Tres

Julia

- Salir a una disco Karina, no gracias paso - le digo -

-ummm Julia tú te lo pierdes yo sí voy; además como me veo – lleva un vestido sumamente apretado -

- La verdad vas muy destapada mujer- se mira, da una vuelta y sonríe-

-ummm esa es la idea, bueno me voy, nos vemos.

Cuando veo salir a Karina, me pongo a pensar en porque no puedo ser así, como ella, y recuerdo enseguida porque estoy aquí necesito esta oportunidad más que nadie, además se lo prometí a mis padres, salir adelante, me enfoco en hacer el todo lo concerniente al trabajo pendiente para el lunes

Caigo en la cama, Morfeo me atrapa entre sueños escucho murmullos en la sala y deduzco que es Karina, así que no me preocupo

A la mañana veo a Karina fatal tiene una resaca terrible, pero sonríe como boba.

- Ajá y ¿tú qué tienes? - la observó caminar-

- Nada solamente que ayer la pasé genial, las discos de acá son espectaculares

-ummm qué bueno, me alegro – me devuelvo para mi cuarto-

Así pasamos, en la semana clases y los fines de semana Karina de disco en disco, pues yo estudiando mucho, hice una amiga Fiorella la chica de recepción, con ella hemos ido a cine, otras veces a centros comerciales o ir a conocer la ciudad, una que otra vez Fabio nos acompaña, así pasó ya un mes.

-julia hoy cumplimos un mes; acá hay que celebrar – me dice Karina y hago una mueca -

- Karina tenemos clases hoy, como vas con las clases de italiano

- Pues super bien, Alonzo me está ayudando-Se me quieren salir los ojos de la impresión-

- Alonzo el profesor de modelado? – caigo sentada en el sofá-

- sí, ¿qué pasó con él?

-Pues... - busque las mejores palabras para no ofender - que te diré... es el profesor Karina

- Julia!!!! Y que si es el profesor, que te gusta – la miro con rabia-

- ¡Qué te pasa Karina!, parece que no me conocieras, para decirme eso, y para contestar tu pregunta, no me gusta, pero parece que a ti sí- sonríe maliciosamente-

- Si, andamos y más te vale no decir nada son mis asuntos – sale disparada para su cuarto -

Karina me dejó en shock no puede ser que se haya desenfocado de esa forma y verdad son sus asuntos; me paro en la puerta de su cuarto

- Pues Karina, tienes toda la razón son tus asuntos, mientras no te metas en problemas ni me metas a mí, todo perfecto.

- Ok me parece bien, ahh otra cosa no quiero que mis padres sepan todavía, eso me corresponde a mí.

- Tranquila Karina son tus asuntos, no me interesan en lo más mínimo

- Vas a salir – sale del cuarto-

- Sí, voy con Fiorella y Fabio a conocer un poco la ciudad

Con un gesto desdén se va para la cocina y me deja ahí en la entrada de su cuarto

5 meses después

La relación de Karina con el profesor, Alonzo según ella está súper bien, ya no pasa tiempo en el apartamento, siento que estoy perdiendo a mi amiga.

- Karina dime cómo vas con el profe Alonzo, ya le comentaste a tus papas – frunce el ceño-

- Julia mejor imposible y no le he dicho a mis padres, pero llegará el momento; vámonos que llegaremos tarde.

- Listo vámonos – salimos para la parada del autobús -

Ese día la pasé súper bien con Fiorella y Fabio, fuimos a comer algo ligero, estos dos andan en algo, en fin, llegué tarde al apartamento fui directo a dormir. En la mañana no veo Karina por ningún lado, no llego a dormir, creo que su relación con el profesor Alonzo ya va para el segundo nivel.

En los próximos tres días no apareció en la casa le pregunté en la escuela porque no iba y me dijo que se iba a quedado con el profesor y que ajá estaba súper bien con él. Esa noche tuve pesadillas soñé con mis padres y hermanos cómo murieron, entre sueños siento golpes en la puerta, los golpes se hacen más fuertes, creo que es Karina pero no, me levanto a ver qué pasa y veo que tumban la puerta unos policías diciendo que hubo un robo en la escuela de orfebrería Damiani y que me habían denunciado; no daba crédito a lo que me decían, estaba en shock, lo único que dije fue era inocente en ese momento empezaron a revolver todo el apartamento; en mi cuarto encontraron una bolsa con diamantes, esmeraldas y piezas en oro.

No lo podía creer, eso no era mío por más que lo repetía, me decían que era culpable entre en desesperación lo último que sentí un golpe y todo negro.