Existen Jinetes capaces de domar cualquier bestia indomable, fiera y poderosa...
Hubo una poderosa jineta cuyo nombre y recuérdenlo bien es Anika Durán, era una hermosa y joven mujer, ella vivió aquí en el planeta tierra antes de ser elegida jineta de una de las más poderosas bestias... Los dragones, vivió en América del Sur, en uno de los pequeños y poco conocidos pueblos que carecía de mucha tecnología, solo conocían el celular y algo de computadoras por el hecho que se decía que en ese lugar vivian anteriormente unas criaturas enormes, mitológicas y mágicas, aquel lugar poseía gran riqueza vegetal, sus bosques eran grandes y bastos para esconder sin que nadie lo supiera a aquellas criaturas de inmensa belleza, pureza y magia... Ella descubriría un gran poder jamás visto o conocido en el mundo de los jinetes.
Empezó su día como cualquier otro sin saber que su vida y destino iban a cambiar para siempre...
~٩(๑)۶~
Aquel día me levante temprano, andaba corriendo por los pasillos de mi casa en busca de un cachorro. No era mía, pero me lo había encargado a cuidar mi vecina. Hoy era el ultimo día, y el animal se estaba escapando de mi para que no le pusiera la correa.
-¡Ven aquí! -le reclamo, asomando la cabeza por debajo del mesón del corredor en el que descansaba el teléfono.
Tras un par de suspiro mientras me llevaba cierta parte de mis mechones detrás de mi oreja, lo pille. El cachorro fue entrando a la antigua alcoba de mi Padres. Se metió debajo de la cama. Cerré la puerta tras de mi. No escaparía, voy avanzando unos pasos en el interior sintiéndome nostálgica, no he entrado aquí desde hace un par de años.
Me inclino de rodillas a un costado la cama, lo veo por detrás, atajando varios zapatos y ropa que tirada. Encuentro un extraño objeto al fondo, arrinconado contra una de las patas de la cama. Varias veces había tratado de averiguar los secretos de mi madre, ella era un mujer seria, parecia timida, pero era impàrcial y dura en cuanto a caracter, tambien una mujer de pocas palabras. Ya que cada ver que se me ocurra preguntar por mi padre, ella solo daba en respuesta que nos había abandonado, y nno tenia que saber mas que eso. A veces, lo describía como un hombre valeroso, seguro, inteligente y más que todo dispuesto a cualquier cosa por su trabajo... Los Negocios, aun después de las cosas desagradables que me decía conservaba de un cofre con sus pertenencias, lo cuidaba con su propia vida. Esa era el cofre que ahora veía.
Era verdad.... Mi padre me había abandonado a los 3 años, mis recuerdos de él eran muy vagos. Nunca entendí porque mi madre seguía conservando cosas del hombre que la hacía llorar casi todas las noches sin falta alguna en la misma fecha cada año. Jamás la entendería, mi madre era un mujer muy fuerte tambien, tal vez algún día lo fue más que yo.
Mi ultmo recuerdo de mi Padre, es.... De ese día, en que vi llorar desconsoladamente a mi madre su partida en el suelo de la cocina.
Comencé a odiarlo, Odie la razón por la que nos abandonó, pero este no era el punto. Yo me encontraba en el cuarto de su recamara de rodillas, bajo la cama.... levante el cobertor y algunas frazadas antes para poder sacar el baúl de unos 50 cm de largo y unos 20 de ancho y la altura de un codo y medio, por lo que pesaba y las marcas en él, deduje que era muy antiguo. Al abrirlo sentí un extraño sentimiento que me embargo como si ya lo conociera, era realmente extraño que sintiera esto con este cofre.... al introducir la mano vi un montón de cartas antiguas selladas con un extraño sello rojo, me lo pase por la nariz y olía a sangre, ¿Acaso no era de la misma forma que se sellaban las cartas de los antiguos reyes? ¿Porque mi padre conservara estas antiguedades?
Las fui apartando con ansia hasta buscar en el fondo de ellas y encontrar una capa roja... era suave, como si fueran hechas de la tela más fina, delicada y sedosa de las telas perfectas hechas para alguien muy importante en la monarquia, en el centro de la sedosa capa había el sello de unos dragones escupiendo fuego, sus llamas cruzando cual espadas en un combate y unas letras por debajo que no me tome la molestia de leer, mientras sacaba el resto de la capa pero al momento que me pasaba por la mejilla para probar su suavidad y reconocer un aroma fuerte y varonil de mi padre, escuche un sonido de metal chocando
Eso... había sonado dentro del cofre, apartando la capa envolviéndola en mis manos hasta dejarla a un costado, fui observando dentro descubrí comprobando que se trataba de una espada rota por la punta que aún conservaba su brillo, sujetándola por la mano no medí cuenta que antes de que la tocara, la gema en la parte posterior del mango de la espada por debajo de la empuñadura estaba de color negro.
El color de la muerte del Luto que la espada guardaba por su anterior poseedor, pero cuando mi mano se movía en su dirección la yema obtuvo el color blanco que significaba Inicio y por ultimo cuando la tuve entre mis propios dedos, sosteniéndola y empuñándola torno de su color original, un profundo y fuerte color Rojo Magenta tan fuerte como la voluntad de la que lo empuñaba, juguetee por un rato moviéndola de un lado al otro, hasta que mi madre llamo
—¡Anika, hija baja!.... ¡Ya es hora! — dijo desde abajo, con eso el perro se salio de la cama y fue corriendo por la gradas en dirrecion a la cocina. La verdad, tener un perro. No era la clase de mascota que me gustaria tener. Preferiria los gatos por mucho, para lastima mia, habia perdido a mi gato hace un par de meses.
— Ya voy mamá — recuerdo que le conteste poniendo las cosas en su lugar dentro de la caja. Al terminar de hacerlo empuje el baúl de bajo de la cama pero cuando estaba colocando el cobertor en su lugar un extraño sentimiento apareció en mí, era como si me jalara e incitara a que lo abriera, de nuevo. No entendía porque, pero extremamente comencé a mover mis manos en esa dirección
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mundos fantásticos y futuristas, primer amor y secretos, dragones elementales
Editado: 12.07.2020