereces.

No quería eso para ella.

— Quiero estar con ella enserio, llevamos trabajando unos años pero de un tiempo acá... la he logrado ver.




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