La Carta

En el norte de china en la provincia de Shanxi, el viento soplaba sutilmente haciendo sonar las pequeñas campanas y cascabeles que se encontraban en la entrada del jardín; jardín que habia sido plantado y cuidado por una chica de cabello negro azulado de tan solo 17 años, que limpiaba con delicadeza los hierbajos del suelo. El viento hacía parecer que aquellas flores bailaban al dulce ritmo que emitían las campanas, era uno de los espectáculos que más disfrutaba de su pequeño jardín; con la señal ya dada por la dulce melodía dio por terminada su labor, no sin antes despedirse de cada una de sus flores como lo hacía todos los días; era tanto el amor que les tenia que habia nombrado a cada una.

-¿Has terminado ya?- preguntó su abuelo al verla con su overol sucio en la entrada de la cocina que conectaba a su jardín y huerto.

-Si, deberias ver lo mucho que ha crecido peonía- respondió la chica, quitándose los zapatos llenos de tierra antes de entrar -Sabías que las peonías son símbolo de prosperidad, felicidad y buena fortuna y al florecer son muy bellas, ¡ya quiero verla florecer por primera vez!- decia mientras se acercaba a su abuelo para depositar un beso en su mejilla - Gracias por traerla-   

- Bueno, la señora Lorraine fue quien insistió en comprarla- aclaró tomando una taza para verter té en ella- aseguro que enloquecerías al tenerla- emitió entregando la taza a la chica.

-y acertó, iré a darme un baño-dijo despues de beber -la señora Lorraine no tardará en venir, y si me encuentra en estas condiciones seguro me dará uno de sus largos discursos- fue lo último en decir para correr hacia su habitación.

Mientras su nieta se aseaba el preparaba la cena, hoy se luciría despues de todo seria una noche importante; habia hecho un listado con los platillos favoritos de su amada nieta, Pato Laqueado a la pekinesa, Zongzi, Jilaozi y algunos otros más. La preparación de algunos platillos lleva mucho tiempo por que habia comenzado desde la tarde pues quería tener todo listo cuando la señora Lorraine llegará.

El tiempo pasó y con ello la noche llegó, la mesa estaba ya servida; un precioso mantel con bordados a mano que su nieta habia hecho era lo que cubría la mesa, en el centro unas pequeñas flores que habia cortado  en la mañana cuando regresaba de la ciudad, y alrededor los platillos que habia ya hecho con amor. Sacó su viejo tocadiscos para asi poder ambientar el lugar, entre su muy preciada colección estaban algunos grupos que en su época de juventud fueron famosos pero su favorita era Billie Holiday, tomó el disco y delicadeza lo coloco.

-Parece que hoy es una noche importante ¿no abuelo?- preguntó la chica que al bajar por las gradas pudo escuchar la música- Baila conmigo- le dijo tomándolo de la mano, para comenzar a dar vueltas

-Es uno de mis discos favoritos, esta es mi parte favorita- dijo señalando con un dedo hacia arriba mientras se escuchaba el solo del saxofón.

-Veo que han comenzado la fiesta sin mi- hablaron desde la puerta, haciendo que ambos paran su improvisado baile.

- Lo siento, pero ya conoces al abuelo ponen algo de Holiday y comienza a bailar- dijo la chica acercándose a la mujer -Aunque no hay fiesta si no estas tu Sra. Lorraine- afirmó, al saludarla e invitarla a pasar con un gesto de su mano.

 -Estas muy hermosa hoy- afirmó el anciano al saludar con un beso en la mejilla a su amiga

Cabe destacar que la Sra. Lorraine siempre vestía elegante y apropiadamente para cada ocasión, era una mujer hermosa a pesar de tener 70 años. Llevaba puesto un vestido azul con flores pequeñas de color banco y encima una chaqueta beige que hacian juego con sus zapatos de tacon bajo del mismo color.

-Yo siempre estoy hermosa querido- dijo haciendo sacar una risa a sus anfitriones.

Habiendo llegado la invitada especial pasaron al comedor, la chica de cabello azabache comenzó a servir en porciones generosas; en su cabeza se formaba la idea de que esta noche ellos declararian su amor despues de muchos años de amistad y se casarían, o esa noche se darían cuenta de lo mucho que ambos tenían en común y habian compartido, al bailar se verían a los ojos y quedarian flechados o algo parecido.

La musica seguia y despues de haber terminado de servir se sentó a la mesa esperando que alguna de las opciones que habia formado ya en su cabeza pasaran.

-¿y como va tu jardin querida?- pregunto la mayor

-cada vez esta mas bello, deberias ver las peonias- respondio la menor tomando los cubiertos de la mesa

-Tu deberias ayudarla de vez en cuando, si mal no recuerdo a ti te encantaba la jardineria- hablo el anciando haciendo que la mayor lo mirara con desagrado

-Que trabajara en una floreria no signica que me guste la jardineria, sabes muy bien que no me gusta el lodo- respondio con disgusto 

-Y qué tal estuvo tu viaje, algo interesante que contar- preguntó sin quitarle la vista ambos 

-Algo agitado, a mi edad viajar en avión se hace más pesado cada vez- dijo antes de llevar un bocado a su boca

-por cierto ¿a qué se debió tu viaje?- preguntó, haciendo que ambos adultos se miraran 

-¿Tu abuelo no te lo dijo?- preguntó dejando los cubiertos en la mesa, haciendo que ella dirigiera su atencion hacia el mayor. Cuando la Sra. Lorraine hacía eso era porque se trataba de algo serio

-No, dijo que no lo sabía, que debía esperar hasta que tu vinieras?- respondió sin quitar la vista a su abuelo

Ambos adultos se miraron y sin tener que decir algo asintieron con la cabeza, como si se hubieran comunicado telepáticamente.