Julen Y Yo. El diario de Rachael

Jugando con Julen

5 de enero.

Hoy pase la tarde jugando a las cartas con mi amigo mientras tomábamos mates. Pasamos muchas tardes así sobre todo cuando llueve como hoy. No nos aburrimos nunca.

Esto me hizo acordar a nuestros juegos cuando éramos niños, Teníamos nuestras reglas. Cuando él venía a casa yo era la encargada de preparar los juegos y al revés cuando yo iba a la suya.

Yo que era una dulce niña mis juegos eran: la cocinita, las muñecas, vestirme de princesa y maquillarme. Julen, aunque es un varón disfrutaba mucho de estos juegos. Ahora tratamos de no mencionarlo en nuestras reuniones familiares donde nuestros padres se divierten avergonzándonos con sus supuestas historias tiernas sobre nosotros.

Recuerdo que mamá nos hacia masa con harina y agua y nosotros nos hacíamos los pizzeros y pasábamos horas “cocinando”.

Pero si hay algo que marcó nuestra infancia hoy, en realidad más la de Julen, es cuando nos vestíamos de princesa y nos pintarrajeábamos la cara.

Un día que en casa estaban nuestros padres y algunos amigos en común decidimos hacer un desfile. Éramos niños, todavía no teníamos claro eso de la dignidad. En fin, la perdimos ese día y ni nos enteramos. jajaja.

Cuando él tenía 7 años se prendía en todos mis juegos. Esa tarde lo pinte y más que chico princesa que salía a desfilar parecía que salía a matar a Batman. Lo sé porque nos sacaron muchas fotos y siempre son las que despiertan carcajadas y ponen colorado a Julen cuando lo presencia.

Él es lindo ahora pero cuando era más chico era adorable, un ángel. Sus rulos perfectos caían en cascadas doradas hasta sus hombros y sus ojos celestes dejaban sin aire a cualquiera. Muchas veces lo confundieron con una nena. Hoy si no fuera porque su voz cada vez es mas gruesa y porque sus músculos son anchos quizás sigan pensando que es nena.

La cuestión es que cuando él paso desfilando con un solerito, la boca pintada roja y sus parpados verdes lo primero que dijeron todos fue:

«Parece las muñecas que salen en la tele»

Desde entonces su apodo entre nosotros sobre todo cuando lo queremos hacer enojar es “BABY DOLL”




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