4. Nicky

Mi padre había postergado el viaje por un par de días más, pero estaba segura que nos mudariamos rapido.

Mamá prácticamente había quitado todas las cosas de su dormitorio, pero yo aún me negaba le decía que lo haría al día siguiente, pero ya era viernes y seguía sin mover nada de su lugar.

Aún podía ir al colegio, sin embargo me había negado a ir. ¿Ya para que si eran los últimos días?

Nicky me había preguntado porque no había asistido en toda la semana y yo solo le decía que no era nada importante.

¡Y vaya que si era importante... importantísimo!

—¡Mira esto Selena! —salio de mi vestidor con una enorme sonrisa en el rostro —¡Como me veo! —yo seguía sentada en mi cama, en otros momentos habría reído y le hubiera dicho que se le veía increíble pero ahora simplemente no.

—¡No me puedo creer que me vayas a regalar este vestido Chanel! De estos solo salen a final de años, y tu ya tienes la colección exclusiva.

Le sonreí con tristeza solo para que no se sientiera mal por mi desánimo.

—Te aseguró que con este vestido iré a clase de matemáticas y conquistare al jodido profesor, mataría dos pajaros de un solo tiró. Pasaré la materia y además me trae loca ese dios griego...

Miré por la ventana ignorando sus palabras —Si... eso estaría bien —ella bufo al ver mi actitud.

Ella se sentó frente a mi tomándome del mentón para que la mirará —Basta Selena Marielen ¡me vas a decir ya que te pasa!

—Nada... —evadi su mirada.

—Claro que si te pasa algo —ella se quedó callada pensando —¡op ya se! Te enojaste porque mi papá no me dió permiso para el viaje que haríamos el mes que entra, no te preocupes es un viejo amargado solo porque perdi ocho asignaturas me castigo... ¡pero ni te preocupes en diciembre me dará el dinero! Perro que ladra
... —esperó que yo completará la frase como siempre. —No muerde —completo ella mientras ponía sus ojos en blanco.

-No es eso Nicky -le volví a mirar.

Su cabello era marrón al igual que sus ojos y su piel ligeramente morena. La había conocido ya hace varios años en la guardería. Paso tiempo y afortunadamente nuestros padres nos metieron al mismo Instituto, su padre era amigo del mío, era dueño de textiles. Le iba bastante bien.

-Entonces.... ¿acaso te fue mal en el viaje? ¡No! Que va, ¿no pudiste traerte la última colección de mod...

Pero yo tomé sus muñecas llamando su atención -¡Ya Nicky nada de eso! Nada de eso, antes me preocupaba por tonterías como poder obtener la última colección de moda, o viajar cada mes a un lugar diferente... pero ahora eso Nisiquera me importa.

Ella se me quedo viendo extrañada -¿como que no importa? Selena reacciona -me zarandeo pero yo la detuve -¡explícame que no entiendo nada!

-Ya no tengo dinero Nicky, mi padre esta en la ruina.

Sus papilas se abren de repente, sus cejas perfectas luego se juntan mientras me mira sería. Pero no pasa mucho tiempo hasta que ríe.

-¿Que te pasa, acaso estas loca? -le preguntó cuando le veo cogerse el estómago por lo fuerte que es su risa.

-Buena Selena, muy buena broma. Por unos mini segundo me la creí -y ella vuelve a reír.

-No es una broma -digo sería y ella se detiene -es enserio... Estamos arruinado Nicky, nada de lo que ves ya es nuestro... nada.

Nicky se levanta y se aleja de mí, mira mi habitación por todos lados y luego niega con la cabeza -No, eso imposible. ¿E-Esta mansión? Tu padre es el dueño.

-Era -aseguró -ya no tenemos nada. Viviré con mi abuela en un pequeño apartamento, y me saldré del Instituto, estudiaré en un Instituto y uno público.

-¡Público! -grita casi asustada -oh por dios Merielen ¡eso... eso es terrible! -Nicky me mira asustada -pe-pero ¿Porque?

-Papá hizo una apuesta con John Foster -ella sabía perfectamente quien era Foster, ¿y quién no lo sabía? Especialmente porque Nicky Siempre hablaba de lo guapo e inalcanzable que era su hijo. Ella estaba medio colada por él aunque solo lo había visto en folletos, o revistas o hasta en entrevistas. Era famoso por ser el heredero de la gran fortuna de su padre. Pero la verdad jamas le había prestado atención a quién era el supuesto gran heredero multimillonario -y lo perdió. Lo perdió todo.

En ese momento un mensaje de mi padre llega a mi teléfono.

Selena necesito que vengas
A mi oficina ya! Tengo algo
Que decirte. 

Miro a Nicky y le muestro el mensaje -Lo ves Selena, tal vez te diga que todo fue una equivocación.

Yo asiento contenta mientras ella me abraza -¿eso crees? Si es así, esta pesadilla habrá terminado Nicky.

-No lo creo -se pausa mientras me abraza -estoy segura.

Unas lágrimas descienden de mis mejillas, muerdo mi labio.

Se aleja de mi mientras me mira contenta -Bien Sel, quiero que dejes de llorar y apenas pongas un pie en el Instituto me digas que tu papá va darte el dinero para nuestro viaje a Dubai en diciembre. ¡Okey!
 

-Okey -asiento.