[Capitulo 5]- La Mudanza
(Narrador Omnisciente)
La tarde caía sobre la ciudad cuando Blanca regresó a casa después de su graduación universitaria. Sus padres, Marcos Bustamante y Ana Gavilán, la esperaban con los brazos abiertos, emocionados por recibir a su hija después de este importante logro en su vida. Sin embargo, lo que esperaban sería una sorpresa.
Blanca: (entrando por la puerta con una maleta) ¡Hola, mamá, papá! ¡Ya estoy en casa!
Marcos y Ana se levantaron de sus asientos con una sonrisa, pero sus rostros pronto reflejaron sorpresa al ver a Blanca con una maleta en lugar de regresar simplemente con sus pertenencias.
Ana: (con asombro) ¿Blanca, cariño, por qué traes una maleta? ¿No ibas a quedarte un tiempo con nosotros después de tu graduación?
Blanca: (sonriendo nerviosa) Mamá, papá, tengo algo que decirles. En lugar de volver a casa, he decidido mudarme a un departamento con Iandra, mi amiga de la universidad.
Marcos y Ana intercambiaron miradas, sintiendo una mezcla de sorpresa, tristeza y orgullo. Tobías, el hermano menor de Blanca, que había estado escuchando la conversación desde el otro lado de la habitación, decidió intervenir.
Tobías: (serio) Mamá, papá, creo que es hora de aceptar que Blanca ya no es una niña. Ha crecido y ahora es una adulta que toma sus propias decisiones. Mudarse con Iandra es una de esas decisiones.
Marcos y Ana se miraron el uno al otro, dejando que las palabras de Tobías se hundieran en sus corazones. Aunque les dolía ver a su hija partir, también sabían que era natural que Blanca buscara independencia y aventura en esta etapa de su vida.
Marcos: (con una sonrisa resignada) Tienes razón, Tobías. Es hora de dejar volar a nuestros hijos y confiar en que han sido criados lo suficientemente bien para tomar decisiones sabias.
Ana: (con lágrimas en los ojos) Blanca, cariño, aunque nos entristece verte irte, también estamos orgullosos de la mujer fuerte e independiente que te has convertido.
Blanca abrazó a sus padres con cariño, sintiendo una mezcla de emociones en su propio corazón. Aunque el camino hacia la independencia no siempre sería fácil, sabía que contaba con el amor y el apoyo incondicional de su familia en cada paso del camino.
…
El sol brillaba con fuerza en el día de la mudanza de Blanca, iluminando cada rincón del nuevo departamento al que se mudaba en su ciudad natal. Con cada caja empacada y cada mueble trasladado, el aire estaba lleno de emoción y anticipación por el nuevo capítulo que estaba a punto de comenzar.
Blanca: (riendo) ¡Qué día tan emocionante! No puedo creer que finalmente estemos mudándonos a nuestro propio lugar, Iandra.
Iandra: (sonriendo) ¡Lo sé! Es como un sueño hecho realidad. Estoy tan emocionada de empezar esta nueva aventura contigo, Blanca.
Las dos amigas se miraron con entusiasmo, compartiendo una complicidad que solo el tiempo y la amistad verdadera podían crear. Juntas, habían compartido innumerables momentos en la prestigiosa universidad donde se conocieron, y ahora estaban listas para enfrentar el mundo juntas en su propio espacio.
Blanca: (mirando alrededor) Este lugar se ve increíble. ¡No puedo esperar para hacerlo nuestro!
Iandra: (asintiendo) Definitivamente. Pero primero, ¿dónde crees que deberíamos poner este sofá?
Con risas y bromas, Blanca e Iandra comenzaron a organizar su nuevo hogar, cada momento lleno de emoción y camaradería. A medida que colocaban cada mueble y decoraban cada habitación, el departamento cobraba vida con la promesa de un futuro lleno de aventuras y recuerdos compartidos. Con tan solo recordar como estas se conocieron.
Blanca caminaba por el bullicioso campus universitario, con la cabeza llena de pensamientos y el corazón lleno de expectativas. Era su primer día en la prestigiosa universidad, y estaba ansiosa por conocer a nuevas personas y sumergirse en el mundo del conocimiento y el aprendizaje.
Mientras caminaba entre las abarrotadas aulas y los grupos de estudiantes que charlaban animadamente, Blanca se detuvo por un momento para revisar su horario. De repente, una voz alegre la sacó de sus pensamientos.
Iandra: ¡Hola! ¿Eres nueva por aquí?
Blanca levantó la vista y se encontró con una joven de cabello oscuro y una sonrisa radiante que parecía iluminar toda la sala. Era Iandra, una estudiante que había notado a Blanca mientras pasaba por allí.
Blanca: (sonriendo) ¡Sí, soy nueva! Mi nombre es Blanca. ¿Y tú?
Iandra: (extendiendo la mano) ¡Encantada, Blanca! Soy Iandra. ¿Necesitas ayuda para encontrar tus clases?
Blanca asintió agradecida, y las dos jóvenes comenzaron a charlar mientras caminaban juntas por el campus. Pronto descubrieron que tenían mucho en común, desde sus intereses académicos hasta sus pasatiempos favoritos.
Blanca: (riendo) ¡Es increíble! Parece que tenemos tantas cosas en común.
Editado: 08.06.2024