Capitulo 18

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[Capítulo 18]-

(Narrador Omnisciente)

Blanca despertó lentamente, desorientada y con un dolor de cabeza punzante. Abrió los ojos y parpadeó varias veces, tratando de enfocar su visión. Lo primero que vio fue el rostro de Javier, dormido profundamente a su lado. Blanca se quedó inmóvil por un momento, tratando de procesar la situación. Miró alrededor y se dio cuenta de que estaban en una habitación que no le resultaba familiar. Su corazón empezó a latir con fuerza al notar que ambos estaban desnud*s.

Trató de recordar cómo había llegado allí, pero su mente estaba borrosa. Lo último que recordaba con claridad era haber dejado a sus padres en casa después de la fiesta y haber sido invitada por Aurelio a seguir la celebración en un cantabar. Recordaba a Hugo, Iandra, Tobias y Laura discutiendo si unirse o no. Tobias y Laura, sospechosamente, decidieron no ir al cantabar, mientras que el resto del grupo sí lo hizo.

Blanca: (Susurrando para sí misma) ¿Qué pasó anoche?

Se levantó lentamente, intentando no despertar a Javier. Mientras buscaba algo con qué cubrirse, los recuerdos comenzaron a regresar en fragmentos. Recordó la vibrante atmósfera del cantabar, las luces brillantes y la música alta. Habían bailado mucho, e Iandra incluso se subió al escenario a cantar algunas canciones. Luego, en la sala VIP, los amigos de Aurelio habían aparecido y ofrecido una bebida especial en celebración de su nuevo noviazgo con Javier.

Blanca: (Pensando en voz alta) Esa bebida... algo en esa bebida...

De repente, una ola de preocupación la inundó. Miró a Javier, aún profundamente dormido, y se acercó a él, sacudiéndose suavemente.

Blanca: Javier, despierta. Javier, por favor, despierta.

Javier abrió los ojos lentamente, desorientado al principio, pero su mirada se enfocó en Blanca y una expresión de confusión cruzó su rostro.

Javier: (Con voz ronca) ¿Blanca? ¿Qué pasa? ¿Dónde estamos?

Blanca: (Susurrando nerviosamente) Javier, estamos desnudos y en una habitación que no reconozco. No sé qué pasó anoche, pero lo último que recuerdo es que estábamos en el cantabar y alguien nos dio una bebida.

Javier se incorporó rápidamente, mirando alrededor y luego a sí mismo, dándose cuenta de su desnudez.

Javier: (Alarmado) ¿Qué demonios...? No recuerdo nada después de esa bebida. ¿Tú?

Blanca negó con la cabeza, sintiéndose cada vez más ansiosa.

Blanca: No, no recuerdo nada después de eso. Creo que... creo que algo pasó entre nosotros anoche, pero no estoy segura de qué.

Javier: (Tomando la mano de Blanca) Tranquila, vamos a averiguar qué pasó. Lo primero es encontrar nuestra ropa y luego podemos hablar con Aurelio y los demás.

Blanca asintió, tratando de calmarse. Encontraron sus ropas esparcidas por la habitación y se vistieron rápidamente. Una vez que estuvieron vestidos, Blanca tomó el teléfono y vio varios mensajes de Iandra, quien preguntaba si habían llegado bien a casa.

Blanca: (Leyendo los mensajes) Iandra está preocupada. Parece que tampoco sabe qué pasó exactamente anoche.

Javier: (Suspirando) Bueno, vamos a hablar con ella y con Aurelio. Alguien tiene que saber algo.

Salieron de la habitación y se encontraron en un pequeño apartamento que claramente pertenecía a alguien que conocían. Al salir a la sala, se toparon con Aurelio, que estaba sentado en el sofá, sosteniendo una taza de café y con una expresión de preocupación.

Aurelio: (Mirando a Blanca y Javier) Chicos, ¿están bien? Anoche fue... una locura.

Blanca: (Con voz firme) Aurelio, necesitamos saber qué pasó anoche. No recordamos nada después de que nos dieron esa bebida.

Aurelio: (Suspirando profundamente) Sí, me temía que dirían eso. Esos amigos míos... no sabía que iban a hacer algo así. Nos dieron una bebida muy fuerte para celebrar, pero creo que se pasaron de la raya.

Javier: (Frunciendo el ceño) ¿Y qué pasó después?

Aurelio: (Avergonzado) Después de que tomaron la bebida, ambos parecían bien al principio, pero luego comenzaron a actuar... diferente. Decidí traerlos aquí para que estuvieran a salvo. No quería que algo les pasara en el cantabar.

Blanca: (Tomando la mano de Javier) Aurelio, necesitamos saber si pasó algo entre nosotros anoche.

Aurelio: (Mirándolos con seriedad) No estoy seguro, Blanca. Los traje aquí y los dejé en la habitación para que descansaran. Lo siento mucho, chicos. No debí permitir que bebieran eso.