La alarma de Santiago sonó a la hora establecida. Todos nos levantamos del miedo luego de escuchar ese sonido infernal; Jessica y Akiko se muestran de muy mal humor y eso se debe a ese sonido. A diferencia de ellas, mi reacción es gritar, quedarme sentado en mi cama y mirar a Santiago mientras apaga su despertador.
— Cambia ese tono de alarma o mañana ya no tendrás un teléfono—. Amenazó Jessica.
Santiago se puso de pie.
— ¿Es una desición grupal? O nuevamente lo decides por ti misma sin consultar a los demás—. Fue la repuesta de Santiago. Jessica solo guardó silencio y nadie argumento algo a favor o en contra—. Lo supuse.
En esta sala de nuevo se siente esa misma mala sensación que algo malo va a suceder.
— Supongo que lo mejor es alistarnos para no llegar tarde—. Les mencioné para olvidar esa pequeña discusión mañanera.
— Opino lo mismo—. Respondió Santiago.
Él se fue a las duchas para alistarse para este día.
— Antes de que te vayas. Ustedes dos dejen de discutir. Nosotros somos compañeros, no enemigos—. Mencionó Anna.
— Anna tiene razón—. Está vez fue Akiko quién tomó la palabra—. Ya dejen atrás sus diferencias; Jessica quizás cometió un error pero no por eso deberíamos estar molestos con ella todo el tiempo.
— No prometo nada—. Mencionó Santiago para luego salir de la habitación.
***
Caminamos juntos hasta el comedor donde ya están pocos grupos allí sentados; escogimos nuestra mesa y empezamos a desayunar.
Poco a poco la sala se fue llenando, hasta que sonó esa voz por ese interlocutor. Esa alarma hizo que los chicos restantes lleguen lo más rápido posible.
Por unos minutos todo era silencio, nadie emitía una sola palabra, era incómodo, pero se entendía el porqué todos estábamos actuando de esa manera.
— La siguiente prueba será similar a la anterior—. Empezó a hablar una de las encargadas de nuestro distrito. Ella es una mujer joven, de cabello largo castaño, es delgada y de piel blanca—. Pero si tendrá una que otra diferencia. Será en equipos; todos trabajarán al mismo tiempo. Ustedes serán ingresados a la misma simulación pero lo harán juntos. Esta prueba será más una de terror desde el comienzo, la meta es encontrar a sus compañeros y luchar juntos para salir de allí. Una advertencia; tengan cuidado con lo que hagan, las heridas que sufran allí dentro quizás la sientan en la vida real. Puede que si mueren en la prueba lo hagan también en la vida real. Cuídense. Buena suerte porque la van a necesitar ¿Alguna duda?
Todos nos quedamos en silencio. Esa intro de lo que será la prueba no es tan agradable ya había causado dudas en todos.
— ¿A qué debo enfrentarme ahí dentro?—. Preguntó un joven que está entre las primeras filas.
— Ustedes tendrán que vencer a un personaje que les cause mucho miedo. Ahí dentro van a saber a lo que me refiero.
De nuevo nos quedamos en silencio. Tengo una breve idea de qué será a lo que debo enfrentar.
— ¿En qué lugar nos van a ubicar?—. Está vez fue una chica alta y bonita; primera vez que la veo en este sitio.
— Será en nuestra ciudad. La única diferencia es que no tendrá mucha iluminación y se ha puesto en un horario nocturno.
— ¿Hay una tiempo límite?—. Preguntó Jessica.
Nosotros la miramos mientras hacía la pregunta y luego nuestra mirada fue hacia la señorita que está a cargo de las preguntas.
— No existe un tiempo límite. Ustedes pueden durar lo que quieran ahí dentro. Solo recuerden que mientras más rápido salgan, será mejor para ustedes.
Nos pusimos de pie y nos acercamos a la pantalla para ver cuál es nuestro turno.
Me dió miedo al notar que como equipo estamos entre los primeros.
— ¿Cuál es el plan?-. Nos preguntó Santiago—. No tenemos mucho tiempo. Debemos pensar en algo.
Todos nos miramos para querer compartir alguna buena idea.
— Debemos huir de nuestros enemigos. Debemos encontrarnos y trabajar juntos—. Fue la idea de Akiko y no suena a una idea tan mala.
Si todo sale como queremos, saldremos de allí sin ningún inconveniente como una herida leve o una mortal.
— Suena sencillo—. Mencionó Jessica—. Ojalá si lo sea una vez que estemos dentro de la simulación.
Todos los demás nos dispersamos. Estamos cerca de la zona de ingreso para la simulación y esperar nuestro turno.
Se siente un gran pavor por parte de todos. Una vez que hemos escuchado que podemos perder la vida en una simulación nos da miedo que uno de nosotros pierda a un compañero. Ahora sí creo que es una mala idea ingresar a estos simuladores.
En cuestión de minutos ingresó el primer grupo y todos guardamos silencio. Siento empatía al verlos ingresar a ese campo de miedo.
Ese equipo no duró más de diez minutos allí dentro, lo único bueno es que todos salieron con vida.
Poco a poco fueron pasando más y más equipos a su destino, hasta que por fin llegó nuestro turno.
— Ustedes siguen—. Mencionó una de las supervisoras que están ahí fuera.
Nos miramos con muchas dudas. No veía seguridad en la mirada de nadie del grupo. Solo veo lo asustados que estamos.
Al instante ella abrió la puerta e ingresamos al lugar donde se van a probar nuestros miedos. El camino hasta la sala donde estaban todos los controles se me hizo corto; estamos decidimos a soportar otra prueba más como grupo.
Es el mismo lugar donde se llevó a cabo la prueba anterior; tiene las mismas computadoras, es la misma persona la encargada de mostrarnos de que tratará todo y la misma esfera a la que debemos ingresar, solo que está vez tenía más de esos cascos, todos en el mismo lugar y sillas dentro.
— A diferencia de la prueba de ayer—. Mencionó aquel hombre—. Es que en esta simulación deben enfrentar directamente a un personaje que cause terror en ustedes. El hecho que estén juntos no significa que allí lo han de estar. Les deseo una buena suerte. Recuerden que tienen esa ventaja para trabajar en equipos.