“Coge el día presente y fíjate lo menos posible del mañana”
Quinto Horacio
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Apenas llego a casa luego de estar todo el día en la panadería para darme cuenta que Demian ya ha llegado, se encuentra en la sala, leyendo el periódico y tomando una copa de vino en donde a su lado se encuentran unos aperitivos para acompañar su famosa y preferida bebida tradicional; me quito los zapatos para dejarlos a un lado mientras camino casi en puntillas para acercarme a él; parece estar tan inmerso en la lectura de las noticias que probablemente no se ha dado cuenta aún de mi presencia, así que cuando intento sorprenderlo, inesperadamente se da la vuelta logrando que quede a la mitad de mi gesto para asustarlo. Deja ir una risa hasta que de nuevo pone sus ojos en el periódico nacional para así sentarme a su lado mientras me doy cuenta que está leyendo el área de economía y negocios.
— ¿No te aburres? —Le pregunto mientras agarro una uva que está en un bol.
— ¿De leer la sección de economía o de tener que esperarte cada día? —Suena a protesta.
—Hablo de leer cosas de economía y negocios. —Le apunto hacia el periódico.
—No, sabes que es mi rama y tema favorito —dice con orgullo.
—Dios, deberías entretenerte en algo nuevo —le comento volviéndome a levantar.
—Últimamente no te quedas quieta —suspiro.
— ¿Será porque el bebé a cada cierto tiempo parece estar jugando que ahora no dejo de sentir sus movimientos? —Le recuerdo.
— ¿Eso te incómoda? —Se burla de mí.
—No, al menos me da una señal que está despierto y bien. —Salgo de la sala.
Realmente con el paso de los días también me he vuelto una persona muy inquieta que no puede quedarse sentada o en un solo lugar, debido que a cada momento por lo menos en un promedio de diez a veinte minutos tengo que estarme moviendo de un lado a otro para no sentirme incómoda al solo pasar sentada, sin decir, que hasta para poder tomar una siesta o tener por lo regular mis ocho horas sueño ya suele ser algo imposible cuando tengo que buscar una buena forma para dormir sin que perjudique al bebé; la verdad es que seguir leyendo libros de padres primerizos, maternidad y consejería para cuidados pre y pos natales ha logrado que mi cabeza se llene más de conocimiento acerca de cómo cuidar más a mi bebé, añadiendo de videos de YouTube que suelen ser entretenidos para escuchar las opiniones de otras mamás sobre el proceso de su embarazo.
En la cocina, me encuentro a Cyrene quien se encuentra preparando la cena, parece que está noche habrá comida croata, ya que desde que Demian se mudó acá, los platillos de comida se han ido rotando desde los tradicionales de mi país, hasta los de mi jefe que suelen ser sabrosos; la saludo y pronto de la nevera, saco un trozo de pastel de caramelo para luego llevármelo mientras que escapo de Cyrene, debido a que es capaz de quitarme el postre con el fin de que pueda comer bien en la cena.
—La cena estará pronto y tú de nuevo, te has adelantado con el postre —me reprende Demian.
—Nuestro hijo, me provoca antojos de comer dulce a cada momento, no es mi culpa de que haya querido pasarme de una vez al postre —me justifico.
—Me gusta que te alimentes, pero también que seas cuidadosa con lo que comes, ya sabes que el bebé no puede sobrepasarse de su peso —ruedo los ojos.
—Sí, sí… Ya lo sé —digo abrumada por su comentario.
Me vuelvo a sentar a su lado para darme cuenta como deja el periódico a un lado para agarrar su laptop que se encuentra en la mesa para encenderla y pronto ver en la pantalla una página de decoración de habitaciones para bebés, la cual está llena de imágenes de diferentes colores, estilos y cosas que logran que el cuarto se vea absolutamente lleno de alegría y ternura para un bebé.
—Sé que nuestra hija… —lo interrumpo.
—Hijo —lo corrijo.
—… Nacerá en Grecia —procede omitiendo mi comentario —, pero ambos sabemos que se criará en Croacia, así que he empezado a ver varias páginas de decoradores que puedo contratar para que empiecen a diseñar la habitación de nuestro bebé —me enseña las varias páginas de las que ha optado por ser las mejores.
Miro varias fotografías de habitación que están diseñadas desde los colores clásicos que marcan el estereotipo del bebé hasta aquellas que no definen exactamente un color que marque si es niño o niña, por una parte me entusiasma observar los estilos sencillos hasta extravagantes de las habitaciones porque con ello voy teniendo una idea de cómo quiero que sea el cuarto del bebé, por lo menos Demian ha mencionado que la habitación que está en frente de la mía, será para nuestro hijo o hija, ya que ambos hemos coincidido que no queremos que el bebé esté muy lejos de mí, por lo menos en sus dos o tres primeros años de vida.
—Me gusta esté —le enseño la fotografía que he seleccionado.
—Me gustan las tonalidades grises y celestes, pero qué sucedería si termina siendo una niña —comenta.
— ¿Sigues sin creerme que es un niño? —Hace una mueca.
—Dame una razón para creerlo —suspiro.
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Editado: 22.07.2021