Salgamos esta tarde para las preparaciones de mi cumpleaños— mire a Jennet y cada vez me parecía más extraño su comportamiento.
No lo sé, aquí todo parece que cambio desde que fuí, por cierto ¿Dónde están tus padres?— la mire y ella puso los ojos en blanco.
Viajaron, llegarán en dos días—
¡Pero mañana es tú cumpleaños!—
Lo sé, por eso quiero salgamos a comprar algo para nosotras dos—
Está no era mi Jennet y cada vez me confundía más, no había ningún indicio de que me estuviera jugando una broma.
Antes de salir en la misma mesa de las manzanas, había un folleto de un campamento bastante empolvado y una tarjeta de una clínica.
Y cuéntame, ¿Fuiste a un campamento durante mi ausencia?— ella se empezó a poner nerviosa.
Si eso parece— esa fue la cosa más extraña.
¿Parece?—
¿Qué pasa Eimy? ¿Me cuestionaras todo el maldito día?— ví su rostro enrojecer y jamás la había visto así tan molesta. Y antes de que preguntes que de que es esa tarjeta, es donde Jessica hace sus prácticas profesionales, no sé que te ocurre—
Solo que pareces otra Jennet— dije tartamudeando
Puede ser todos cambiamos traviesa Eimy—
Todas las cortinas de la casa estaban cerradas y el olor a humedad era interesante, desde el empolvado sofa podía ver mi casa desde aquí, tan sola y llena de recuerdos, pensé seriamente en vender ese cajón vacío, y encontrar un nuevo hogar para mí.
Es tarde Eimy es hora de salir— había olvidado por completo las compras para mañana.
Esta bien—
Salimos ya estaba bastante oscuro y caminamos por estas calles donde jugamos, aunque a mí me traían recuerdos hermosos, Jennet solo caminaba, parecía que esto era habitual para ella, pero en parte para ella es igual, Jennet nunca se fue.
¿Ese era Tomás?— mire sorprendida a Jennet
Eso parece— solo se encogió de hombros
Me miró extraño, como si nunca me hubiese visto— seguí caminando a su paso
Desde que sus padres vendieron su coche, por lo de tus padres lo vieron como una prevención para él—
Caminamos hacia la pastelería y casi no llegamos.
Queremos un pastel rosa— mire a la chica
No, que sea blanco— respondió Jennet
¿Qué? ¿Pero por qué?— la mire incluso con molestia.
Basta Eimy, está es la nueva Jennet, con cambios y tienes que aceptarlo— la chica del mostrador me miraba extrañada y es que no era para menos, si Jennet gritaba como una loca.
Está bien, entonces que sea blanco— replique.
La chica solo se resumió en traerlo cobrarlo y solo nos dió las gracias.
Parece que quieres arruinarlo todo— me dijo como decepción.
No quiero eso, solo que una nueva Jennet, aún no puedo acostumbrarme a ella—
Después del campamento ya no volví a ser la misma— sus ojos se perdieron en el caminó y solo seguimos avanzando.
Metí el pastel al refrigerador y vaya que había un mal olor ahí.
¿Hace cuánto que tus padres se fueron?—
Ya días— levanto una ceja.
Solo digo que deberías limpiar aquí, tus padres se enojaran si encuentran un olor como el del refrigerador—
Levanto una coleta, se encogió de hombros y termino por tirarse a la cama.
Cuando me acosté a su lado ví una cicatriz que Jennet no tenía cuando estaba aquí, venía desde su cabello hasta su nuca, y pasaron mil cosas por mi cabeza, desde un chip, un cambio de rostro, o hasta los malditos extraterrestres, estaba segura de que algo no andaba bien, y de que Jennet no estaba bien.