El sonido de mis zapatos de tacón alto es lo único que se escucha en la pequeña habitación oscura y silenciosa, tanto que escucho el latir de mi corazón junto a mi respiración agitada. Por mi mente pasan millones de cosas, desde mi terquedad hasta las palabras de Sean; esto último es lo que más me mantiene alerta ¿Él tío de Sean es el dueño? ¿Pero quién putas es el tío del rubio? Esto para nada me da buena espina, aquí hay algo y debo averiguarlo. Aquí hay algo de lo que debería estar corriendo.
La puerta se abrió, de inmediato deje de caminar de un lado a otro; vi entrar a Andrien con el cabello negro revuelto, ojos cansados, su expresión era seria. Mi corazón comenzó a latir de forma diferente. Pose mi mirada a Sean quien me dio un asentimiento de cabeza antes de dejarnos a solas, sin esperar un segundo más corto el espacio entre nosotros para rodearlo con mis brazos su cintura, un abrazo que me responde fuerte. Ahora sí que mi apodo le queda tan bien.
— ¿Por qué? — susurro en su oído, queriendo una razón para declararse culpable, acaricia mi cabello con dulzura, un nudo ya se forma en mi garganta
— Tenía que hacerlo, después de todo es mi culpa que entraras a este mundo, no te debí presentar a ellos, debí dejarte como mi secreto — une nuestras frentes, abro los ojos para así poder ver los suyos.
— Yo debería…yo fui…yo mate — coloca su dedo sobre mis labios callándome, unas lágrimas traicioneras ruedan por mis mejillas, él se encarga de quitarlas.
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Luego de agradecerle los 20 minutos con Andrien a Sean, salgo de ese lugar con menos culpa al saber que está bien. Con un plan en caso de que deba hablar con la policía, y claro con muchas dudas.
— ¡Ava Kylie! — un grito con mi nombre hace que voltee, el dueño de la voz corre en mi dirección, se detiene en frente de mi estudiándome con sus malditos ojos que me encantan demasiado — Fui a buscarte, necesito hablar contigo.
Cuando lo dice lo dudo, sintiendo el miedo en mi interior ante lo que dirá, ese miedo que me recuerda lo prohibido que es lo que sucedía entre nosotros; pero es que no lo merezco, mate a su hermana.
Toda historia debe tener un cierre, si no escucho lo que tiene que decir, no lograre seguir adelante y quiero escuchar lo que dirá. Así que le entregó las llaves de mi auto, no tengo ganas de manejar, mi cabeza está en otro planeta como para poner la atención en el camino, claramente él se llevaría mi atención. Caminamos en silencio lo que queda para llegar al auto, el viaje es exactamente igual.
Nos lleva a Blake´s, donde Cam nos da una mesa apartada y toma nuestras ordenes, un zumo de manzana y café sin azúcar, algo que me hace sonreír porque tenemos algo más en común. Solo me entrega las llaves antes de hablar. Es tan extraño que estemos hoy aquí. Luego de que escape creyendo que era la última vez.
— Tengo muchas preguntas, me urge obtener respuesta de una en especial — hace una pausa que me pone aún más nervios y ansiosa a la vez — No quiero perder por nada el mundo lo nuestro, espero que seas sincera… ¿Cómo llego ese collar a tus manos? — sus ojos no se separan de los míos, me mantengo firme, ocultando lo que realmente siento, me he convertido en una experta mintiendo.
— En la fiesta donde nos conocimos, hable con tu hermana un momento, luego me marche para dejarla a solas con Andrien, él me entrego en collar confesando lo que hizo por eso mi pánico
Sus ojos se cristalizan, aparto la mirada aprovechando la presencia de Cam con nuestras órdenes, agradezco tomando un sorbo del zumo queriendo que se lleve lo que retengo. Poso nuevamente mis ojos sobre él, perdido en sus pensamientos, sus labios semiabiertos, las largas pestañas ¡Las cuales deberías prohibir en un chico! Su perfil simplemente perfecto; el peso de mi mirada seguramente hace que voltee atrapándome, observándolo, sabiendo la manera en que le estoy mintiendo.
— Sabes lo que daría por descubrir el misterio que guardan tus ojos — me es imposible no sonreír, quiero responderle, pero en ese preciso momento aparece Matt.
— Hola chica bonita — el ojiazul besa las comisuras de mis labios, noto la sonrisa burlona de Ryan la cual disimula tomando de su café — Venia a llevarte, iremos con los chicos a bailar — extiende su mano para que la tome, la tomo tras una extraña mirada de su parte ¿Pasaba algo más?
—Hasta luego Ryan
Soy arrastrada por Matt tomándome de la cintura hasta el auto, me safo de su agarre porque no tiene sentido ahora fuera de la vista del otro chico. Está abriendo la puerta de este, cuando escucho mi nombre provocando que me detenga de subir
— ¡Ava Kylie! — se detiene y me acerco a él lentamente, toma mi cintura pegándome a su cuerpo y así poder hablar en mi oído — No me importaría ser tu amante, lo vales y luchare por ser algo más, porque sueño con tocarte, piensas igual así que me enviaras la dirección con tu ubicación e iré por ti